El Expositor: Jaén, trumpismo o muerte
Crónica política de la semana de Manuel Expósito Moreno
Jaén, trumpismo o muerte.
La semana de la vuelta al poder de Trump fue la del rechazo en el Congreso (PP + Vox + Junts) del decreto ómnibus del Gobierno (revalorización de las pensiones, prórroga de las ayudas al transporte público y a los damnificados de la dana valenciana y, de rondón, sin perdón, la cesión/devolución del palacete parisino del Instituto Cervantes al Gobierno vasco) y la de un Fitur cuasi normalizado, es decir, similar al prepandémico, aunque ahora conquistado indisimuladamente por la IA (Inteligencia Artificial). Pareciera que el primer mandatario estadounidense hubiera obtenido el triunfo, indiscutible, arrollador, sin paliativos, en el conjunto de un planeta terraplanizado por la ley del mínimo esfuerzo negacionista/oscurantista/ultraliberal. Mientras Pedro Sánchez se envaina el atajo, al tiempo que asume la imposibilidad de aprobar unos nuevos presupuestos, el rey del mundo, a quien nadie se atreve a toser y menos aún a advertir de su desnudez, primer delincuente convicto en llegar a la Casa Blanca, sin penas ni culpas de las que arrepentirse, firma decenas de órdenes ejecutivas derogatorias que, ipso facto, imbuido de arrogante impunidad, muestra a la cámara como quien blande la espada después de clavarla en el pecho del inocente. No hay piedad a migrantes y miembros del colectivo Lgtbiq+ que valga, rece lo que rece, pida lo que pida en alta voz, la obispa Mariann Edgar Budde. Elon Musk, que está en los cielos, levitante y en permanente trance, le baila el agua. “Esta es la historia de nuestros tiempos. Cómo un pequeño grupo de fanáticos de la tecnología cambió nuestro mundo para siempre y obtuvo un poder y riqueza inimaginables” (‘El ascenso de los multimillonarios’. Docuserie de Movistar)…
El stand de Jaén, en el contexto del pabellón 5 que gestiona la Junta de Andalucía, se antojaba más cercano al modelo compartimentado tradicional, cuya transformación radical tantas críticas generó en la edición anterior de la Feria Internacional de Turismo de Madrid. A un lado, Jaén-provincia, y al otro, Jaén-capital. Una forma ladina de garantizarse a priori el plácet de la Diputación socialista, en tanto la otra mitad sería controlada directamente por el único ayuntamiento jiennense de más de 100.000 habitantes. La moción de censura hizo añicos la argucia pergeñada a propósito del espacio compartido para la promoción y el relumbrón: PSOE por delante, PSOE por detrás, su cachito de gloria para JM+ y pare usted de contar. Daba lástima ver al alcalde hasta hace un rato, González Romo, asistir de convidado de piedra a la presentación del programa conmemorativo del 1.200 aniversario de la capitalidad de la ciudad de Jaén que con tan denodado empeño impulsó desde su génesis. Acostumbrado al poder en política, no conoció otra perspectiva desde su primera secretaría general de Empleo en la Junta, reclutado por Ciudadanos, Agustín González Romo es la antítesis de un portavoz en la oposición. ¿Cambiará el grupo municipal del PP de liderazgo, más pronto que tarde? Sería lo normal, una salida honrosa, un puesto en los cuadros de mando de la Junta, a estas alturas, si no fuera porque el staff de la candidatura electoral adolece de plan B. Resistir, aguantar, verlas venir y cumplir la penitencia que me sea impuesta, amén…
La estrategia de San Telmo/San Fernando respecto a Jaén pasa inequívocamente por la insistencia en la aplicación del método a lo largo y ancho de cada una de las comarcas donde peores resultados se cosecharon el 28 de mayo de 2023. Esta misma semana se sucedieron los encuentros en Rus y Cazorla, comandados por la jefatura de San Clemente: el tándem que corona teóricamente la estructura orgánica, Erik Domínguez y Elena González, dirigidos por el auténtico hombre fuerte del aparato, Rafa García, mandatado de la ejecutiva regional, un tapado plenipotenciario (enviado por el PP-A tras confirmarse la continuidad del PSOE en el Gobierno de la Diputación de Jaén, Rafael García Sánchez, el todopoderoso gurú, a partir de entonces, no necesitó de votos, ni de proceso congresual, para ser designado vicesecretario de Régimen Interior y adjunto al presidente provincial, apabullando a la dirigencia local en su carta de presentación a golpes de currículum: “Licenciado en Psicología, diplomado en Management and Information Systems por la Universidad de Colorado, experto en recursos humanos y liderazgo político, coach personal de Juanma Moreno, formando parte del Gabinete de Presidencia”). Prietas las filas. Una tutela, estrecha y efectiva, que no se salta un galgo. El fin justifica los medios, aunque sean pseudomedios. En las dos primeras jornadas profesionales de Fitur’2025, Álvaro Ojeda, el reportero atosigador de ‘okdiario.com’, el digital de obediencia debida al PP que dirige Eduardo Inda, le hizo sendos y sucesivos ‘escraches viralizables’ a Paco Reyes y Julio Millán, en el propio stand de Jaén, a propósito del affaire ‘Aniche/Anso’ y del acuerdo PSOE/JM+ en el Ayuntamiento capitalino, respectivamente. Las negativas reiteradas de los destinatarios de las invectivas no sirvieron sino para recrudecer el acoso…
INE. Jaén y Córdoba perderán población durante los 15 próximos años frente al incremento del 8 por ciento en el conjunto andaluz. La sangría demográfica nos condena a no sumar ni 600.000 residentes, 574.606, en el horizonte temporal de 2039. Rasgándose las vestiduras, en la Jaén oficial nadie se da por concernido. Cada día somos menos, por más que la España despoblada todavía no nos incumba, no nos ataña, a decir de los miopes que nos gobiernan. Trump exige a la OTAN, empezando por España, un crecimiento de la inversión militar de hasta el 5 por ciento del PIB. Pedro Sánchez promete, en breve, alcanzar el 2%. Todo con tal de no contradecir los caprichosos designios del emperador del mundo libre. La reindustrialización de Jaén, hoy por hoy, desde luego, no se entendería sin mayor gasto en Defensa, del Cetedex al resurrecto parque empresarial de Santana. ¿Quién se atrevería a gritar, ahora, ‘¡¡¡Bases, fuera!!!’? No hay izquierdas al uso que se precien, ni consignas antimilitaristas ñoñas que ‘grafitear’ en los muros semiderruidos del cortijo. Infiérase en propios y extraños la gran esperanza depositada en la industria armamentística por una Jaén que se resiste a sucumbir engullida en la España vaciada. Trumpismo o muerte. Hay que joderse.