De Gabilondo a Uclés, de una emisora de radio a Multimedia Jiennense

Iñaki Gabilondo, el escritor David Uclés y la trayectoria de Multimedia Jiennense durante 25 años encumbran un acto para la historia


Dos generaciones separadas por 48 años, la del periodista Iñaki Gabilondo (1942) y la del escritor David Uclés (1990), sirvieron ayer para dar una lección magistral sobre cómo debe ser la convivencia y el respeto generacional y sobre la integridad profesional y el análisis creativo, realista y mágico.



Fue en el acto conmemorativo del 25 aniversario del Grupo Multimedia Jiennense, que congregó en la Institución Ferial de la capital a más de 400 representantes de la sociedad jiennense.

El autor ubetense David Uclés, cuya novela “La península de las casas vacías” ha sido incluida entre las diez mejores obras del siglo XXI por la Asociación de Librerías Independientes de España, quiso reconocer, al principio del coloquio, la figura de Iñaki Gabilondo y lo definió con dos palabras: bonhomía y cabal. “Has influido a muchas generaciones”, dijo. Pero también, en su sincero elogio y reconocimiento, dibujó otras tres ideas y cualidades que le despertaban Gabilondo: el silencio, la sencillez y la sabiduría. Y fue hablando sobre el silencio que lo reconoció como una virtud e hiló ese mutis por el foro con la idiosincrasia de la tierra en la que nació, con Jaén. “Ese silencio está ligado a nuestro carácter austero, que es muy lorquiano”.

Antes, Iñaki Gabilondo había reconocido que la novela de Uclés era una de las mejores que había leído en muchos años y ahondó en la idea y la necesidad de sentirse orgullosos del territorio natal, recordando su etapa en la radio en Sevilla, allá por los años setenta, y la baja autoestima en muchas ocasiones de los andaluces, en relación con otras regiones del país.

Así, de lo local a lo global, del pasado al presente, Iñaki Gabilondo se preguntó qué es distinto y qué sigue igual a lo largo de estas últimas décadas, para llegar a la conclusión de que cada periodo, cada sociedad, debe resolver de forma eficiente sus problemas. “Las recetas de la política actual no pueden resolver los problemas de hoy”, arguyó, a la vez que aludió a la colectividad y a la necesidad de buscar medidas distintas a nivel global. “La suma de nuestras impotencias nos hará potencia”, dijo.

Gabilondo defendió que nada es fácil y lamentó que el concepto de dinero, la economía, prevalezca siempre por encima de todo. “Cuando te encuentras con alguien después de un tiempo y le preguntas cómo está, no te responde: un 4’7 por ciento mejor”. En ese sentido insistió: “Sólo la idea de lo colectivo nos salvará”.

Al hilo, David Uclés reforzó la idea de Gabilondo y recordó cómo en su estancia en Alemania un amigo lo detuvo cuando intentaba cruzar un semáforo en rojo porque el vehículo que circulaba por la vía estaba aún muy lejos. “Me reprochó el intento de cruzar, no porque nos pusiéramos en peligro nosotros, sino porque poníamos en peligro al conductor del coche y al resto que circulaban”, explicó. El escritor se refirió al creciente individualismo alimentado por las redes sociales y el debate, tras interesarse Gabilondo por el proceso de creación de “La península de las casas vacías”, caminó hacia la memoria.

Uclés explicó que ha tardado quince años en escribir su novela y que la intención era hablar sobre un periodo reciente como es la Guerra Civil española, pero desde la distancia de dos generaciones. El escritor defendió la sabiduría de lo rural, de lo local, la que recibió de su abuelo y de su familia, algo que lo llevó a trabajar durante quince años en su obra para contar un periodo, ampliamente documentado, pero con la pátina del realismo mágico, que a lo largo de toda la novela, suaviza, como si de una acuarela se tratase, los colores del terror y la atrocidad. Para Uclés, tal vez ese haya sido parte del éxito de su amplio relato. “Las heridas recientes se pueden transmitir desde lo mágico”, dijo, para, de este modo, llegar a generaciones que no conocen nada de este periodo, como si de un cuadro de la etapa negra de Goya se tratase.

El paralelismo entre el realismo pictórico y el expresionismo o el impresionismo condujo los últimos momentos del diálogo entre Gabilondo y Uclés hasta los recientes acontecimientos de Valencia con la Dana para abordar el fenómeno de las noticias falsas. Gabilondo advirtió de que han llegado para quedarse y recordó que en cualquier inundación, lo primero que siempre falta es el agua potable. En este sentido, en relación al periodismo actual y a la información, aseguró que es imprescindible que haya y que no falte periodismo potable, agua no contaminada que sacie a la sociedad formada y crítica.

Una gala ágil y comprometida

Mucho más de sí dio el debate entre Iñaki Gabilondo y David Uclés, tanto como el acto previo del 25 aniversario de Multimedia Jiennense. Un resumen del documental sobre el fundador del grupo, Esteban Ramírez, y otro sobre el que se estrenará el próximo 4 de diciembre sobre el grupo de comunicación, dio paso, de la mano de Laura Martínez y Alfonso Fernández, exquisitos en su exposición, al momento más distendido de la noche.

