La nueva tercera edad: la jiennense que cumple 90 años como una 'Rosa'
Rosa Cárdenas Palacios ha alcanzado su novena década con la misma vitalidad y las ganas de disfrutar que la han acompañado en este casi siglo de vida
Foto: RAMÓN GURIRADO
Rosa mantiene la vitalidad intacta y las ganas de aprender, crecer y superarse.
Una cerveza, su pintura, algo para coser y su terraza. Rosa Cárdenas Palacios siempre ha sido de gustos sencillos, pero fijos. No necesita más para ser feliz. Bueno, solo una cosa: a la enorme y unida familia que ha formado "con mucho amor y dedicación" y que se compone por sus 12 hijos, 26 nietos y 14 bisnietos. Unos gustos y necesidades que no han cambiado a lo largo de los 90 años que este domingo celebra rodeada de su familiares y amigos. Una conmemoración en la que, como ha hecho durante toda su vida, muestra que la vitalidad, la fortaleza y las ganas de vivir siguen intactas incluso cuando el siglo está cerca.
"Desde muy pequeña he tenido que apañármelas porque mi madre murió cuando era niña y luego, con 12 hijos, no he parado. Así que ahora no me imagino mi vida de una forma diferente. Me gusta cocinarme, limpiar, pintar, coser y hacer lo mismo que he hecho siempre, porque para eso siempre tendré fuerzas", explica la jiennense que, con su ejemplo, demuestra que una nueva tercera edad impera en la actualidad.
Porque los mayores cada vez viven más, y con una mayor calidad de vida. Así lo muestran los propios estudios del Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía, que afirman que en los últimos 40 años los jiennenses han pasado de vivir 77,8 años de media a 81,6. Un dato incluso superior en el caso de las mujeres, con una media de 84,4 años, mientras que el de los hombres se sitúa en 78,9.
"Es una pena que la gente no tenga en cuenta a los mayores, porque seguimos siendo válidos y capaces. Solo necesitamos compañía y sentirnos queridos, pero no somos menos que nadie", cuenta Rosa. Para ella, la edad no le ha quitado ganas ni posibilidades, solo le ha dejado más claro sus preferencias: "A mí, que nadie me quite el pasar tiempo con mi familia, mi pintura, mi costura y mi cervecilla en la terraza, o mi anís y mi chocolate".
Y todo ello lo disfruta y lo vive con sus deseos constantes de aprender, crecer y formarse. Cuando murió su madre, siendo apenas una niña, tuvo que salir del colegio y no pudo aprender a leer y escribir. Pero para Rosa, todo reto es bien recibido y, con los años, no solo ha sorteado esta dificultad, sino que ha dado un paso más y escribe a sus familiares a través del móvil, tiene su propio Facebook e incluso, sus hijas le han puesto "eso del Bizum".
Para esta eterna joven, el secreto para lograr una larga y buena vida es fácil: tranquilidad, sencillez, amor y humildad. "Yo creo que la vida es según te la tomes, y eso he intentado hacer", relata. Su vida, como la de cualquier otro, no ha sido fácil. Ha tenido que decir adiós a dos de sus hijos y a su marido, "los tres ángeles que me cuidan desde el cielo". "Es difícil y triste, pero he tenido que tirar adelante por mis hijos, mis nietos y mis bisnietos, que son lo mejor que me ha dado la vida", cuenta.
"Mi casa siempre está llena de gente, porque siempre los he tenido cerca y siguen estando aquí conmigo. Jamás me hubiera imaginado en una residencia y nunca lo permitiría, ni ellos tampoco, porque yo quiero seguir en mi casa, con mi vida y mis costumbres, y con mi familia, que es lo mejor que he podido pedirle a la vida", añade.
Su experiencia y vivencias la han convertido en la confesora y consejera de sus hijos y nietos, a los que continuamente les pide una única cosa: que sean libres e independientes. "Yo siempre les digo que tienen que aprovechar la vida y no depender de nadie, ni de padres ni de hombres ni de nada. Que tengan su propia vida, que sepan defenderse pero siempre respetando a las personas y siendo humanos, cariñosos y prudentes", explica Rosa.
Sus familiares han escuchado esas palabras una y mil veces. Pero ellos también han tenido constantemente una frase para Rosa: "Eres especial". Un mensaje que esta recién estrenada nonagenaria ha oído durante toda su vida de aquellos que han compartido su camino. Y llevan razón. Ella misma lo ha demostrado en cada uno de sus pasos, con su amor, dedicación, esfuerzo y coraje. Unos valores que la ha llevado al día de hoy, en el que, rodeada de todos aquellos que conforman un trocito de su corazón, celebra que la vida ha sido larga, pero, sobre todo, plena. Una vida que "merece mucho la pena".