El Real Jaén se cita con la historia

El Real Jaén se enfrenta este domingo al Club Atlético Central. Aunque, en realidad, se citará con su propia historia. Esa historia, recientemente adversa, repleta de obstáculos y decepciones, pero que puede purgar de un plumazo ante el conjunto sevillano para escapar de las tinieblas de la Tercera RFEF. Y lo puede hacer en La Victoria más imponente también de la era moderna, con el cartel de "no hay billetes" colgado desde hace días. La expectación es máxima y la afición, que es el gran baluarte de este club, ha vuelto a responder como solo ella sabe.

El Real Jaén lo tiene en su mano. Tras lograr un buen resultado en Alcalá de Guadaira con el triunfo por la mínima con tanto de Óscar Lozano, solo queda un pasito para certificar el tan ansiado ascenso a Segunda RFEF. Será duro y la cabeza jugará un papel fundamental, pero está al alcance, algo que otros años era impensable.

Sin embargo, el camino hasta llegar aquí, a un solo paso del ascenso, ha sido tedioso. El Real Jaén ha vivido otra temporada de altibajos. Lejos futbolísticamente de un Atlético Malagueño que ha sorprendido arrasando en la competición doméstica. La temporada para los lagartos comenzó con dos pinchazos que ya les hizo remar a contracorriente. El equipo despertó y comenzó a sacar sus partidos adelante, con más corazón que fútbol. Y es que también ha sido la temporada de las remontadas en La Victoria. Goles en el descuento, triunfos épicos y puntos que se han sacado de la chistera. A falta de fútbol, el tesón de este equipo, como bien dice su precioso himno, ha sido diferencial.

Relevo en el banquillo

En enero llegó el gran bache. Las derrotas ante el Malagueño y, sobre todo, frente al Mijas, acabaron con el periplo de Roberto Peragón al frente del banquillo jiennense. Aterrizó Manolo Herrero a la que ya fue su casa, y aportó un pequeño lavado de cara a la plantilla. No se podían prometer milagros, pero sí que las prestaciones del equipo mejoraron. Con los empates ante el Huétor Tájar y el Marbellí, el Real Jaén dijo adiós a la posibilidad de ascender de manera directa. Había que fiarlo todo al famoso y denostado play-off.

Un play-off que no podía empezar de peor forma. Javi Sánchez, una de las piezas más importantes del equipo, salía expulsado y sancionado con cuatro partidos. Sin embargo, Adrián Solera, que apenas había participado durante la temporada, ha demostrado que es muy válido. Resume muy bien el hambre que tienen todos, desde el primer utillero hasta el presidente, de devolver a esta ciudad un poco más cerca de la categoría que merece.

La espera se ha hecho larga y la semana ha pasado como un mes entero, pero por fin llega la cita más importante de la última década para el Real Jaén. Tan cerca y tan lejos. El domingo se puede vivir un sueño en La Victoria. Los jugadores desde el césped y los aficionados desde sus asientos jugarán el partido de sus vidas. Confíen, el Real Jaén bien lo merece.