El tranvía realiza una primera prueba trece años después

El convoy salió de las cocheras de Vaciacostales a medianoche para realizar un corto recorrido, que será más amplio este viernes

Video: JUNTA DE ANDALUCÍA

El tranvía anoche en pruebas.

Trece años han pasado para que el tranvía de Jaén vuelva a la calle. Esta medianoche los vagones salían de las cocheras de Vaciacostales para hacer un breve recorrido, aunque está previsto que este viernes por la mañana circule de nuevo pudiéndose adentrar en el tramado de la ciudad.

El último día que circuló el tranvía fue el viernes, 20 de mayo de 2011. Una orden judicial estimó la demanda presentada por la empresa de autobuses Castillo, concesionaria del servicio de transporte urbano, por competencia desleal, al no cobrarse los billetes durante el periodo de pruebas, que duró 17 días. Faltaban tres jornadas para las elecciones municipales de 2011.

El PP ya había acudido unos días antes a los tribunales solicitando su paralización, pero su petición fue denegada. No la de la concesionaria de autobuses. La noche electoral, en la que salió vencedor el PP, el alcalde electo, José Enrique Fernández de Moya, se abrazaba en la sede electoral popular a José Castillo, propietario de la concesionaria de autobuses. Una vez que Fernández de Moya tomó posesión como alcalde, cumplió una de las promesas electoras que hizo en precampaña, que no se subiría en el tranvía de Jaén.

A partir de ese día el tranvía se convierte en el ariete de la guerra PP y PSOE. Los socialistas al frente de la Junta de Andalucía habían construido y pagado íntegramente la infraestructura en menos de dos años, que tuvo un coste de unos 120 millones de euros El Ayuntamiento debía afrontar el pago de los vagones, cuyo importe adelantó la Junta, en 17 años, a 1’7 millones de euros anuales, además de la explotación y el correspondiente déficit. Este acuerdo fue y ha sido inédito en Andalucía hasta que se negoció un nuevo convenio. Mientras, el tranvía de Málaga era metropolitano con un trazado solo para la capital y permitía que el Gobierno andaluz inyectara al año en su explotación 17 veces más del coste de la puesta en funcionamiento del de Jaén.



Un año después, Ferrocarriles de Cataluña, hizo una oferta al Ayuntamiento de Jaén para explotar el servicio con una horquilla de coste entre los dos y seis millones de euros, dependiendo del uso de los vagones y la frecuencia. Fernández de Moya ocultó la oferta pública y habló de que el Ayuntamiento no podía asumir seis millones de euros de coste anual, pero nunca trasladó a los medios la oferta más baja. El escenario más rentable situaba el déficit de explotación del tranvía en 1,8 millones al año, además de la amortización anual por el coste de los vagones, que ese año, tras alcanzar un nuevo acuerdo con la Junta, era ya de 344.000 euros anuales.

Sin embargo, Fernández de Moya aseguró que el Ayuntamiento de Jaén no aportaría un solo euro al tranvía y que lo sacaría a licitación de este modo, algo que nunca ocurrió. Ferrocarriles de Cataluña se esfumó.

Mientras tanto, el Consistorio gastaba anualmente alrededor de 2’7 millones de euros en la televisión municipal, con una plantilla de 52 trabajadores. En ese mismo periodo, el Ayuntamiento pagó entre 2012 y 2013 a la empresa zamorana Matinsreg 4’3 millones de euros. Las facturas infladas del cloro, que acabaron en los tribunales con sendas condenas. Por otro lado, el autobús urbano, después de subvenciones, le costaba a la ciudad 1’2 millones al año, con el servicio más deficitario de toda Andalucía.

Finalmente, el 27 de julio de 2013, el alcalde de Jaén, junto con el secretario general del PP andaluz, José Luis Sanz, entregaron las llaves del tranvía en Sevilla como colofón al primer acto del vodevil tranviario.

Tras la salida de Fernández de Moya de la Alcaldía y la llegada de Javier Márquez las negociaciones entre la Junta y el Ayuntamiento se retomaron y en 2017 se alcanzó un acuerdo a tres bandas, en el que ya con la Diputación de Jaén, las tres administraciones se hacían cargo del déficit del tranvía. La Junta pagaría un 40 por ciento, otro 40 el Ayuntamiento y la Diputación el 20 por ciento restante vía promoción de la marca Jaén, Paraíso Interior.

Pero para este acuerdo era necesario que el tranvía fuera declarado de interés metropolitano y eso no llegó hasta un año después, en 2018. La Junta, gobernada por el PSOE, tardó siete años en consentir que la gestión del tranvía de Jaén se rigiera por el mismo esquema establecido para los sistemas tranviarios de Sevilla, Málaga y Granada, que ya estaban en funcionamiento.

Finalmente la Diputación se apeó del acuerdo para la explotación del tranvía y se alcanzó un pacto por el que la Junta se hacía cargo del 75 por ciento del déficit y el Ayuntamiento del 25 por ciento. Pero llegaron las elecciones autonómicas de 2018 y el consejero de Fomento, Felipe López, se sacó de la manga que el pago de los vagones debía seguir asumiéndolo el Ayuntamiento de Jaén ya que consideraba que no entraba en el déficit de explotación, mientras que el gobierno municipal y Javier Márquez defendían que todo el coste debía incorporarse en el acuerdo. Nuevo parón para el tranvía.

Con la llegada del PSOE y Cs al Ayuntamiento de Jaén tras las municipales de mayo de 2019 se alcanzó el último acuerdo, con el PP ya en la Junta de Andalucía, pero no se firmó hasta junio de 2021.

El 15 de julio del año pasado, dos después de aquel acuerdo, el Diario Oficial de la Unión Europea publicó la adjudicación por parte de la Junta de Andalucía del contrato para la puesta a punto del tranvía de Jaén, con cargo a los fondos Next Generetion del Gobierno de España.

Trece años después, el tranvía vuelve en pruebas a la calle. ¿Será 2025 el año en el que circule definitivamente por la ciudad?