Caja Rural restaura la portada de Nuestra Señora de Linarejos

La intervención en el Santuario, llevada a cabo por Manuel Martos, se une a la actuación acometida en dos pilas de agua bendita de estilo neoclásico

 Caja Rural restaura la portada de Nuestra Señora de Linarejos

Foto: Fundación Caja Rural de Jaén

Portada principal del Santuario de Nuestra Señora de Linarejos.

La portada principal de acceso al Santuario de Nuestra Señora de Linarejos ya se encuentra totalmente restaurada tras la finalización de los trabajos de recuperación, respaldados por la Fundación Caja Rural de Jaén, que se han llevado a cabo en los últimos meses. Esta actuación, acometida por Manuel Martos, se suma a una intervención anterior, también respaldada por la Fundación, en la que se recuperaron dos pilas de agua bendita de estilo neoclásico, ubicadas en la entrada al templo.

El presidente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Patricio Lupiáñez, ha manifestado su satisfacción por la finalización de esta intervención. “Ha quedado muy bien, no hay más que ver el resultado. Mi agradecimiento personal a Manuel por su trabajo durante este tiempo, en el que ha tenido que convivir con altas temperaturas. Para la Fundación es un honor colaborar en esta restauración”, ha subrayado Lupiáñez.




El estado de conservación de la portada, afectada por factores como humedades, precipitaciones o intervenciones inadecuadas, ha generado que se presenten deficiencias relacionadas con suciedad superficial, rallados, abrasiones, grietas, fisuras o pérdidas volumétricas, tal y como ha explicado Manuel Martos.

La intervención del restaurador ha contemplado distintas fases para completar la recuperación de esta portada de piedra calcarenita. En primer lugar, se ha llevado a cabo un test de solubilidad para concretar qué tipo de limpieza era más efectiva. Un primer paso tras el que se produjo la primera limpieza mecánica, mediante brocha y soplado, para proceder posteriormente a una limpieza modulada, mediante medios mecánicos a presión y con agua y jabón neutro. Seguidamente se aplicaba una primera capa de consolidante, con una mínima concentración de resina, tras la que se picaron todos los morteros añadidos y se implementó un tratamiento biocida para eliminar la biocostra y prevenir su proliferación posterior.

La siguiente fase contemplaba la eliminación de los repintes generalizados mediante hisopo y mezcla de disolventes y la reintegración de faltas y grietas para devolver estabilidad y los volúmenes originales. Asimismo, se aprovechó el momento para reubicar en su lugar de origen algunos elementos pétreos fracturados, antes de la reintegración cromática y la aplicación final de una capa de protección.

“Agradezco a la Fundación su mecenazgo y que esté ahí para este tipo de intervenciones. Esto engrandece no solo a la Ermita y a la cofradía, sino también al pueblo de Linares”, ha valorado Manuel Martos.