El Expositor: El imperio de lo viejo

Crónica política de la semana de Manuel Expósito

 El Expositor: El imperio de lo viejo

Úbeda, Plaza Vieja.

Nos hacemos viejos, sin delicadeza: por cada pensionista, apenas 1,7 cotizantes a la Seguridad Social en la provincia. La proporción, en cambio, es de 1 a 3 en el caso de Almería. Las comparaciones y las estadísticas resultan odiosas. Nos hace falta más mano de obra inmigrante, más cuidadoras dadas de alta, más camareros contratados a jornada completa, más puestos de trabajo dignos. Una trabajadora de Ayuda a la Dependencia, declarada merengona, cuestión de pelotas, para llevar un jornal a casa, caso verídico, madre coraje, atiende diariamente a 4 personas, en 4 domicilios diferentes, fuera del casco urbano de su pueblo, desplazándose forzosamente en su propio coche, a 19 céntimos el kilómetro. "Ya podría estirarse un poquito más Florentino Pérez aunque fuera a costa de los derechos de imagen del gran Mbappé", concluye su reflexión doméstica, la pobre, empapando de sarcasmo la mopa antes de proseguir la tarea. No sabemos realmente el suelo que pisamos hasta que a alguien se le ocurre irrumpir, torpe y despreocupadamente, en lo recién fregado. Vienen más turistas este verano que el pasado, nos valoran alto, mucho y bien, pero siguen siendo pocos en relación al resto de destinos. De la feria de Linares a la de Andújar, los mandamases de los dos partidos hegemónicos estrenan el nuevo curso fotografiándose en casetas donde la concurrencia correligionaria se reduce a sota, caballo y rey, es decir, la baraja de cargos remunerados y pare usted de contar.

Quien no tiene padrino, o madrina, no se bautiza. El último Consejo de Gobierno de la Junta consumaba el cambio de estructura en la Consejería de Salud y Consumo (“El Consejo de Gobierno ha aprobado el decreto por el que se modifica la estructura de la Consejería de Salud y Consumo para dar respuesta a la creciente complejidad del sistema sanitario, al envejecimiento de la población y a la demanda de una atención más personalizada y centrada en el paciente”), a raíz de la salida de Lina García y su sustitución por Rocío Hernández, activándose un proceso de relevos en el que el paisanaje en términos de confianza cuenta enormemente. Dos comprovincianos del Santo Reino, no obstante, son la excepción que confirma una regla no escrita a propósito de la incorporación al equipo de la flamante consejera de Salud de sus más estrechos colaboradores en el distrito sanitario Aljarafe-Sevilla Norte que venía dirigiendo. María Luisa del Moral, nombrada viceconsejera hace apenas 8 meses, la horma del zapato reclamada por el corporativismo médico, y José Antonio Miranda, director general de Gestión Económica y Servicios del SAS, gran hacedor/muñidor en el proceso hacia la externalización, bajo el manto protector del incombustible Javier Arenas desde hace décadas, son los jiennenses que conservan su puesto, en tanto la baezana Trinidad Rus, ya ex directora general de Atención Sociosanitaria, Salud Mental y Adicciones (“que pasa a denominarse Dirección General de Cuidados y Atención Sociosanitaria”), enfermera como su mentora Catalina, so pretexto de la gran reestructuración, es cesada de la noche a la mañana. Asimismo, se oficializa la destitución del gerente del Hospital Universitario de Jaén, Javier Vadillo, año y medio después de su nombramiento. Cuentan que el portazo sonó hasta en los servicios centrales cuando pidieron al interfecto que se mantuviera unos cuantos días más hasta la llegada de su relevo. ¿Que vuelve a sonar para el cargo, como ocurriera en 2023, el gerente del Hospital San Juan de la Cruz de Úbeda, Jesús de la Paz, ATS, residente en Jaén, concejal del PP en Úbeda? En la línea de renovación emprendida, “preferiblemente, un médico”, señalan fuentes consultadas. Para la nueva etapa que se abre en el staff de la consejería que maneja más de un tercio del presupuesto autonómico, pues, simplificando, menos enfermeros y más facultativos, más sevillanos y menos jiennenses. O sea.



Epítome del fin de semana previo a la vuelta al cole. Viernes. Pleno de la reentrée en el Ayuntamiento de Jaén. La joven Ana Núñez, desacomplejada nostálgica del franquismo pese a su corta edad (a decir de unos viejos, mal borrados y controvertidos tuits), cubre la vacante del dimisionario Francisco Joaquín Martínez en las filas del PP, mientras el cabeza de lista de JM+, Manuel Carlos Vallejo, entonó su despedida remarcando la insalvable distancia existente entre el cacareo de las redes sociales y la compleja gestión de un ayuntamiento entrampado hasta las cejas. Sábado. Comité Federal del PSOE. Principia un curso harto complejo. El enésimo. Tan sin aviso, el imprevisible Pedro Sánchez optará a la reelección como secretario general en el cónclave sevillano, adelantado al 30 y 31 de noviembre y 1 de diciembre, a fin de activar una profunda renovación orgánica, así en Ferraz como en las territoriales, que relance las alicaídas expectativas demoscópicas de la marca. ¿La cesantía acordada de Santos Cerdán? ¿La subsiguiente remodelación de Gobierno? ¿Nuevas baronías prefabricadas en Castilla-La Mancha, Aragón, Andalucía…? Juan Espadas reitera su empeño en pos del reto electoral de 2026, a sabiendas de que la propuesta de financiación singular a Cataluña no es el mejor aval para la precandidatura de María Jesús Montero a la presidencia de la Junta. Mago o tahúr, héroe o villano, cuando nada es seguro y todo es posible, sobreviene siempre la capacidad estratégica de Sánchez Pérez-Castejón para sorprender a propios y extraños. Asombra o revienta.