Tras muchos rumores, algunos anuncios y pocas noticias, tenemos nuevo Alcalde en Jaén. Un Alcalde, con su Equipo de Gobierno de coalición, cuyas primeras horas han estado marcadas por un intenso debate sobre ofertas, promesas y pactos. Una narrativa, no exclusiva de Jaén, que trata de poner encima de la mesa qué acuerdos son "legítimos" y cuáles no, siempre desde la mirada subjetiva de quien lo propone, con mucho de justificación y pataleo y poco de memoria y saber estar, tanto por un lado como por el otro. En definitiva, una nueva vuelta de tuerca de ignorancia, de no entender, la expresión sociológica detrás de los resultados electorales y de ausencia de autocrítica sobre el trabajo propio.
Hace cuatro años, Julio Millán llegaba a un acuerdo de gobierno con Ciudadanos, del que hasta pasados unos días no supimos contenidos ni contrapartes. Esta vez es el PP de González Romo el que acuerda "algo" con Jaén Merece Más, lo firmaron ante notario (lo que otorga legalidad al contrato pero no asegura su cumplimiento) y publicaron una versión con algo de suspense, tras modificarla según dijeron. No sabemos si ese "algo" es lo mismo que le ofreció Millán a JMM hasta unas horas antes del Pleno de Constitución, aunque seguro que no incluye la Alcaldía. Por tanto, podría decirse que estamos casi en la misma situación que en 2019: repartos de puestos, áreas, liberaciones y personal antes de la votación en el Pleno y el resto, la lista de deseos, se irá trabajando poco a poco.
Lo que sorprende es el cambio de discurso por cada parte o, más bien, la interpretación de un papel diferente pero nada convincente. El PP de 2019 despotricó sobre un "reparto de sillones" que entregaba la ciudad de Jaén al mejor postor. Lo de ahora, parece que es otra cosa. Tampoco se acuerdan ahora de los tan denostados por la derecha "pactos de perdedores", con los que consideraban ilegítimo cualquier Gobierno que no estuviera formado por el más votado, sin importar el funcionamiento y los principios de nuestro sistema electoral y político. Y, por supuesto, tampoco se han dado prisa en dar a conocer los detalles del acuerdo, lo que en 2019 suponía para el PP una evidente muestra de que había estado "mercadeando" con el Ayuntamiento.
El PSOE de 2023, por su parte, habla de un "pacto de perdedores", que retuerce la voluntad popular, y de que este pacto ha desvelado a JMM como un partido de derechas, al estilo Ciudadanos. Si hubiera algo de memoria, y responsabilidad, el PSOE recordaría que su acuerdo de 2019 permitió a Ciudadanos gobernar nuestro Ayuntamiento y quizás haya que volver a contar lo que eso supuso para esta ciudad. Pero, además, si el PSOE ha descubierto ahora que JMM es "de derechas", ¿Ciudadanos qué era, Julio Millán? ¿La izquierda? ¿En qué consistía vuestro pacto de 2019, aparte del reparto económico y de poder? Y, por último, ¿el jueves pasado, cuando Millán hizo su última oferta, JMM aún era de centro? ¿o era de extrema izquierda?
De una u otra forma, es vergonzoso la actitud de desprecio a los jienenses, muy propia de esas redes sociales en las que parece que todo vale, coronada con un "disfruten lo votado", como si esta ciudad fuera tonta y no los conociera ya a todos, por lo que han hecho y han dicho en el pasado. ¡Menos teatro!
El tercer actor, el más nuevo, tenía un difícil papel (ya se dijo) y ha tomado una decisión, quizás no la mejor para sus propios intereses ni la más sensata pero es la que han impuesto sus dirigentes. Seguramente Jaén Merece Más ha decepcionado a un sector de sus votantes pero también ha aliviado a otro. Lo que si ha conseguido es dar un paso adelante hacia su mayoría de edad. Ya no podrá seguir jugando al teatro de "no soy como los demás; no soy un partido". Estamos hartos de promesas y firmas, las haga quien las haga, y así se le juzgará a partir de ahora.
Cuando se está en el gobierno, los planteamientos no pueden ser los mismos que cuando se participa en un movimiento de contestación y protesta. Antes se diferenciaba entre el programa de máximos y el posible, el determinado por la coyuntura y la correlación de fuerzas. Jaén Merece Más ha tenido siempre un programa de máximos, una lista de deseos, muchos de los cuales eran irrealizables, otros dudosos y la mayoría dependientes de demasiadas circunstancias, ninguna en sus manos. No cabe duda de que la pertenencia a un gobierno, y más si es de coalición, condiciona el programa, que deberá ser ya únicamente el posible. Y tendremos que valorar si ese programa posible, que no conocemos, es suficiente y justifica su existencia. Un movimiento de contestación y protesta social puede reclamar lo imposible; cuando se está en el Gobierno, no.
Un movimiento social tampoco tiene por qué dar soluciones a los problemas, sino señalar y criticar lo que no funciona. Las soluciones las deben aportar los partidos y los Gobiernos. Por eso, ahora todo cambia. Se ha pasado de la protesta y los deseos al Gobierno y los hechos, lo que puede suponer un problema, sobre todo si no se poseen la experiencia ni los conocimientos necesarios para dar soluciones. En ese caso, puede ocurrir que en lugar de arreglar el problema, éste se agrave.
Será el tiempo quien ponga a cada uno en su lugar. Agustín González, con un resultado por debajo de lo esperado, ha recuperado la Alcaldía pagando un precio muy alto, y se enfrenta ahora a un Gobierno difícil, con un equipo sin demasiada experiencia, un socio por hacer y con la sombra de la temida "Austeridad" sobre su cabeza, ya que ésta será la amenaza de todos los gobernantes de España el próximo año. Bien haría el PP en no olvidar su último acuerdo de Gobierno, con Ciudadanos primero, con los "No adscritos" después y con la vergüenza de cómo se mantuvo para conservar la Alcaldía hasta el final.
Julio Millán tiene que digerir que ha dejado de ser Alcalde y buscar su futuro, dándole vueltas a que, a pesar de su "excelente" gestión, algunos datos siguen estando ahí: más parados, más tasa de paro, menos población y más empresas cerradas que cuando llegó, por no hablar de la pérdida de nivel adquisitivo de una ciudad que sigue pasándolo mal.
Jaén Merece Más debe de tener en cuenta que ahora se analizarán las contradicciones de su discurso y la posibilidades de las medidas que proponga y que difícilmente se aceptarán si siguen sin suponer una mejora evidente en la vida de la gente. El riesgo de convertirse en el nuevo Ciudadanos le acompañará durante tiempo.
Todos se sienten como el Alcalde de "Amanece que no es poco", la película de José Luis Cuerda, al que, entre los vítores y ovaciones de los vecinos, un entusiasmado paisano exclama: "Alcalde, todos somos contingentes, pero tú eres necesario". Se creen necesarios y que el resto, los jiennenses, somos contingentes, podemos estar o no estar, podemos tener memoria o no, enterarnos de lo que hacen o no.
Pero que no se engañen. Cuando se quejan o patalean es porque no entienden que los contingentes son ellos. Y que desaparecerán, como otros antes, si siguen haciendo política de espaldas a la realidad, si convierten todo en un espectáculo, representando su función. El único necesario es Jaén y más nos vale que se lo demostremos.