El caso del temporero muerto en Frailes, pendiente de un testigo
El testigo, investigado por la paliza mortal y autor confeso, no se presentó a declarar
Foto: EXTRA JAÉN
Imagen del juicio a sus compañeros, ya condenados
El caso del temporero muerto de una paliza en Frailes (Jaén) en enero de 2020 sigue sin resolverse judicialmente después de que el testigo que estaba citado a comparecer desde Rumanía en calidad de investigado no se presentara el pasado 25 de junio para declarar por videoconferencia. Esta citación se produce después de que remitiera una carta reconociendo la autoría del crimen, lo que supuso la anulación del juicio con jurado en el que se condenaron a dos compatriotas.
Todo estaba preparado en el Juzgado de Alcalá la Real, pero se quedaron esperando tanto el abogado de oficio que iba a asistir al testigo por prestar declaración en calidad de investigado así como la jueza instructora y el intérprete porque finalmente no se presentó a la comparecencia. Ahora, la nueva fecha fijada para esa declaración por videoconferencia es el 12 de julio, tal y como han señalado a Europa Press fuentes judiciales.
Por este caso ya fueron condenados por la Audiencia de Jaén dos hombres de nacionalidad rumana a los que, tras ser declarados culpables por un jurado, se les impuso 14 años de prisión por matar a golpes a un compañero compatriota en Frailes.
No obstante, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) sentenció en noviembre de 2022 la repetición del juicio con jurado, anulando así el primer juicio y el veredicto de culpabilidad.
El caso volvió a la fase de instrucción y los dos condenados, de 22 y 42 años, quedaron en libertad en enero de este año al superar el máximo legal permitido sin que todavía hubiera fecha para el nuevo juicio. Entre las medidas cautelares impuestas, se encuentra la entrega de los pasaportes para evitar su salida del país y así intentar garantizar su presencia cuando finalmente se convoque el nuevo juicio.
La decisión del TSJA de ordenar la repetición del juicio con jurado se produjo al estimar el recurso de apelación planteado por las defensas, de modo que decretaba la nulidad de la sentencia dictada por la Audiencia de Jaén así como del veredicto de culpabilidad emitido por el jurado.
TESTIGO INVESTIGADO
En aquel momento, el TSJA estableció la devolución de las actuaciones a la Audiencia de Jaén para celebrar un nuevo juicio oral, retrotrayéndose las actuaciones al momento en que la defensa de uno de los acusados "solicitó la suspensión del juicio oral a fin de que se realicen las indagaciones necesarias para la averiguación del domicilio real y efectivo" de un testigo y su posterior citación.
En concreto, este testigo, que finalmente fue localizado con una requisitoria, escribió una carta que se recibió días antes del primer juicio en la que desde la distancia se declaraba culpable. La presidenta del tribunal decidió en aquel momento obviar dicha carta, pero el TSJA ordenó la búsqueda de esa persona para que declarara en un nuevo juicio.
De hecho, finalmente fue localizado citado por teléfono a declarar en calidad de investigado por viodeconferencia desde Rumanía, pero finalmente no ha comparecido. Ahora, la idea es que sea nuevamente localizado y llevado a declarar el próximo 12 de julio.
Este testigo en cuestión es el mismo que inculpó inicialmente a ambos acusados de la muerte de la víctima y su declaración, tal y como señaló el TSJA, "constituía la única prueba directa y principal prueba de cargo". Sin embargo, el testigo regresó a Rumanía y se le perdió la pista.
Con fecha 9 marzo de 2022, es decir, cinco días antes del inicio del juicio oral, una de las defensas presentó una carta dirigida a la Audiencia en la que este supuesto testigo afirmaba que los acusados eran inocentes y él se atribuía la autoría del crimen. Por ello, las defensas pidieron la suspensión del juicio, pero en aquel momento fue denegada.
Sin poder valorar la autenticidad de ese documento, el TSJA ya entendió en su momento que se trataba de un documento novedoso que, sin perjuicio de cuál fuera la fuerza intrínseca de convicción que pudiera suministrar, "permite a las defensas proponer una duda razonable sobre la inicial declaración del testigo y habría aconsejado una mayor averiguación para su posible valoración ulterior".
El TSJA aludió, además, al interés legítimo de las defensas de la declaración presencial del testigo para poder "interrogarle sobre las razones por las que inicialmente inculpó a los acusados y si mantiene o no lo declarado. En este caso, es "particularmente intenso", por cuanto su declaración testifical en el Juzgado de Instrucción "ha sido sin duda alguna la principal prueba de cargo que ha conducido a la condena".
Para el TSJA la imposibilidad en su momento de interrogar a este testigo en el primer en juicio limitó "decisivamente las posibilidades de defensa de los acusados, sin que en absoluto pueda descartarse que ello no haya tenido influencia en el fallo condenatorio".
Igualmente, tuvo en cuenta otro aspecto aludido en el recurso de una defensa: "que el juicio se celebró sin esperar el resultado de otra importantísima prueba acordada en fase de instrucción": el informe de ADN y de análisis de restos de sangre en prendas de ropa de los acusados, y con el que ahora sí se cuenta.
DECLARACIONES
Cabe recordar que durante el juicio oral, los dos acusados defendieron su inocencia y coincidieron en señalar que cuando ocurrieron los hechos habían ingerido una gran cantidad de alcohol tanto ellos como la víctima.
Declararon que fueron a la vivienda del fallecido junto con el hermanastro de uno de ellos y que siguieron bebiendo vino. En un momento dado, según sus declaraciones, la víctima subió a la planta de arriba a por tabaco y cuando bajó, lo hizo con un cuchillo jamonero en la mano.
Según el acusado más joven, la víctima le puso el cuchillo en el cuello mientras que le decía que le iba a matar. Por eso, le hizo "una llave", le propinó un único puñetazo en el hombre y el cuchillo cayó al suelo.
Después de esto, tanto él como el otro acusado abandonaron la vivienda, dejando a la víctima en compañía del hermanastro del acusado más joven y que es la persona que reconoció por carta ser el autor del crimen, aunque en su día culpó a las dos personas que sentaron en el banquillo y que fueron condenadas, aunque luego se anulara el juicio.
Con los dos acusados ya en libertad y la incomparecencia del testigo investigado, el caso sigue en instrucción en Alcalá la Real, a la espera de que finalmente pueda darse algún avance.