Transformación digital y especialización, retos del comercio minorista
Jaén acogerá los días 12 y 13 el II Congreso Andaluz de Comercio enfocado a mejorar, fortalecer y dinamizar el sector
Foto: EXTRA JAÉN
Rafael Bados Moreno, presidente de la Federación de Comercio Andalucía
Jaén acogerá los días 12 y 13 el II Congreso Andaluz de Comercio enfocado a mejorar, fortalecer y dinamizar el sector. Este encuentro, que contará con profesionales y especialistas, tiene como objeto abordar los retos y desafíos a los que se enfrenta el pequeño y mediano comercio de proximidad inmerso en la actualidad en un proceso de transformación. Rafael Bados Moreno, presidente de la Federación de Comercio Andalucía, apunta a las dificultades por las que atraviesa el pequeño y mediano comercio después de encadenar dos crisis consecutivas: la financiera del 2008 y la Covid’19, que “al día de hoy no ha superado”.
“Los últimos años, explica, no han sido positivos y esta situación nos ha empujado a iniciar una reconversión silenciosa”. El sector afronta desde hace años la competencia de las grandes superficies y firmas comerciales, así como la de los oligopolios de la venta online, una competencia, que tilda de “dura y compleja”. Frente a este escenario, el presidente de la Federación de Comercio Andalucía reclama a la administración competente, en este caso la Junta de Andalucía, que apueste por un equilibrio entre los distintos formatos comerciales, “en especial la venta online”, que en palabras de Bados “es una auténtica selva sin ningún tipo de control”.
Para hacer frente a esta competencia, subraya algunos de los retos que el sector debe asumir como la transformación digital y la formación, haciendo especial hincapié en la especialización, con el fin de diferenciarse de esa "uniformidad comercial que representan los grandes formatos, las grandes cadenas y la venta online". “Estas son algunas de las líneas, añade, en las que vamos a trabajar”. Para ello, reclama a la Junta que dé un paso más y cree un instrumento de ayuda que acompañe al sector en ese salto a la transformación digital, “puesto que hablamos de estructuras tan pequeñas como son las del mediano y pequeño comercio que no tienen ni capacidad financiera ni de personal para hacer frente a la competencia de las grandes empresas”. Así, recuerda, por ejemplo, las consecuencias de la desregulación de las rebajas de 2012, que sigue "castigando" al pequeño y mediano comercio.
En este sentido, apuesta por una mayor implicación de las administraciones locales para que respalden campañas de concienciación, acciones de dinamización del sector o la puesta en marcha de bonos con el fin de atraer a más clientes al comercio local, “resaltando sus ventajas frente a las grandes superficies y el comercio electrónico”. “En definitiva, subraya, tienen que ser medidas que reviertan directamente sobre el comercio de cercanía”.
En cuanto a su impacto socio-económico, apunta que el sector supone el 11% del Producto Interior Bruto Andaluz (PIB) y el 22% del empleo, es decir que uno de cada cinco trabajadores son comerciantes, unas cifras que demuestran que “el comercio minorista de proximidad no sólo aporta riqueza al territorio donde está implantado, sino que además ayuda a su vertebración y cohesión social”.