Mediodía en la provincia de Jaén

Benita Campos

Con el feminismo, nadie pierde

La opinión de Benita Campos


Hace unas horas estaba en una jornada feminista con motivo del 8 de marzo y de los muchos lemas que había, uno me representa especialmente: "Cuando una mujer avanza ningún hombre retrocede." La igualdad es algo que beneficia al mundo en general, que abre y genera derechos y oportunidades para la humanidad.

El feminismo influyó en mí antes de saber que existía, como también lo hizo en mi madre y en tantas mujeres que se enfrentaban al machismo y que defendían unos valores de equidad, sin saber qué era eso y que eso se denomina feminismo Sentir la desigualdad y la injusticia compartida con otras niñas, otras jóvenes y otras mujeres también nos ayudo a conformar esta manera de entender la vida.



Asistir a actividades de formación, leer y debatir despertaron una curiosidad y una necesidad para analizar la realidad desde una perspectiva de género. Descubrir que lo prohibido, obligado y permitido para hombres y mujeres era y es diferente en todas las culturas sexistas y que si no lo cambiamos no avanzaremos hacia la igualdad real, o que el derecho a la educación debe ser el derecho a la coeducación, para ser personas libres y dueñas del propio destino y para compartir todas las tareas del cuidado.

Que el derecho al trabajo debe facilitar el derecho al desarrollo personal y a la independencia económica. Que el derecho a representar y estar en los poderes y en las direcciones debe ser paritario. Que el derecho sexual y reproductivo debe ser fruto de la igualdad y nunca del uso y del abuso de los cuerpos de las mujeres.

El feminismo nos permite pensar el futuro de las personas porque es una estrella que guía el camino y es, a la par, el propio camino; un camino como el que ya otras mujeres recorrieron, como el que muchas más andarán, sabedoras que al mundo le quedan muchos senderos por los que ir, muchos cielos que conquistar y muchos charcos que chapotear.

El feminismo salva la vida, la protege, la defiende, da opciones para estar mejor y para compartir los éxitos y los aprendizajes, en una construcción colectiva de espacios seguros, igualitarios y de creación de cambios equitativos. Y es que con el feminismo nadie pierde.