Úbeda pide a la CHG poner los medios para conservar el Puente de Ariza
La alcaldesa hace esta petición una vez que el Gobierno de España ha aprobado su declaración como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento
Foto: EXTRA JAÉN
Puente de Ariza.
La alcaldesa de Úbeda, Antonia Olivares (PSOE) ha apelado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para que "se vayan poniendo los medios" para la conservación del Puente de Ariza, una vez que el Gobierno de España ha aprobado su declaración como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento.
"Después de mucho trabajo y muchas reivindicaciones, unas públicas y otras, bueno, pues en despacho, se ha conseguido que el Puente Ariza sea declarado Bien de Interés Cultural, que es la máxima protección y declaración que se puede otorgar en nuestro país", ha indicado Olivares a Europa Press.
Se trata, según la alcaldesa, de "un paso importante para el reconocimiento de este propio hito arquitectónico, que pertenece al ilustre arquitecto renacentista Andrés de Vandelvira", pero también esta declaración "trae aparejada algo importante, y es que en el propio texto de la declaración reconoce que se encuentra bajo las propiedades Confederación Hidrográfica del Guadalquivir".
Por ello, "el siguiente paso al que apela este Ayuntamiento, desde luego, y esta alcaldesa, es que se vayan poniendo los medios para la conservación de este extraordinario puente, como así lo acredita la propia declaración que acaba de recibir".
En esta línea, ha apuntado que ante "la cantidad de fondos europeos que están llegando a nuestro país", su propuesta es que "una parte se pueda dedicar a la conservación y mantenimiento de esta infraestructura arquitectónica renacentista".
Este puente es una obra de ingeniería renacentista construida en la segunda mitad del siglo XVI por uno de los grandes arquitectos de la época, Andrés de Vandelvira, autor también de la Catedral de Jaén.
Su ubicación sobre el río Guadalimar permitía canalizar la riqueza cerealística y ganadera de la ciudad hacia la meseta. De piedra arenisca, mide 134 metros de longitud, cuenta con cinco ojos de medio punto y conserva el sello de Úbeda en su versión medieval, con una imagen de San Miguel.
El puente quedó sin uso en 1998 con la entrada en funcionamiento del embalse de Giribaile, en un entorno que depende de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico).
Su ubicación determina que su estructura solo aflore en periodos prolongados de sequía. No obstante, desde el Ministerio de Cultura que hace constar que pese a pasar temporadas sumergido, "puede garantizarse su conservación sin necesidad de trasladarlo". Precisamente, son muchas las voces en Úbeda que llevan años pidiendo el traslado del puente para sacarlo del embalse y asegurar su conservación.