Alzheimer y Parkinson se une en Cazorla por las enfermedades neurodegenerativas

En el Día Mundial del  Parkinson una mesa petitoria e informativa instalada en la plaza de la Corredera, coloca a los viandantes frente a frente con todos los ángulos de esta patología neurodegenerativa. Una afectada de Parkinson cuenta la dureza de convivir con esta enfermedad, para cosas tan simples como las actividades más básicas del día a día. Para estas personas es fundamental el gran apoyo que supone la terapia adecuada, porque como explica, María Amparo Buendía los fármacos no lo son todo y se quedan cortos para combatir las limitaciones del Parkinson. “La vida te cambia por completo con síntomas que no identificas con nada”. En su caso la pérdida de fuerza en el lado derecho del cuerpo “me impide desde pelar una simple patata o batir un huevo y me limita al simple hecho de hacer la comida”. Para ella estar en la asociación es un avance “porque aparte de los medicamentos, las terapias son muy importantes”.
Desde el punto de vista del cuidador de una persona con Parkinson cómo es el caso del esposo de María Amparo, pone el foco sobre la necesidad de apoyos en el entorno rural para sobrellevar las necesidades de esta enfermedad. Juan Antonio Rodríguez comenta que apoya en todo a su mujer “pero necesitábamos una atención más próxima ya que hasta ahora teníamos que ir a Linares”. Pero se les hacía muy complicado. Después de proponerle a las Asociación de Alzheimer de Cazorla unir fuerzas “y estamos muy agradecidos a como recibieron nuestra propuesta”. Primero porque como dice por un lado está el factor económico de estar acudiendo a Linares y por otro “las largas esperas e invertir todo el día hasta volver a casa”, para una terapia que tiene que ser constante.

Pilar Jareño presidenta de la asociación de Alzheimer explica cómo han llegado a ampliar los servicios. “Cuando se nos presento este primer caso y la propuesta de Juan Antonio y María Amparo comenzamos a hacer un estudio de los casos que podía haber en la comarca”. Vieron entonces que no eran los suficientes para formar una asociación de Parkinson “y vimos caramente que teníamos que ser nosotros desde nuestra asociación de Azheimer los que nos implicásemos en hallar una solución”. Tras la reunión de la junta directiva se optó por unir bajo el mismo paraguas la asistencia de ambas patologías. Recuerda Pilar Jareño que el Ayuntamiento de Cazorla les ha cedido más espacio para poder atender las nuevas necesidades y los ayuntamientos de la comarca un vehículo para el trasporte desde otros municipios. “También se han contratado nuevos profesionales para el tratamiento de esta efermendad”.
La asociación ofrece atención de logopeda, fisioterapeuta, psicología y actividades para mantener las capacidades físicas y cognitivas y ralentizar en la medida de lo posible su progresivo deterioro.
Ahora mismo se está atendiendo una veintena de persona entre Cazorla, La Iruela, Peal de Becerro y Quesada , aunque la intención es ampliar el servicio a toda la comarca.