CRÍTICA MUSICAL | Una bofetada a mano abierta

Crítica del primer trabajo, “Tanta oscuridad” del nuevo grupo jiennense, ‘Simulacro de Invierno’

 CRÍTICA MUSICAL | Una bofetada a mano abierta

Portada del primer disco de Simulacro de invierno.

No quiero aburrirles con introducciones. Vamos al grano. “Tanta oscuridad”, del nuevo grupo jiennense, ‘Simulacro de invierno’ es un discazo. De principio a fin. Y deben escucharlo a ocho puntos de volumen como mínimo. A toda hostia, joder, que es como se escucha el rock.

Ellos dicen en su presentación en todas las plataformas digitales de música online que ‘Simulacro de Invierno’ es la “nueva arista en la carrera creativa de seis obstinados músicos jiennenses […], una nueva excusa para desarrollar un proyecto que pretende explorar las profundidades sonoras de la New Wave o el Post Rock de los 80 y 90, desde una perspectiva actual”.



Y hablan de la influencia de bandas como Bauhaus, The Afghan Whigs, Sisters of Mercy, Mark Lanegan o The Pixies. Perfecto, extraordinario, pero lo que ustedes van a escuchar si pinchan en este enlace (deberían hacerlo ya y abandonar este artículo) es una banda nueva cojonuda.

Pasa demasiadas veces, desde hace demasiado tiempo, que los críticos y las propias bandas se empeñan en buscar las referencias musicales que los definan como proyecto, que les permita etiquetarse en un universo sonoro que está a mil años luz del márquetin ochentero y noventero, que se pierde la perspectiva, que los árboles ocultan el bosque.

La primera vez que escuché “Tanta oscuridad”, sin letra aún, fue como una bofetada a mano abierta. No suele pasar mucho. Me ocurrió hace unos años cuando oí “Under The Pressure” de The War On Drugs o mucho más joven con “Where Eagles Dare” de Iron Maiden, “Thunder Road” de Bruce Springsteen; o por irnos a otro extremo musical, con “Ederlezi” de Goran Bregovic. Son canciones que no precisas reproducirlas una y otra vez para que te sacudan desde la primera nota. Eso pasa con “Tanta oscuridad”. ¡Pum! Y te estalla la cabeza.

Pero Simulacro de Invierno no es solo ‘oscuridad’, es una banda. El universo creativo de Kike Guitiérrez ha alumbrado a lo largo de más de tres décadas las mejores bandas, como tal, en Jaén. ¿Por qué? ¡Ay amigo! Si supiera la fórmula. Kike, el Guti aún para muchos viejos colegas, tiene en su cabeza desde el primer riff de una canción hasta el último arreglo antes de grabar la pista definitiva. Es como un gran director de orquesta que ondea al viento su batuta para obrar el milagro, que además ha salido de su genio creador. Pero su verdadero valor es saber que sin el resto de músicos y sin su talento, el resultado es una mierda, carne muerta para el mustio estercolero musical. Y nada como una base rítmica potente, rotunda para acompañar sus creaciones. Lo sabe.

Hay que agradecerle a Emilio Ramos su tesón, su perseverancia. Nunca vi a nadie afearle a un escritor que cada dos años publicara una obra o que cambiara de género, de la prosa al verso, del ensayo a la novela. La música es otra cosa. Los músicos son otra cosa. Emilio empujó nuevamente a la pista de esta ciudad circense a Kike y junto a cuatro grandes músicos más, Juan Araque, Javier Guerrero, Ricardo Ortega y Javier Serrano han hecho un “simulacro”. Joder, y les ha salido muy bien.

Pareciera por lo dicho que el tema “Tanta oscuridad” es mi debilidad, pero no, lo es “Ansiedad”. El resto del EP son otras pequeñas obras maestras como “La señal” o la que cierra su primer trabajo, “Esta Canción”, una preciosa ‘nana’ que recuerda al gran Jean Paul (Raúl Bernal). ¡Ya estamos con las referencias! Ya se los dije, no deberían haber llegado hasta aquí. Mejor hubieran escuchado el disco. Suban el volumen, que esto es un auténtico simulacro de placer.