Vecino de Sorihuela pide limpiar su imagen tras demostrar su inocencia
En 2023 fue detenido acusado de sustraer unos 50.000 kilos de aceituna en varias fincas de tres municipios de la comarca del Condado
Foto: GUARDIA CIVIL
Imagen difundida el 7 de marzo de 2023 cuando se produjo la detención donde se acusaba a L.M.U. de estar detrás de los hurtos, hechos que no han quedado probados ante el juzgado de primera instancia e instrucción núm. 2 de Villacarrillo, donde su titular ordenó el archivo definitivo de las actuaciones y el sobreseimiento provisional del procedimiento el pasado 4 de abril de 2024
Tras el archivo definitivo del procedimiento judicial que se inició contra un vecino de Sorihuela del Guadalimar, tras ser detenido acusado de apropiarse de unos 50.000 kilos de aceituna en la campaña 2022/2023, L.M.U. de 43 años de edad, quien pide que se repare su honor públicamente, ya que demostró ante la jueza titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Villacarrillo, que él no pudo estar detrás de esos hurtos y que todo se debió a malentendidos a la hora de elaborar las diligencias previas que le señalaban a él como autor.
El 7 de marzo de 2023, en una nota de prensa difundida por la Guardia Civil, se explicaba que “componentes del Equipo Roca de La Carolina, han detenido a un vecino de Sorihuela de Guadalimar, de 41 años de edad, como presunto autor de cinco delitos de hurto de aceituna”.
Esta información causó un gran revuelo en la comarca por la gran cantidad de cosecha sustraída en varias fincas de los municipios de Sorihuela del Guadalimar, Chiclana de Segura y Castellar, pertenecientes a distintos propietarios que en sus respectivas denuncias, apuntaban al vecino sorihueleño, a pesar que ante la jueza confirmaron que ninguno había visto al acusado llevándose esa aceituna.
Según se publicó con la detención de L.M.U., “mediante inspecciones oculares realizadas en las explotaciones agrícolas, el análisis de la información obtenida, y los datos aportados por los perjudicados y vecinos de las zonas en las que los hurtos se habían cometido, llegaron a la conclusión de que estaban siendo cometidos por la misma persona”. Todo lo aportado señalaba al investigado. De esta forma y según terminaba el comunicado de la benemérita, “con las investigaciones se ha podido acreditar documentalmente, la entrega por parte del presunto autor de casi 50.000 kilogramos de aceituna, desde finales de diciembre del pasado año 2022, y primera quincena de enero de 2023, en hasta cinco cooperativas y puestos de compra de aceituna de distintas localidades”, motivos por los que dieron por esclarecidos 5 delitos de hurto, pasando a disposición judicial.
Pero una vez en sede judicial, el vecino acusado de los delitos anteriores, pudo demostrar con suficiente documentación, pruebas y testimonios, que no había sido él, quien estaba detrás de estos hechos delictivos.
En el auto judicial, se explica que “no existe un solo indicio objetivo que sitúe al Sr. L.M.U. en los días y en los lugares en donde se cometieron los hechos”.
Según el texto oficial, “por su parte el investigado en su declaración prestada en sede judicial (folios-102-105) explicó de forma clara y detallada la actividad agrícola que desarrollaba y las personas para las que trabajaba; contestó de forma exhaustiva sobre la procedencia de gran parte de las entregas de aceituna realizadas en la época de los hurtos y reflejadas en el atestado policial, llegando a especificar en algunos casos la proporción de kilos de aceituna entregados a su nombre y a nombre de sus arrendadores; y relató las incidencias que tuvo con el tractor.”
Continúa el auto explicando que “el investigado ha aportado senda documentación justificativa de todos los extremos que relató en su declaración, debiendo destacar que efectivamente ha aportado todos los contratos de arrendamiento de numerosas fincas rústicas sitas en los términos de Sorihuela del Guadalimar, Castellar y Chiclana de Segura, de los que se desprende que estaban vigentes en la fecha de los hechos, y además se refieren a todos y cada uno de los arrendadores a los que hizo referencia en su declaración; e igualmente ha aportado las jornadas reales y nóminas correspondientes al período en el que suceden los hechos objeto del presente procedimiento, un certificado de asistencia a cita médica uno de los días en los que presuntamente suceden los hechos denunciados” por una de las partes, “y documentación acreditativa de que su tractor estuvo averiado y en taller durante el lapso temporal en el que suceden los hechos denunciados, así como la contratación e intervención de terceros para el acarreo de la aceituna ante tal circunstancia”.
Asegura a este medio de comunicación el investigado, que los agentes del equipo Roca pudieron creer que no había contratos de arrendamientos porque él “no los había entregado en las cooperativas, a pesar de que sí estaban legalizados correctamente y registrados”. Defiende que él no pudo ser, reconoce desavenencias pasadas con uno de los denunciantes, que quizás eso pudo ponerle aún más en su contra y ser el centro de sus sospechas, pero defiende su inocencia como así lo hizo ante la jueza de Villacarrillo que terminó archivando el caso tras acordar el “sobreseimiento provisional del presente procedimiento” y ordenando el “archivo definitivo de las actuaciones”.