Semana Santa de Úbeda (I)

Un espacio promovido por Caja Rural de Jaén y la Diputación Provincial de Jaén

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Semana Santa de Úbeda

La Semana Santa de Úbeda es una de las más populares de Andalucía. Está declarada Fiesta de Interés Turístico desde 1980 por el Ministerio de Comercio y Turismo del Gobierno de España y de Interés Turístico Nacional de Andalucía desde 1998 por la orden del 20 de mayo de 1997 de la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía.
Son 19 las cofradías y hermandades las que procesionan por la ciudad a lo largo de la Semana Santa, y todas se integran en la Unión de Cofradías de Semana Santa de Úbeda, siendo esta una de las instituciones más importantes de la ciudad.
La Semana Santa de Úbeda tiene una particularidad diferenciadora, y es el respeto —salvo alguna excepción— al orden cronológico de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Miles de turistas visitan cada año Úbeda en estas fechas, por el atractivo marco monumental, religioso y costumbrista que se conforma, suponiendo así una de las temporadas con más visitas y pernoctaciones del año.
El pasado más remoto de la Semana Santa de Úbeda, según recoge el blog “El sitio de mi recreo” está adornado por piadosas leyendas y tradiciones, de variable sustancia histórica. El origen visigótico de la Virgen de la Soledad, su ocultamiento durante la ocupación musulmana o el culto a su imagen por los mozárabes, así como la fundación de su cofradía por los mercedarios en fecha tan temprana como el siglo XIII, es la más antigua referencia legendaria a la Semana Santa de Úbeda.
A tan antigua tradición cofrade hay que sumar la ascendencia templaria que modernos estudios han querido ver en la Cofradía de Jesús Nazareno. Más plausibles históricamente son la procesión de flagelantes celebrada en honor de la Vera Cruz en la tarde del Viernes Santo, ya en el siglo XV, y la mítica ceremonia del Descendimiento, que se verificaba al atardecer del Viernes Santo en la Capilla de la Yedra de la Colegiata de Santa María. En este solemne acto el Cabildo colegial desclavaba una imagen articulada del Crucificado y lo depositaba en una urna de cristal, procediendo a su posterior traslado hasta el convento de la Trinidad, donde los trinitarios tributaban al Santo Sepulcro los Santos Oficios del Sábado Santo; y al atardecer la Sagrada Urna era devuelta a Santa María en una fastuosa ‘procesión general’ en la que participaban todos los estamentos de la ciudad, venerable costumbre ésta que se mantuvo hasta la década de 1930, perdiéndose entonces de manera incomprensible sin que se haya hecho nada por recuperarla.
Siglo XVI
En el XVI la Semana Santa de Úbeda tomó carta de naturaleza histórica. A comienzos del siglo debía existir ya la cofradía de la Vera Cruz (oficialmente constituida en 1589 en la ermita del mismo nombre), y de entonces debe datar también la organización cofrade en torno al Dulcísimo Nombre de Jesús en la iglesia de Santo Domingo (la cofradía de Jesús se erigiría canónicamente en el convento de San Andrés el 13 de marzo de 1577), así como la cofradía de la Virgen de la Soledad, oficialmente fundada en abril de 1554 en el convento de la Merced.
En 1576 se fundó en el convento de San Francisco la cofradía de la Sangre, que sobrevivió hasta bien entrado el siglo XIX, y debió cerrarse el siglo con la fundación en el convento de la Trinidad de la cofradía de los nazarenos de Santa Elena, que en 1638 se fusionaría con la del Dulce Nombre de Jesús. De 1604 data la cofradía de la Expiración de Cristo y es en este siglo en el que el Ayuntamiento comienza a ejercer como patrón de la procesión del Santo Sepulcro, que cobra un esplendor tal que algunas crónicas de la época la califican como «la más fastuosa de España». Las actas de la cofradía de Jesús nos permiten conocer aspectos de las procesiones de esta época, como que las cofradías realizaban estaciones de penitencia en varias iglesias y conventos así como en la Colegiata.