Satse lleva al Defensor del Pueblo los derechos de las enfermeras
Contra los ministerios de Sanidad y Función Pública y las CCAA por desarrollar una política de recursos humanos de “sobrecarga laboral permanente y maltrato"

Foto: Extra Jaén
Imagen de archivo
El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha interpuesto una queja formal ante el Defensor del Pueblo contra los ministerios de Sanidad y Función Pública y los gobiernos autonómicos por desarrollar una política de recursos humanos de “sobrecarga laboral permanente y maltrato institucional” que vulnera derechos fundamentales de las enfermeras consagrados en la Constitución Española.
La presidenta de SATSE, Laura Villaseñor, se reunió días pasados con el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, para trasladarle el grave déficit de enfermeras que sufre nuestro país, y que el propio Ministerio de Sanidad ha cifrado en más 100.000 profesionales en un estudio recientemente presentado. Esta permanente sobrecarga laboral repercute directamente en la seguridad del paciente y en la salud de las propias enfermeras, afirma.
El Sindicato da ahora un paso más y ha presentado una queja ante esta institución con el objetivo de que promueva las acciones que considere pertinentes para salvaguardar los derechos fundamentales de las enfermeras frente a las administraciones públicas.
Derechos vulnerados
La organización sindical argumenta que, tanto el Gobierno central como los autonómicos, están vulnerando los derechos constitucionales a la vida e integridad física (artículo 15); a la seguridad e higiene en el trabajo (art. 40.2), a la protección de la salud (art.43) y a la dignidad de la profesión y de sus condiciones laborales (10.1).
En su exposición de motivos, el Sindicato subraya que la manifiesta “pasividad institucional” en la aplicación de soluciones para reducir la sobrecarga de trabajo que sufren las enfermeras, y que ahora reconoce también el Ministerio de Sanidad, es la causa principal de la vulneración de los derechos fundamentales denunciados.
Riesgos psicosociales
SATSE recuerda que viene solicitando desde hace años a las diferentes administraciones públicas que palíen los “riesgos psicosociales” que sufren las enfermeras. Al respecto, incide en que las "elevadas exigencias inherentes a la actividad asistencial y la exposición habitual a situaciones de alto impacto emocional, angustia y duelo generan, con mucha frecuencia, situaciones de estrés que pueden ocasionar el síndrome de ‘burnout’ (profesional quemado)".
Algunos factores destacados por SATSE, además de la falta de plantillas suficientes, son la frecuente rotación entre puestos de trabajo debido a la inestabilidad laboral derivada de contratos cortos y de las exigencias impuestas por las necesidades del servicio que les obligan incluso a pasar por más de una unidad en un mismo turno.
También la falta de reconocimiento profesional y laboral, las dificultades impuestas para acceder a puestos de gestión y las amenazas al espacio competencial propio y a la autonomía profesional, además de otra serie de factores que "terminan configurando una realidad laboral que resulta, en muchos casos, frustrante y desmotivadora".
Trauma secundario
También resalta que la mayoría de las enfermeras presentan el denominado “trauma secundario”, al estar expuestas de manera continua al sufrimiento de sus pacientes. Se trata del proceso por el cual “un individuo que observa el sufrimiento de otro experimenta paralelamente las mismas respuestas emocionales a las emociones reales o esperadas de la otra persona”.
“Las enfermeras se encuentran en la primera línea de atención a pacientes que se enfrentan a condiciones críticas, con traumas físicos y emocionales, lo cual las lleva a ver y experimentar situaciones que, en muchas ocasiones, son muy difíciles de sobrellevar”, apunta.
Otro “estresor” destacado por SATSE es la ‘doble jornada’ al que están expuestas mayoritariamente las mujeres enfermeras que tienen que compaginar la jornada laboral y familiar con los consiguientes problemas de conciliación existentes motivados por el trabajo a turnos, en festivos y por las noches o por las necesidades del servicio.