Historia de unos adoquines que vienen y van

Dos años después de que el anterior equipo de Gobierno acometiera las obras de mejora del adoquinado en la calle Los Álamos, el concejal de Conservación e Infraestructuras Municipales, Antonio Losa, ha anunciado hoy que el lunes volverán las máquinas a la calle para sustituirlos por asfalto impreso, so pretexto del mal estado en el que se encuentra.

Esta sería la cuarta intervención en los últimos cuatro años en una de las vías principales del conjunto histórico (tan transitada como su prolongación tras la plaza de San Francisco), que conecta el norte con el sur de la capital y que en lugar de llevarse a cabo en el mes de agosto, comenzará en pleno mes de septiembre.

La obra prevista desde la calle Colón hasta la plaza de San Francisco tiene con un presupuesto de algo más de 29.000 euros más IVA y un plazo de ejecución de dos semanas, aproximadamente, según ha informado este viernes en una nota el concejal de Conservación e Infraestructuras Municipales, Antonio Losa.

Aunque el anuncio se ha producido esta misma mañana, el Ayuntamiento aún no ha comunicado las alternativas al tráfico, tanto privado como de transporte público, ni cómo afectará a los residentes con cocheras en la vía, que ven, una vez más, como los adoquines van y vienen cada año.

El edil ha explicado que tanto el informe de Urbanismo (del 7 de julio de 2024) como el de la Comisión Municipal de Patrimonio Histórico con fecha 2 de agosto, indican que ya se ha reparado repetidas veces el adoquín que existe en la calle Álamos.

De este modo, siendo otra vez necesaria la sustitución de éste, "se debe tener en cuenta una serie de requisitos del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico (Pepri) sobre el tipo de pavimento a utilizar y actuaciones a realizar".

Se refiere en concreto, al artículo 24 que versa sobre la pavimentación y que especifica que los tipos de firmes recomendados dependen de la función asignada a cada vía en la ordenación de tráfico y en un criterio zonal uniforme.

"La distinción de tráficos se traduce en el empleo de firmes asfálticos en las calzadas de las vías de tráfico rodado (como es el caso de la calle Álamos), de firmes varios como empedrados, baldosas y hormigones en las de tráfico mixto y de un firme no asfáltico unitario en las peatonales", ha detallado Losa.

Al hilo, ha apuntado que el Pepri recoge que tanto la calle Álamos como Doctor Eduardo Arroyo están identificadas como distribuidores primarios y la tipología del pavimento recomendada en la calzada rodada en función de la ordenación del tráfico se traduce en firmes asfálticos.

Por ello "y para evitar que vuelva a producirse el mismo problema", se procederá a levantar el adoquín existente hasta la cota de excavación de la losa armada que es aproximadamente de -0'30 metros de media, no alcanzando niveles de protección arqueológica. Estos adoquines se trasladarán al almacén del Ayuntamiento.

Posteriormente, se procederá a la demolición y regularización de la subbase (unos cinco centímetros) y acto seguido se colocarán nueve centímetros de capa base de mezcla bituminosa en caliente AC 22 BIN y después, cuatro centímetros de capa de rodadura de mezcla bituminosa en caliente AC 11 SURF.
Por último, se realizará la impresión en asfalto con diseño de adoquinado más la pintura de protección como continuación de la calle Doctor Eduardo Arroyo.

El concejal ha apuntado que los trabajos "cuentan con todos los permisos pertinentes de la Comisión Municipal de Patrimonio Histórico y de Urbanismo" y se desarrollarán a la mayor brevedad posible para causar las menores molestias a los vecinos, pero con la clara intención de adecuar esta vía que "soporta una gran densidad de tráfico a diario y evitar nuevos desperfectos".