El periodista José Ángel Mañas desplegó todo su oficio, ingenio y buen humor entrevistando al presidente de la Diputación Provincial de Jaén, Paco Reyes; al delegado del Gobierno andaluz, Jesús Estrella; al presidente de la Fundación Caja Rural de Jaén, Patricio Lupiáñez; la alcaldesa de Úbeda, Toni Olivares; y al alcalde de Jaén, Agustín González.

Tras la nota de humor, el director general de Multimedia Jiennense, Manuel Expósito, en la presentación del diálogo entre Gabilondo y Uclés, puso negro sobre blanco la apuesta periodística del grupo a lo largo de estos 25 años por la comunicación local, la independencia informativa y el compromiso con la provincia de Jaén. Expósito aludió a que el periodismo no es el cuarto poder, ni el quinto, ni el sexto, acaso un contrapoder necesario y con la vocación de servicio público.

Sembrar en los vientos

“Sembrar, siempre sembrar, sembrar en todos los surcos, sembrar en los vientos, sembrar hasta en las rocas”. Con esa ya icónica frase de Esteban Ramírez, fundador de Multimedia Jiennense, el consejero delegado del grupo de comunicación, Alejandro Mas, quiso terminar su discurso con motivo del 25 aniversario.

Alejandro Mas recordó que este primer cuarto de siglo ha retado a Multimedia a navegar más tiempo en las aguas turbulentas de las sucesivas crisis que se han vivido, que en pacíficas costas: “la gran recesión de 2008, la pandemia, guerras y emergencias climáticas han afectado a todos en este tiempo. Y en el caso de los medios de comunicación, además estamos inmersos en una profunda crisis existencial”, dijo.

Tras recorrer brevemente la evolución empresarial de estos 25 años con guiños cómplices y afectuosos a quienes forman parte de Multimedia Jienense y a quienes ya no están, Alejandro Mas perfiló qué es este proyecto empresarial: “Realmente Multimedia Jienense es un caso peculiar en el panorama mediático español. Con su sede fuera de la capital de la provincia, pero con varios centros de producción distribuidos por todas sus comarcas, aunando todos los soportes de comunicación posibles y con unos ingresos con origen en instituciones u organismos públicos que son minoría, hemos conseguido vivir mucho menos cómodos económicamente pero mucho más tranquilos profesionalmente”.

El consejero delegado de Multimedia Jiennense también fue autocrítico con Jaén: “Cuantos más años se cumplen más rápido parece que pasa el tiempo y aun así en Jaén permanecen inalterables proyectos infinitos y promesas que adquieren color sepia. Hospitales que no arrancan o autovías que no avanzan, trenes mediocres vacíos porque o no son útiles o no tienen plazas disponibles. Pero también se hace evidente lo que ha cambiado, en algún caso para peor como que ya no necesitamos a nadie de fuera que nos quite una oportunidad de desarrollo, nosotros mismos nos bastamos para cercenarla, como ha ocurrido al rechazar la candidatura a Patrimonio Mundial del paisaje del olivar”.

Pero también elogioso: “En la tierra en la que siempre primó la cantidad hoy se ha impuesto la calidad del aceite de oliva, cuya subida de precio ya no es sinónimo de pérdida de cuota de mercado; que la industria es ahora el sector económico más importante de nuestra provincia; que somos un destino turístico reconocido y en alza, con el barrio con más estrellas gastronómicas del mundo, San Ildefonso; con una inversión disruptiva ya en marcha para la implantación del CETEDEX”.

Alejandro Mas lamentó la creciente crispación política amplificada por los medios de comunicación y ha recordado como en un momento crucial de la historia de España, “el maestro Gabilondo, salvó desde los micrófonos de la SER toda la honra de una profesión que se empeña crisis tras crisis en arriesgar su credibilidad”. Como también quiso destacar “el trabajo de los casi 67.000 concejales y alcaldes de pequeños municipios que se desviven por sus vecinos a cambio de ninguna o muy escasa remuneración”.

“Los medios locales por su parte son los que más cerca están de la ciudadanía y sus problemas y, por tanto, los que menos bulos pueden alimentar. Si se puede construir una nueva relación de confianza entre sociedad, medios y política la primera piedra estará sin duda en el ámbito local”, enfatizó.

Alejandro Más ha terminado con el compromiso de seguir siendo rigurosos y leales, informando y defendiendo lo que es bueno para Jaén. En definitiva: “Sembrar, siempre sembrar, sembrar en todos los surcos, sembrar en los vientos, sembrar hasta en las rocas”.

El consejero delegado agradeció la colaboración de la Diputación Provincial de Jaén, de la Junta de Andalucía y de la Caja Rural en la celebración de este 25 aniversario de Multimedia Jiennense.