El "mejor amigo del hombre" lo es también ahora del lince ibérico

Los perros Sky, Juno, Ruma y Kenia son los nuevos integrantes del equipo encargado de velar por una especie que ha dejado de estar en peligro de extinción

 El "mejor amigo del hombre" lo es también ahora del lince ibérico

Foto: Junta de Andalucía

Técnicos del programa con uno de los perros.

Sky, Juno, Ruma y Kenia, de razas border collie, labrador retriever y pastor belga malinois son los nuevos garantes de la conservación del lince ibérico en Andalucía, cuyas principales colonias se encuentran en la Sierra de Andújar y Sierra Morena (Jaén) y en Doñana, (Huelva).

La población de lince ha pasado en lo que va de siglo de 62 ejemplares a 755 en estas zonas, principalmente en la provincia de Jaén, gracias a los programas puestos en marcha por la Junta de Andalucía desde 2001 con fondos europeos. Esta consolidación de la especie, hizo que en el mes de junio la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)", la mayor organización mundial dedicada a la conservación de la naturaleza, redujera la categoría de la especie en su lista roja de "en peligro" a "vulnerable".



La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente ha puesto recientemente en marcha el desarrollo de nuevas técnicas de seguimiento de las poblaciones del lince ibérico como la incorporación de perros especialmente adiestrados, que serán complementarias a las tradicionales y permitirán una monitorización más eficiente y eficaz de la especie.

Desde el programa LIFE Lynxconnect, la Junta de Andalucía viene trabajando en adiestrar a una unidad canina, que, además, incrementará la superficie y la tasa de recolección de muestras tales como excrementos o rastros.


Adiestramiento

La primera fase de entrenamiento duró 6 meses y se adiestraron cuatro cachorros. Los trabajos consistieron en ejercicios de búsqueda y detección, así como de obediencia. Los cachorros aprendieron entonces a identificar muestras de lince, discriminándolas de otras procedentes de distintos mamíferos, así como la detección de cachorros y animales heridos con la dificultad de educar al perro en la no interactuación con los mismos.

El adiestramiento ha sido continuo hasta que los cánidos han cumplido dos años, edad a la que se estima, alcanzaron su mayor nivel de eficiencia, aunque ya con seis meses estaban preparados y procedieron a realizar las primeras salidas, sobre todo de búsqueda de excrementos, que es la tarea más sencilla para ellos. Los perros salen al campo para localizar de manera sistemática rastros y restos del felino con objeto de caracterizar genéticamente tanto a los individuos como a sus poblaciones. Las muestras tomadas por los canes se analizan por el equipo del CSIC, que lidera los trabajos de análisis genéticos abordados en el proyecto LIFE.

Nava y sus crías fueron salvadas por la unidad canina

Se han venido realizando salidas de urgencia para la detección de cachorros y ejemplares heridos o en peligro. Unos de los casos más emblemáticos fue el de Nava, la hembra de lince víctima de un atropello en Montoro en marzo 2023, que dejó cuatro crías que fueron localizadas con éxito y gracias, entre otras, a la intervención de la unidad canina.


El valor añadido de la unidad canina es tal que se valora la trasposición a otras zonas del proyecto LIFE fuera de Andalucía: en Extremadura, Castilla La Mancha, Murcia y Portugal. Se realizarán exhibiciones, así como salidas puntuales para trabajos de búsquedas de rastros y individuos.

Mayor efectividad, menor coste

En los últimos 15 años el seguimiento de la población de lince ibérico se ha realizado principalmente mediante foto-trampeo apoyado por herramientas como el radio-seguimiento. Se trata de técnicas contrastadas y depuradas que han aportado mucha información, pero que requieren un esfuerzo en recursos directamente proporcional a la población objeto de seguimiento.

La utilización de perros es especialmente útil en tres aspectos del proyecto: detección y localización de excrementos. La monitorización genética de los núcleos se plantea a partir de la realización de campañas de recogida de excrementos de lince ibérico, donde la utilización de equipos caninos puede contribuir considerablemente a aumentar su eficacia y a reducir la confusión con excrementos similares de otras especies; la detección de rastros de ejemplares en dispersión, confirmando citas de animales en áreas nuevas donde las densidades de rastros son muy bajas. Cuando se producen citas de ejemplares dispersantes en zonas donde no se habían detectado previamente, con una densidad de rastros muy baja, es necesario mejorar su localización con herramientas más eficaces, como equipos caninos entrenados en olores relacionados con el lince ibérico. Detección de cachorros y ejemplares heridos o en peligro.


LIFE, proyecto de cooperación transnacional

La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente lidera el proyecto de cooperación transnacional LIFE Lynxconnect, que consta de 34 acciones transversales diseñadas para lograr de manera más eficiente los objetivos. Este proyecto, formado por 22 socios, constituye uno de los pilares de la política de conservación y protección de las especies amenazadas que realiza el Gobierno andaluz. Nace con un horizonte de cinco años y trabaja en una extensa área en el centro y sur de la península ibérica.

La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, ha explicado que, debido a la expansión demográfica del lince ibérico en la última década, "es imprescindible desarrollar metodologías más eficientes y sostenibles, que permitan mejorar la ratio coste/beneficio y que además sean transferibles y exportables a otras especies amenazadas".


Uno de los grandes hitos conseguidos en torno a este proyecto ha sido el aumento de población genéticamente viable. Según el último censo de 2023, se han contabilizado más de 2.000 linces en vida silvestre en la península ibérica, 755 de los cuales presentes en Andalucía, la comunidad con mayor número de ejemplares que presenta un crecimiento del 20 por ciento.