“La montaña me ha permitido encontrarme a mí mismo”

Montero lleva labores administrativas en la Policía Local de Jaén. Pero sus ratos libres se los dedica desde hace más de una década a la gran pasión de su vida: la montaña.

Es usted un gran aficionado al senderismo. ¿Cómo le surge la idea de escribir un libro sobre ello?

Un amigo me aconsejó que lo hiciera, porque sabía que tenía mucha experiencia. En ese momento decliné la oferta con una risa nerviosa. Creo que cualquiera ha tenido una idea así en la mente, pero la tenemos como muy lejana, no te lo planteas seriamente. Pasaron las semanas, le empecé a dar vueltas a la idea y me di cuenta de que yo podía contribuir positivamente. Los libros de montaña en el mercado están dirigidos a unos perfiles ya bastantes formados y cualificados. Nadie escribía para formar al montañero de base, al aluvión de personas aficionadas que se echan al monte a descubrir la naturaleza con poco conocimiento. Ahí vi un hueco.

¿Por qué ‘Búscame en la cima’?

Es mi frase, una especie de mantra que llevo siempre conmigo. La montaña me ha dado lo mejor, me ha permitido encontrarme a mí mismo. Gracias a ella, he encontrado un equilibrio y una serenidad que necesitaba.

¿De qué manera cree que el libro puede servir a ese perfil de aficionado a la montaña?

La gente que se echa a la montaña necesita una formación de base. La ruta de montaña empieza en la casa de uno: descargando mapas, información, contrastando con otros compañeros y aficionados a la montaña. Cuanta más planificación haya, la horquilla de riesgo se reduce. Mi mayor propósito con este libro es que la gente se dé cuenta de las imprudencias y el exceso de relajación que puede tener salir a la montaña. La mente puede jugarte malas pasadas en la montaña. En el libro, voy dando pautas para que el lector tome conciencia del riesgo al que puede enfrentarse. Tiene que ser una experiencia placentera, pero si no se hace bien, se puede volver en nuestra contra.

¿Es también un libro para divulgar zonas de senderismo de la provincia que no sean tan conocidas?

Sí, de hecho, el libro está dividido en dos. Empecé escribiendo esa parte formativa y técnica de la que hablaba. Quedé tan contento que escribí la segunda parte más como un regalo, que son 47 rutas por la provincia de Jaén. Un paseo por la naturaleza y la riqueza de las distintas civilizaciones que han pasado por el Santo Reino. Visito lugares emblemáticos que se salen de lo habitual. Muchos de ellos son desconocidos para el aficionado de la montaña o incluso para la propia gente de Jaén.

¿Alguna ruta que quiera destacar?

Un lugar que me ha sorprendido por su belleza es Despeñaperros, que es una zona desgraciadamente muy poco conocida. Una joya que guarda pinturas rupestres, barrancos espectaculares y una riqueza de fauna que te deja sin palabras. No me canso nunca de visitarla, siempre que voy descubro algo nuevo. O el puente romano de Conchinchino, situado en una zona muy próxima al castillo de Navas de Tolosa y de la localidad de La Carolina. Sin embargo, poca gente lo conoce y es muy triste. Me estremecí cuando lo vi y me juré hacerle justicia, por eso lo he puesto de contraportada del libro, para que la gente se pregunte de dónde es.

Ya ha cumplido con el sueño de publicar este libro, ¿algún deseo que le quede por cumplir?

Ahondar en esa búsqueda de la armonía y de la paz que te regala la montaña. Y con el libro espero que sirva para que la gente también se conciencie y se enamore de la belleza de la naturaleza, siempre respetándola. Y que sea una herramienta útil para todo aquel que sale a la montaña, que aprenda a cómo planificar una ruta, cómo orientarse o cómo enfrentarse a situaciones complicadas.