Mismo perro, mismo collar

Carlos Oya

V de Vinicius

Que se acuesten todos. Con dos mantas.

Tuve un alumno en la E.S.O que cuando entregaba los exámenes rellenaba sólo el nombre y ahí en vez de poner el suyo ponía Vinicius. Fue mi primer contacto con tal nombre que a la primera oída me sonó a personaje de Asterix aunque luego me enteré de que era un futbolista y no he vuelto a pensar en él hasta los consabidos acontecimientos que me han llevado a algunas reflexiones a vuela pluma. Si el gobierno en todos sus ámbitos quiere eliminar los insultos racistas, machistas (respecto a las madres de árbitros y jugadores),sexistas, homófobos, etcétera, en el fútbol lo tiene tan fácil como prohibir la asistencia a los partidos. España ganaría en educación y el gobierno perdería las elecciones. Sólo asistí una vez en mi adolescencia a los últimos minutos de un partido de tercera división en el antiguo campo de la Victoria en Jaén y en mi vida he escuchado tantas barbaridades. Y allí insultaba todo el mundo. Desde el padre de tu amigo hasta el sacristán de la parroquia. No se prevé recorrido judicial en las causas de los escasos detenidos y todo son acciones de cara a la galería hasta que se olvide el asunto. Esa cara de pasmo que ponen los políticos y periodistas, como sorprendidos ante las burradas que se dicen en el balompié, sólo demuestra ignorancia o hipocresía, no sé qué es peor. b) De aquellos polvos vienen estos lodos...está claro que en esta conversión de la masa en turba a un plis del linchamiento como paisaje de fondo se encuentra la pésima política educativa de todos los gobiernos tras Suárez: LOGSE, LOCE,LOE,LOMLOE...que parece que en vez de legislar están resolviendo un panel de “La ruleta de la fortuna” c) Ante este parto de los montes he echado en falta la felicitación por parte de este gobierno que se proclama feminista a María Pérez que por esos días batió el récord del mundo de marcha femenina y ,“last but not least”, d )Lula y el populismo elevado a “n”. Un señor de un país en el que su anterior mandatario, elegido democráticamente por los brasileños, era defensor del régimen fascista de los generales y pisoteador nato de los derechos de las minorías étnicas. Un político (ahora sí hablo de Lula) que se pone de perfil a la hora de condenar la invasión de Rusia en Ucrania pensando más en las futuras relaciones económicas que en las fosas comunes de Izium las cuales no merecieron apagar el Cristo del Corcovado. Un político que defiende la Venezuela de Maduro y que no condena la Nicaragua de Daniel Ortega...este señor viene dando lecciones y algunos encima bailándole el agua. Que se acueste él y que se acuesten todos. Con dos mantas.