SATSE exige la reglamentación del permiso parental de 8 semanas

El Gobierno de España deberá pagar a Bruselas 7 millones por incumple la transposición de la directiva europea

 SATSE exige la reglamentación del permiso parental de 8 semanas

Foto: EXTRA JAÉN

El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey

El Sindicato de Enfermería SATSE exige al Gobierno la "inmediata reglamentación" del permiso parental de 8 semanas que debe ser retribuido siguiendo la correcta transposición de la directiva europea: "Sólo así puede garantizarse la corresponsabilidad, puesto que está demostrado que los permisos sin remunerar los solicitan casi exclusivamente las mujeres".

Para la organización sindical se trata de un permiso clave para eliminar los estereotipos del cuidado. "Es un permiso que se incorporó al texto del TREBEP y al texto del Estatuto de los Trabajadores hace más de un año, pero, ante la falta de reglamentación, se está concediendo tanto por empresas como por administraciones como un permiso no retribuido", aseguran.

El Gobierno de España ha incumplido la transposición de la Directiva Europea (UE) 2019/1158 del Parlamento Europeo y del Consejo de 20 de junio de 2019, relativa a la Conciliación de la Vida Familiar y la Vida Profesional de los Progenitores y los Cuidadores que expiraba este viernes. Así, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, ha reconocido que España deberá pagar a Bruselas 7 millones de euros "de momento", en concepto de sanción por no cumplir con el plazo para hacer retribuibles cuatro de las ocho semanas del permiso por cuidado de hijos, que vencía este viernes 2 de agosto.



"Realmente estamos ante un incumplimiento de nuestras obligaciones con Europa y claro que estamos siendo emplazados y apercibidos por la Comisión Europea básicamente en un montante que roza los 7 millones de euros de momento y que obviamente se irán agravando en la medida en que ese incumplimiento se esté sosteniendo en el tiempo", ha admitido Pérez Rey este viernes en rueda de prensa.

El sindicato afirma que la acumulación por jornadas completas es solo una de las tres formas de disfrute de este permiso, en tanto también es posible hacer uso del mismo con una hora de ausencia del trabajo que se puede dividir en dos fracciones, o la reducción de su jornada en media hora a la entrada o a la salida.

Aplicación arbitraria y desigual

SATSE asegura haber constatado que "a lo largo de estos meses se están poniendo muchísimos problemas para que los profesionales ejerzan su derecho sobre este permiso y otros". En este caso -dicen- las gerencias argumentan tanto necesidades del servicio, motivadas principalmente por la falta de personal suficiente y falta de cobertura a situaciones frecuentes (bajas por enfermedad, vacaciones, incidencias varias…) o una mayor carga asistencial en determinados momentos, como falta de reglamentación a nivel estatal, "que viene siendo la excusa más utilizada".

"Precisamente por esta falta de reglamentación las diferentes administraciones sanitarias están reconociendo de manera arbitraria este permiso parental a efectos del cálculo de días de vacaciones y asuntos particulares; a la antigüedad, servicios prestados, trienios, acceso a carrera profesional y ofertas de empleo público, así como en el cómputo como trabajo efectivo", aseguran.

La ausencia de desarrollo de este permiso está teniendo "consecuencias negativas" en la vida profesional de las personas trabajadoras y ocasiona que un permiso que fomenta la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, tenga repercusiones muy diferentes según se presten servicios en una Administración u otra, dependiendo de la arbitrariedad de la empleadora que se trate.

Barreras a la conciliación
El sindicato subraya además que, dentro del ámbito sanitario, y en lo que respecta enfermeras y fisioterapeutas, las barreras a la conciliación son continuas lo que imposibilita la gestión adecuada del tiempo que los profesionales pueden dedicar a su vida familiar y personal.

"Las enfermeras y enfermeros se encuentran en la diana de profesiones con mayores dificultades para hacer posible la conciliación de su vida profesional, personal y familiar. Se trata de un colectivo especialmente vulnerable y sobre el que recae el doble peso de la exigencia del puesto de trabajo y de su entorno de cuidados familiares", explican.

Satse también recuerda que, en el caso de las enfermeras, según el INE (2022), "el 84,2% de las personas colegiadas son mujeres, lo que agrava la situación. Un hecho, la imposibilidad de conciliar la vida personal y familiar, que está generando el agotamiento de estas profesionales e incluso les está llevando a plantearse su continuidad dentro de la actividad asistencial, en un momento, en el que el Sistema Nacional de salud necesita más profesionales que nunca".