El Expositor: Sólo el pueblo salva al pueblo

Crónica política de la semana de Manuel Expósito Moreno

 El Expositor: Sólo el pueblo salva al pueblo

Efectivos del Infoca, en la zona cero valenciana.

Sólo el pueblo salva al pueblo. Qué gran verdad, sin manipular, sin afeitar, sin afilar, sin necesidad de tener que ser lanzada contra los demás. Sólo el pueblo salva al pueblo, desde luego, pero no por culpa de un Estado fallido, sino justo por lo contrario. El pueblo, vertebrado democráticamente, respondió ante el desastre de la DANA y canalizó en el transcurso de unas cuantas horas, apenas una semana, un contingente ingente de solidaridad hacia Valencia que, en infinidad de ocasiones, la mayor parte en lo que a nosotros concierne, pueblo a pueblo de Jaén, se organizó precisamente a través de sus ayuntamientos. Mientras fabuladores profesionales del tipo de Íker Jiménez propalaban bulos sobrecogedores, como el del parking de Bonaire, gente sencilla, humilde, la antítesis anónima del fantoche Rubén Gispert, llenaban furgonetas y camiones de material y maquinaria, engrosando expediciones de voluntarios dispuestos a dedicar su tiempo de descanso a limpiar de lodo y residuos las calles y los edificios de la zona cero. Sólo el pueblo salva al pueblo, abstrayéndose de la irresponsable incapacidad del Ejecutivo autonómico de Carlos Mazón y del exceso de cautela de un Gobierno central que tendría que haber cogido antes el toro por los cuernos, pese al riesgo inherente, muy presente en la toma de decisiones, por los recursos de inconstitucionalidad subsiguientes de haber declarado unilateralmente, a las primeras de cambio, el estado de emergencia de nivel 3. Última hora política en la zona de la catástrofe. Manifestación ciudadana contra Mazón.  El PP nacional cierra filas con Mazón y acusa al Gobierno central de “renunciar a ponerse al frente del mando en la crisis por la DANA”. Mazón denuncia “bulos” sobre la gestión de la DANA y evita valorar la manifestación que pedía su dimisión “por respeto a los afectados”.

La DANA y el desastre comunicativo: desinformación y vacío de confianza. Qué pena que no seamos más que lo somos y que andemos siempre con lo puesto. Las fake news amplifican el miedo en situaciones de emergencia y erosionan la confianza en las instituciones. "El radar de Valencia no funciona", "el agua no es potable", "se dieron 700 tickets en el aparcamiento del centro comercial Bonaire" o "los efectos de la DANA son consecuencia de que el Gobierno destruyera cuatro pantanos", son ejemplos ilustrativos de un trumpismo desbordante en pseudomedios y redes sociales, a partir de la hecatombe valenciana. “Las fake news tienen una influencia emocional y política, estamos hablando de una difusión de información que apela a las emociones, al dolor y a la previsión de más dolor, y que, por lo tanto, ha tenido una gran influencia en generar un estado de ánimo peor entre la ciudadanía", explica Alexandre López-Borrull, profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). "En el ámbito político, a causa de la desinformación ligada al dolor y la tragedia, hay mensajes de lapidación a la confianza en las administraciones, en muchos casos haciendo un doble mensaje sobre las administraciones, sobre todo en perfiles de ultraderecha, generando un vacío de confianza entre la ciudadanía para recoger políticamente el fruto de esta desconfianza", añade el experto. Al inicio de la tragedia eran básicamente dos las principales temáticas: el aviso de la emergencia a la ciudadanía y la llegada de los equipos de apoyo a los afectados. "Se está polarizando porque hay un enfrentamiento entre dos administraciones para construir el relato oficial y sacarse de encima las responsabilidades y la presión sobre lo que podían haber hecho mejor".



Trumpismo en boga. Va de pasta y votos, la motivación dual en la propalación de infundios: la económica, por visitas a sitios web y contenidos publicitarios; y la política, el intento de hacer llegar un mensaje más extremo a una parte importante de la ciudadanía, gente que presta atención y compra el discurso de la ultraderecha cuando normalmente nunca lo hubiera hecho. Medios de comunicación convencionales Vs. libelos digitales. El esfuerzo deontológico por contrastar en todo momento las informaciones frente al método sistémico de multiplicar la mentira mediante breviarios manipulados en soportes virales. Donald Trump arrasa en las presidenciales estadounidenses, completando su éxito rotundo en los 7 estados-bisagra. Más Trump, pues, y menos Europa. Más Rusia y menos Ucrania. Más Israel y menos Palestina. Vuelve Trump y su proteccionismo radical. Aranceles a toda importación, empezando por nuestro aceite de oliva. Sólo en el primer semestre de este año, España comercializó en EEUU 70.000 toneladas de aceite de oliva, el 35,45 por ciento de su mercado. Trump, en 2017, gravó el aove español con aranceles de entre el 30 y el 44 por ciento. En pocos meses, se redujeron nuestras exportaciones oleícolas al gigante norteamericano en un 83 por ciento. Para arrancar mandato, desde enero, el victorioso candidato republicano propone un arancel del 10 por ciento a todas las importaciones. Sólo será el principio.

Andújar. Primera Fiesta del Primer Aceite de Jaén. La democratización más popular en la producción oleícola de autor, merced al fenómeno creciente de los aceites tempranos. El mundo del aceite de oliva se expande, henchido de primera prensada. Una suerte de escaparate de esos primeros zumos verdes que deslumbran por su color, que amargan y pican, con una alta intensidad y un frutado elevado. Aceitunas de octubre, todavía sin madurar, con el color verde esmeralda característico y un muy bajo rendimiento graso, puesto que el que algo quiere, la excelencia de envero y vuelo, algo le cuesta: cuesta más recolectarla para no hacer daño al árbol, la molturación en línea que estrena campaña, la minoración extractiva…  Mayor laboriosidad, en todos los sentidos, pero luego te lo quitan de las manos. Entra por la vista y por el olfato: esa sensación fresca, vegetal, que lo hace incomparable. El entrante imprescindible, en esta época del año, en cualquier restaurante que se precie, olvídense de mantequillas, gracias a tan sabroso entremés, servido en plato blanco, al que acuden, prestos y golosos, todos los comensales. Incluso, por qué no, sin filtrar, debido al énfasis de sus propiedades organolépticas. Ese selecto microcosmos de los mejores aceites tempranos se dio cita este fin de semana, undécima edición, en Andújar, en el marco de la fiesta que auspicia cada año la Diputación, con revuelta mediática garantizada en la apertura sabatina protagonizada por David Broncano. Casi un centenar de marcas impulsadas por emprendedores que en su mayoría nunca tuvo antes una propia. Llevan el monto de su cosecha de aceituna negra a cooperativas y almazaras industriales, reservándose este exquisito preámbulo, verdemar y personal. Llevan el sello identitario de su firma, predestinada a fidelizar a clientes exclusivos de la alta cocina y la delicatesen gourmet. El mayor alarde de democracia popular entre los productores de aceite de oliva, ya digo, porque todos, grandes y pequeños, tienen el mismo derecho a hacer su singular aceite verdoso y a bautizarlo como les viene en gana.