Reyes y ‘sus’ 5 estrellas (Michelín).
Calor anticiclónico en enero. Jaén, como el resto, mira el futuro inmediato con inquietud y desasosiego. Pantanos y cerebros vacíos. El pasado reciente, que todavía es presente, en tiempo de balance -ayer, se clausuraba, en Madrid, la 44ª edición de Fitur-, está representado por ese producto turístico autóctono, desacomplejado y diverso, que en el nuevo diseño del pabellón de Andalucía se antojaba insignificante, distribuido en espacios pequeños, disgregados, dispersos, entre anchurosas calles que resaltaban la grandiosidad de otros grandes destinos, como Málaga o Cádiz, y donde costaba identificar la decidida apuesta promocional de la Junta por Úbeda/Baeza, el parque natural de Cazorla, Segura y Las Villas o Jaén capital, por citar solo nuestros tres grandes ejemplos. Las presentaciones estelares se celebraron en un escenario central; las de mediano formato, en una sala con capacidad para 60 personas; y la mayor parte de las ofertas jiennenses, sencillas y tiernas, en un constreñido habitáculo concebido para albergar a una selecta minoría conformada por apenas una veintena de espectadores. Se triplicó la zona de trabajo para empresarios, en detrimento de la presencia institucional de diputaciones como la de Jaén. La falta de luz, las deficiencias organizativas o la dificultad para la pronta localización de los actos que desarrollaban los municipios centraban la crítica de Paco Reyes -que no descarta disponer de estand propio, fuera de Andalucía, el año próximo-, en tanto Erik Domínguez grababa un vídeo de respuesta inmediata mostrando hasta qué punto él sí se movía por la geometría plana de Andalusian Crush como pez en el agua. Para gustos, colores. Presencia andaluza multicolor en Fitur, sin ningún género de dudas, con un 36 por ciento más de visitas profesionales en el devenir de los tres primeros días de feria. La organización de Ifema premiaba la innovadora imagen expositiva de Turismo Andaluz como la más destacada entre las comunidades autónomas presentes. En contraste con tamaño alarde exhibicionista en la Villa y Corte, sarcasmos del destino, la oficina de turismo de la ciudad de Jaén, denunciaba in situ la oposición socialista, permanecía cerrada a cal y canto durante toda la jornada del sábado. Guerra de eslóganes. De la ‘Jaén, Jaén, auténtica’ del gobierno local anterior a la ‘Jaén te está esperando’ que acaba de estrenarse. Hambre que espera hartura. El nuevo modelo de gestión de la red de oficinas de turismo, que auspicia el equipo del consejero Arturo Bernal, concentrará precisamente en esta sede capitalina al personal técnico de su competencia en la provincia, adscrito hasta ahora también a los puntos de información turística de Úbeda y Baeza. Esa es la idea, la intención de la Junta, en proceso, solo en proyecto por el momento. Revisión de convenios municipales, a un año vista, en principio, y ya se verá si con solución de continuidad, o no.
Reconocer capacidad, a todos y todas, sin distingos, para los mismos derechos. Aprovechando Fitur, aunando huestes llegadas de todos los confines del Estado, en defensa de la igualdad entre españoles, el PP volvió a convocar una movilización dominical, en Madrid, al grito de #UnaEspañaFuerte. El prólogo, el sábado, en cada provincia, la firma y la lectura de un manifiesto de alcaldes y alcaldesas. Último arreón feijooniano antes del martes, debate de la ley de amnistía en el Congreso. España se rompe. España se vende. España se arrienda. España se cuartea. Resulta paradójico que jiennenses iniciados en materia de igualdad territorial teman que la asimetría del Estado pueda aún más orillarnos y empequeñecernos. Jaén, en pie de igualdad, oigan, incluso obviando a Cataluña, suena por estos pagos a chiste malo. Desde la desigualdad manifiesta, ¿podremos algún día dejar de preguntarnos por la clave de un porvenir que por fuerza ha de estar en alguna parte? Siempre nos quedarán los olivos, sus troncos retorcidos, el aceite y sus aromas, a mucha honra, aquí o en Pekín, de modo que las 5 estrellas Michelín, los aoves ‘Jaén Selección’ y el oleoturismo, la semana de Fitur, conquisten resueltamente Madrid, plantándose en General Pardiñas, en la glamurosa sala Kitchen, la noche del miércoles de apertura, para hacer patria y generar malsana envidia merced a una simpar charla-coloquio. ¿No decían que en Jaén no había ná? Diferenciando insuficientemente patrocinios y valías, ‘Equipo de investigación’ de Gloria Serra, bisbisean, no acierta del todo a entenderlo, habida cuenta las entrevistas que realizaba, el jueves, en Ifema, a propósito de tan desconcertante enigma: 3 estrellas de una tacada en la última hornada, la constelación jaenera de 4 estrellas apiñadas en el barrio de San Ildefonso y las 5 estrellas que atesora ya la provincia de Jaén. Y eso, masterchef de mis fogones, ¿cómo se come?
Los misterios de Jaén. Versión política, corregida y ampliada. El estilo ‘Jaén’ y su ascendiente, creciente, en el PSOE de Andalucía. Comité director. Viernes tarde. Rediseño de la ejecutiva regional, sin vicesecretaría general -sin Ángeles Férriz-, y con Jacinto Viedma -es decir, Paco Reyes- de número ‘2’, cocinero-jefe en San Vicente. Un gobierno alternativo -o en la sombra-, una ejecutiva de 68 miembros y una permanente o núcleo duro compuesto solo por 13 dirigentes, entre los que se cuenta, además de los citados Viedma y Férriz, con la parlamentaria jiennense, secretaria de Igualdad, Mercedes Gámez. El liderazgo de Juan Espadas, más visible gracias a la portavocía en el Senado, más virtual que real ante el incierto reto electoral de finales de 2026, se apresta a corregir el rumbo sublimando lo ordinario, cogiendo el paso a trompicones, a rebufo de un sargento de cuartel fajado en el ruralismo de la batalla cotidiana. Martillo, yunque y estribo. ¡Oído, cocina! En el poder real, realpolitik, no preponderan blancos y negros, sino grises, los grises uniformados de las secretarías de organización: de Juanfran Serrano, en Madrid, a Jose Latorre, en Jaén, pasando inexcusablemente por Jacinto Viedma, en Sevilla. El reyismo, en tres dimensiones.