San Felipe engalana el barrio a golpe de croché

Macetas, farolas, balcones y ventanas llenos de color. Porque San Felipe es luz, la puerta sur al gran pulmón verde de la ciudad, el cerro de Santa Catalina. Si el barrio de El Almendral eligió los murales para revitalizar sus calles, el de San Felipe quiere iluminar el suyo a golpe de croché. Este fin de semana, la asociación El Ariete ha expuesto y decorado una de las plazas con los trabajos realizados por veinte vecinos y vecinas del barrio desde el pasado mes de enero.

Según explica la presidenta de la asociación, Juana Gómez Garrido, la intención es hacer de San Felipe un barrio vivo y llamar a la convivencia de los vecinos. “No solo se trata de embellecer el lugar donde vivimos, sino también de realizar una labor social”, explica.

Por eso, la intención de la asociación, como ya ocurrió la semana pasada con la concentración solidaria del club motero La Gloria, es también promover una vocación de ayuda y social que lleve al barrio a su completa revitalización.

Juana Gómez explica que San Felipe es una de los barrios a los que más gente joven y de mediana edad se está mudando. No se trata de un proceso de gentrificación como ha ocurrido en otras ciudades, sino de un relevo generacional. Las casas y pisos de aquellos primeros vecinos de San Felipe están siendo habitadas por sus hijos o nietos y por otros muchos vecinos de la ciudad que buscan un lugar tranquilo, cercano y agradable donde vivir, a las puertas de algunos de los parajes naturales más bellos de la ciudad.

La nueva junta directiva, liderada por Juana Gómez, ha hecho renacer una asociación vecinal histórica de la capital que estaba a punto de desaparecer y con su impulso pretende dar un cambio radical a San Felipe.

Pero para ello necesitan el apoyo del Ayuntamiento de Jaén, que hasta el momento, ya con el anterior mandato y ahora con el nuevo equipo de Gobierno, asegura Juana Gómez, que están por la labor. Ayer visitó la muestra el alcalde, Agustín González, y los concejales Antonio Losa y Maribel López.

“Cuantos más socios seamos mejor, pero esto no se trata solo de eso, sino de hacer un barrio vivo, en el que todos participemos de actividades y veamos cómo se dota de servicios San Felipe”.

Una de las principales reivindicaciones es conseguir una mejor accesibilidad tanto para las personas con movilidad reducida como para todos los mayores. “Necesitamos espacios seguros y libres de obstáculos”, arguye Juana Gómez. En ese sentido también solicitan el arreglo de las zonas infantiles, que califica como peligrosas y mantenimiento de los espacios verdes, a la vez que ensalza la buena disposición del actual gobierno, que espera que siga mirando al sur, a San Felipe, a uno de los barrios con más futuro de la ciudad.

Desde la asociación El Ariete saben que el camino es largo y sacrificado, pero también conocen que desde la apatía y la indiferencia son pocas las cosas que se consiguen, tal y como ha sucedido en otros tiempos del movimiento asociativo en esta zona. Por ello, Juana Gómez hace un llamamiento a todos los vecinos a conseguir un barrio de San Felipe acorde al entorno único e irrepetible que atesora de la mano de inversiones modestas pero transformadoras y de la actitud social de los vecinos.

Hoy es el croché pero mañana serán tantas cosas…