La increíble y triste historia del tranvía rojo y la derecha desalmada
El tranvía lo inaugurará un alcalde socialista: hay cierta justicia poética, pero no era ese el plan de los cráneos privilegiados de San Telmo
El blog de Antonio Avendaño. Aunque no siempre reconocido por sus envidiosos compañeros, ha desempeñado brillantemente el oficio de periodista en distintos medios, entre ellos Diario Jaén. Le gusta decir que nació en Albacete, pero lo hizo en una insignificante aldea manchega llamada La Yunquera. Es con toda seguridad el hijo de aquel lugar que ha llegado más lejos, aunque los envidiosos vecinos de su pueblo acostumbren a negarlo.
El tranvía lo inaugurará un alcalde socialista: hay cierta justicia poética, pero no era ese el plan de los cráneos privilegiados de San Telmo
Hoy hay más mentiras no porque los políticos sean más mendaces, sino porque cuentan con un poderoso, omnipresente y altamente sofisticado sistema de altavoces
¿Qué tienen en común los casos de la diputada Noelia Gómez, el ministro Montoro y el no al decreto antiapagón? Que en todos ellos la protagonista era la mentira
La corrupción de los partidos escandaliza, y con razón, a todo el mundo (a unos más que a otros), mientras la corrupción empresarial tiene patente de corso
Los riesgos de la ley de amnistía serán para Sánchez y el PSOE cuando haya elecciones, pero no para la justicia, para la democracia o para el Estado
El Gobierno debería auditar los ministerios que licitan obra pública para identificar los ángulos ciegos en los que campa la codicia de los sinvergüenzas
El vertiginoso aforamiento del líder de los socialistas extremeños, Miguel Ángel Gallardo, para esquivar su procesamiento está mal, está feo y daña a su partido
Se emociona hasta la lágrima el articulismo andaluz celebrando que Canal Sur vuelve a dar toros: tres corridas de la Feria de Abril, a razón de 100.000 cada una
Quienes albergaron la esperanza de que el Gran Apagón no sería objeto de lucha política barriobajera vieron desmentida su contumaz candidez en apenas unas horas
Los alcaldes han dicho basta a los pisos turísticos que ellos mismos incentivaban solo cuando su número ya era escandaloso y su incidencia dañina para jóvenes