I Carrera Solidaria de San Antón en Cazorla

Toda la comunidad educativa de la localidad se ha volcado con esta actividad a beneficio de las tres asociaciones contra el cáncer

En Cazorla se ha celebrado la I Marcha Solidaria de San Antón con la participación de toda la comunidad educativa del municipio, en la que han participado 700 corredores divididos por categorías.

La respuesta ha sido masiva con la participación de todos los centros educativos: Escuela Infantil “Lunas de Galileo”, C.E.I.P. San Isicio, C.E.I.P. Virgen de la Cabeza, I.E.S. Castillo de la Yedra, Conservatorio Elemental de Música “Maestro Paterna”, Aprompsi y el Centro de Educación Permanente “Adelantado de Cazorla”, con la colaboración de sus AMPAS han celebrado las tradicionales hogueras de San Antón con fines solidarios para ALES, AECC Y UAPO.

La tradición de las hogueras y tortitas con chocolate al servicio de una causa que ha arrastrado a cientos de personas para vivir una tarde tan intensa como plagada de emotivas escenas.



La prueba consistía en una marcha o carrera según las posibilidades físicas de los distintos grupos participantes.
La recaudación de las inscripciones de 2 euros por la que al final se podía degustar un chocolate con tortitas iba destinada a las asociaciones contra el cáncer que trabajan desde Cazorla (ALES, AECC Y UAPO). Preparadas por el ciclo de grado medio de Cocina del I.E.S. Castillo de la Yedra.
Productos típicos de estas fechas elaborados por las propias familias que se han implicado en la causa solidaria.

El éxito de participación en la I Marcha Solidaria de San Antón ha logrado una recaudación de 1.400 € que se han repartido a partes iguales entre las tres asociaciones contra el cáncer del municipio.

Pero más allá de lo recaudado destacó el ambiente de colaboración y solidaridad, los valores de empatía que se trasladan a los niños y especialmente emotiva la ilusionada participación de los usuarios de Aprompsi, para los que correr o marchar animados por el público fue una inyección de felicidad, como se reflejaba en sus caras.


Por tanto una actividad inclusiva y social con mayúsculas.
Tanto es así que los colectivos participantes expresaron su intención de que esta sea la primera de muchas.