Arroyo Frío vive su mayor fiesta de la gachamiga

La gastronomía más tradicional al servicio de una jornada en la que concursaron una treintena de gachamigueros en el VIII Concurso de Gachamiga

El VIII Concurso de Gachamiga de Arroyo Frío (La Iruela) ha vuelto tras los dos años de pandemia con más fuerza que nunca.

Varios cientos de personas se dieron cita en la mesta de Arroyo Frío para vivir una fantástica jornada de fiesta en torno a la gastronomía más tradicional del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas.
En pleno corazón del Parque este certamen gastronómico se ha convertido en uno de los reclamos más atractivos del otoño. Organizado por el empresario Miguel Ángel Díaz (Tinillo) del Restaurante el Mesón y Casa Rural Capricho del Valle y con el que colaboran ayuntamiento de La Iruela y varias empresas de la zona.

El certamen fue inaugurado por el delegado de turismo, cultura y deporte, José Ayala, el diputado de infraestructuras municipales, José Luis Agea y el alcalde de La Iruela, Daniel Sánchez.
Un gran acontecimiento como expresó José Ayala, estas tradiciones hay que continuar manteniéndolas “y hay que hacer un esfuerzo para que no se pierdan en este Parque Natural”. Con una ocupación importante durante estos días “todos los que visitan el Parque en este fin de semana tienen la oportunidad de disfrutar de esta fiesta tan tradicional donde la cultura gastronómica enlaza con el turismo



Para el organizador del evento, Miguel Ángel Díaz este año se han superado todas las expectativas “este año se ha decorado y ambientado unas trece mesas y eso quiere decir que esta fiesta se supera a si misma”. En su agradecimiento a quienes han participado este año dedicó unas emotivas palabras a su familia y amigos que vienen desde distintos puntos para colaborar. Concluyendo que este tipo de fiestas en torno a la tradición de nuestros ancestros es algo que hay que mantener “porque está clara que a la gente le encanta y se vuelca con esta celebración”.


Lo que en principio no tenía más pretensión que ofrecer un aliciente para el turismo y los vecinos ha ido adquiriendo una importante dimensión.

El programa de actividades ha ido ampliándose. Comenzando con la preparación de las gachamigas a los largo de mesta que cruza el poblado serrano donde se distribuyen en pequeñas fogatas con las trébedes sobre las que se apoyan las sartenes. Una vez terminadas el jurado las valora y se otorgan tres premios a las mejores. Este año el 1º ha sido par Manuel Olivares, el 2º Emilio Cruz y 3º Mar Moreno.La mejor presentación de sartén fue para Pilar López.


También se premia la mejor forma de darle la vuelta a la gachamiga lanzándola al aire desde la sartén, lo que se llama premio a la mejor voltereta; y que este año ha sido para Francisco Amiguito. En las últimas ediciones ha cogido auge la puesta en escena de las mesas típicas serranas. Esta modalidad se ha convertido en uno de los grandes atractivos encontrándonos con autenticas reliquias y utensilios de los que se utilizan hace más de un siglo. Los premios a la mejor presentacion de mesas fueron 1º para Leandra Díaz, 2º Manuela Marín y 3º Serafín Valerio.
Como postre se realizó en directo una gran tarta que representaba el castillo de La Iruela.
Se premia además al que llegó de más lejos para participar en el concurso de gachamiga, como ha sido el caso una familia de Almería. Y finalmente hay otro concurso de roscos fritos, donde Manuela Granero se llevó el primer premio e Isicia Sevilla el 2º.

Como cada año uno de los momentos más esperado es la actuación del grupo folklórico Sierra de Cazorla, quienes con sus bailes serranos mantienen viva una de las manifestaciones culturales más antiguas de la sierra.
Pero la fiesta continuó con concursos tan divertidos como el de la imitación de los ciervos en la berrea.


Una fiesta muy ligada a la tradición gastronómica y en la que conviven y se divierten varias generaciones. Donde sobre todo se le da protagonismo a los mayores de la sierra que han sabido trasladar lo mejor de sus costumbres.

Y el encendido de una gran hoguera para asar las típicas castañas de otoño.
La música ocupa un lugar muy importante con la participación ininterrumpida en todas las ediciones del grupo alicantino “Paraqué” .