Ante la noticia de que van a sustituir el pavimento de adoquines de la calle Álamos por aglomerado asfáltico impreso, permitirme que me ponga la gorra del técnico que soy. Los pavimentos de adoquines tienen muchas ventajas sobre los asfálticos: absorben menos calor, reducen la velocidad y la distancia de parada por su mayor adherencia (menos accidentes), duran mucho tiempo (siempre que estén bien ejecutados), son reutilizables y más estéticos en entornos históricos. En el lado de las desventajas, son más caros de elaborar y más ruidosos al paso de vehículos.
La decisión de cambiar adoquín por aglomerado puede obedecer a dos motivos, que desde el Gobierno municipal gusten más del aglomerado impreso que de los adoquines o que hayan tirado la toalla ante el continuo deterioro del actual pavimento y no saben qué hacer para solucionarlo.
No es un problema exclusivo de la calle Álamos y por ello nos preguntamos, ¿qué pasa en Jaén que en sitios concretos se levantan los adoquines una vez detrás de otra?: Calle Álamos, calle Puerta del Ángel o los cruces trasversales del tranvía, entre otras. Estos tramos tienen en común el mayor tráfico de vehículos. ¿Esto quiere decir que los viales con adoquines no soportan tráfico? Pues nada de eso, podría poner decenas y decenas de ciudades donde los adoquines son el pavimento por donde transitan todo tipo de vehículos, es mas en Francia sigue habiendo una red importante de carreteras hechas con adoquín, el famoso pavés. A la vista de lo expuesto, quedan dos opciones o somos una excepción geológica o estamos haciendo algo mal. Es incompresible que al poco tiempo de la última reparación “definitiva” se vuelvan a levantar los adoquines y se vuelvan a colocar de nuevo, eso si con el mismo procedimiento constructivo anterior, como “el día de la marmota” (Puerta del Ángel), o se renuncie, como un imposible en la calle Álamos. Lo de tropezar dos veces en la misma piedra en Jaén como en ningún sitio.
Los pavimentos de adoquines se pueden ejecutar de dos formas: flexibles o rígidos, en ambos hay que generar una base bien calculada, que sea suficiente para soportar el tráfico previsto en el vial. Una vez ejecutada la base, en el caso de firmes flexibles se colocan los adoquines sobre un lecho de arena gruesa y las juntas se sellan con arena fina, para el caso de firme rígido los adoquines van sobre mortero de cemento y las juntas lechadas.
Podéis leer todas las normas e Instrucciones publicadas y veréis que coinciden en que se debe usar los firmes rígidos para viales peatonales y de poco tráfico, y los flexibles para cualquier caso pero especialmente para las vías con más tráfico, fijaros lo que ha pasado en Plaza de toros (Calle Obispo García de Castro) que después de 12 años sin problemas con su firme rígido, le aumentaron el tráfico y en 3 semanas ya están bailando los adoquines. En Jaén en los últimos 30 años salvo alguna excepción todos los pavimentos son rígidos y cuando soportan tráfico colapsan.
Ya lo dije en alguna ocasión, los bordillos, adoquines, baldosas, farolas… no tienen carnet político, su colocación obedece a normas e instrucciones técnicas, refrendadas por miles de ensayos y de obras. De verdad es muy triste.
Salud.