El Expositor: La corte de los milagros
Crónica política de la semana de Manuel Expósito Moreno
Foto: EFE
Aceituneros subsaharianos.
Envuelto en santos y neblina, un ayer, inmóvil e intangible, del que pareciéramos no poder escapar, deja el futuro de Jaén al albur de la milagrería. Es decir, vaya usted a saber cuándo se nos aparece la Virgen. La foto fija de una suerte de pecado original que nos mantiene esperando a Godot desde aquellos frustrados planes de desarrollo integral que quitaban el sueño a Francisco Franco o Gaspar Zarrías. Las inversiones que sacarán a Jaén del purgatorio no están todavía siquiera calculadas. Cuando los gobiernos de Sevilla y Madrid, por esta época del año, redactan sus presupuestos, Jaén constituye una quimera lastimera a la que endosar virtualmente partidas manidas condenadas a ejecutarse tarde, mal o nunca. La Junta de Andalucía, hace unos días, volvió a escenificar la pantomima de la discriminación positiva a Jaén sobre el sufrido papel, que todo lo aguanta, hasta las mentiras mil veces repetidas, en el contexto de sus presupuestos 2025. La segunda provincia con mayor inversión por habitante, 588 euros por jiennense, se regodeaban, por más que la clave resida, al final de todos los finales, en la insobornable ejecución presupuestaria. O sea, el truco del almendruco: consignan y luego no ejecutan. La acostumbrada, cada noviembre, rimbombante rueda de prensa de los presupuestos de la Junta tendría que girar, por exigencia moral, en torno a la ejecución presupuestaria real, pero, entonces, así, no habría rueda de prensa, ni modelaje y pasarela de consejeras/consejeros, ni nada de nada. Avanzan 10, a bombo y platillo, y, a la postre, llegan a lo sumo 2 ó 3. Un tocomocho, en toda regla. El billete de lotería falso que cada año nos venden como premiado en vísperas de Navidad. Con los Presupuestos Generales del Estado ocurre exactamente lo mismo, aunque este año nos libremos de ese espectáculo de prestidigitación al no disponer el Gobierno de Pedro Sánchez, enredado en el consustancial tira y afloja sobre la financiación singular de los territorios más ricos, de mayoría parlamentaria para sacarlos adelante. Un desengaño menos. Jaén y Huelva, cenicientas andaluzas en el reparto de transferencias gubernamentales, son las dos provincias con mayor inversión por habitante en los presupuestos de la Junta 2025. Es más, respecto a la administración central, Huelva ya dispone de un proyecto de drones del INTA en marcha y Jaén va camino de tener el suyo, en este caso de antidrones (el 27 de noviembre se firma la cesión comprometida al INTA de más de 600 hectáreas en el polígono ‘Nuevo Jaén’). Tal para cual. Ambas confían históricamente su porvenir al milagro, a la discriminación positiva, al maná del cielo, bajo el manto protector de sus veneradas advocaciones marianas del Rocío y de la Cabeza.
A propósito, en las recientes elecciones en la Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza de Andújar, el candidato apoyado en la sombra por Jesús Estrella, ex alcalde y actual delegado del Gobierno andaluz, José Carlos Millán, perdió (401 frente a 271 votos) ante el presidente que se presentaba a la reelección, Manuel José Gómez, que diecisiete meses antes había sustituido a su mentor y antecesor Manuel Vázquez al tomar posesión éste de su acta de concejal del PSOE. La política, como Dios, está en todas partes. La aplicación de la Ley de Memoria Histórica en el recinto del Santuario, dependiente de Patrimonio del Estado, cuentan, forzaría al traslado inmediato de los restos mortales del laureado capitán golpista Santiago Cortés, sea o no su cadáver, que ésa es otra, el que está enterrado bajo la cripta de la basílica menor. El Santuario no se rinde.
“El PSOE exige a la Junta de Andalucía que dé a Jaén el mismo trato que le está dando a Córdoba que esta semana ha recibido la autorización para la licitación de 34,5 millones de euros destinados a la primera fase de la Ronda Norte, mientras la capital jiennense sigue sin partidas para los distribuidores Norte y Este de la capital”. A vueltas con los agravios, tan hirientes y sangrantes, sobre todo si terminamos comparándonos con el vecino. Los distribuidores eran una de las demandas prioritarias de JM+ al suscribir el acuerdo por Jaén con el PP. Llevan más de un año parodiando la ruptura, el “hasta aquí hemos llegado”, pero terminan conformándose con promesas vanas acerca de un futuro halagüeño a medio plazo que ya no verán desde la atalaya del poder la mayoría de ellos. Más frío hace fuera.
Paco Reyes, en calidad de presidente de la Dipu, compartía este mediodía de domingo, en el parque de Catalunya de Sabadell, con Salvador Illa, molt honorable president de la Generalitat (¿Purga el jefe, o no, a Santos Cerdán?), la clausura de la XI Fiesta del Primer Aceite de Jaén. Los noventa y tantos productores de aoves de primera prensada retornan sin existencias: lo han vendido todo. La campaña de recolección, que este lunes, 18, se activa generalizadamente en la provincia, será media-alta: 1,3 millones de toneladas de aceite de oliva español, más de un tercio con denominación de origen jiennense. Quien no vendió el remanente de la pasada cosecha, quien aguantó con él en sus bodegas, barruntando una cotización final al alza a causa del desabastecimiento, se equivocó. Ya se vende en origen el kilo de lampante a poco más de cinco euros. La apertura de dispositivo de albergues de jornaleros, que principió esta semana Jaén capital, continúa siendo un parche al problema crónico de alojamiento. Los albergues, en teoría, son de acogida temporal, en tanto en cuanto el beneficiario encuentra empleo, no de permanencia estable durante los 3 ó 4 meses que dura la campaña, al tiempo que la oferta de viviendas en alquiler brilla por su ausencia. La demanda en vigor de mano de obra para la aceituna se ha disparado: se necesitan jornaleros en mil y un tajos. Se extiende la fórmula de la recogida programada a través de empresas de servicios que asumen todo el proceso de recogida, pero es tal la presión de la demanda que el precio del kilo de aceituna recolectada, y puesta en la almazara, ha pasado, súbitamente, de 15 a 20 céntimos (y hasta 22 y 25 cts./kg.), incluso, al margen de destajos propios de la citada externalización de la recogida, la oferta ha elevado el precio del jornal muy por encima de los 60,31 y 62,99 €, estipulados en la tabla salarial del convenio colectivo. El que da primero, da dos veces. Sin embargo, paradójicamente, la autoridad competente, aferrada seguramente al milagro de la multiplicación del pan y los peces, pontificaba a primeros de mes: “El Foro Provincial para la Atención de Personas de Origen Migrante de Jaén, coordinado por la Junta de Andalucía, ha señalado que no hace falta mano de obra foránea para esta próxima campaña de recolección de la aceituna por ser suficiente con los parados locales”. ¿En qué Jaén, sobrenatural y extraterrenal, vivirán? ¿Cómo se pueden hacer declaraciones oficiales tan alejadas de la realidad? ¿Dónde están los desempleados jiennenses, procedentes de otros sectores productivos, dispuestos y preparados para ser reclutados por las numerosas cuadrillas aceituneras con plazas disponibles? ¿Qué sería del olivar de Jaén, hoy por hoy, sin el milagro inmigrante? Alá es grande y porta mantones.