Jaén acoge las primeras pruebas de taxis aéreos en Andalucía
Se desarrollan en el Centro de Vuelos Experimentales Atlas de Villacarrillo
Foto: Lillium
Interior de taxi aéreo de la empresa Lillium.
La firma alemana Lilium ha iniciado en el Centro de Vuelos Experimentales Atlas de Villacarrillo (Jaén) las pruebas de vuelo de sus aeronaves de despegue vertical que pretende utilizar en el futuro como taxis aéreos y para transporte de mercancías.
Hélity es la aerolínea que actualmente sirve las conexiones entre Málaga, Ceuta y Algeciras, y en colaboración con la empresa Lilium están probando los taxis aéreos en Villacarrillo, desarrollando el primer avión de despegue y aterrizaje vertical totalmente eléctrico. Una vez realizadas las primeras pruebas en Alemania se han trasladado hasta Villacarrillo para seguir comprobando las posibilidades de vuelo y operatividad de estos vehículos, con los que se pretende generar un modelo sostenible y accesible de movilidad aérea regional de alta velocidad y bajo nivel de ruido.
Este proyecto también cuenta con la colaboración de Ferrovial , que ha asumido la responsabilidad de construir los vertipuertos donde despeguen y aterricen estas aeronaves en los próximos años.
Lilium, que cuenta en su consejo de administración al ex presidente de Airbus y EADS Tom Enders y al fundador de varias aerolíneas en EE.UU. (entre ellas JetBlue) y Brasil (Azul) David Neeleman, apuesta por un reactor eléctrico para siete pasajeros para la movilidad aérea urbana (taxis aéreos) frente a la mayoría de diseños de EVTOL que operan mediante motores eléctricos que mueven hélices.
Según han publicado en un comunicado conjunto, Hélity quiere emplear las aeronaves para ofrecer vuelos chárter premium y de negocios a sus clientes. Actualmente, la aerolínea cuenta con un helicóptero Augusta-Westlan AW-139 con capacidad para 15 viajeros que emplean tanto en vuelos regulares como chárter.
"El sur de España atrae una gran demanda de turismo premium. Combinado con el gran conocimiento y experiencia local de Hélity en la operación de helicópteros, así como la contratación de pilotos altamente cualificados, tenemos las condiciones ideales para el desarrollo de una red de movilidad aérea sostenible en la región", asegura Daniel Wiegand, CEO de Lilium en el comunicado.
¿Cómo es el taxi aéreo?
El Lilium Jet, como se denomina la aeronave, es un vehículo eléctrico especialmente concebido para despegar y aterrizar de forma vertical. Un concepto que se encuentra actualmente en auge pero que lleva varias décadas en el terreno militar con muy buenos resultados. Además, la apuesta de los alemanes es la de emplear 100% energía eléctrica.
Una de las particularidades de esta aeronave es su cuidada aerodinámica que prescinde del clásico estabilizador vertical de cola. Para conseguir la máxima eficiencia, decidieron integrar los motores dentro de las propias alas con un sistema de empuje vectorial desarrollado por ellos mismos.
"Los motores de reacción eléctricos integrados en los flaps de las alas brindan ventajas en la carga útil, la eficiencia aerodinámica y un perfil de ruido más bajo", indican desde Lilium. También apuntan a que proporcionan mayor control del empuje de los motores en cada fase de vuelo.
Durante la maniobra de despegue y aterrizaje, el Lilium Jet exige aproximadamente el doble de la potencia si se compara con un concepto de roto abierto con el mismo peso. La baza de la compañía es que tan solo se invierten aproximadamente 20 segundos en estas fases críticas de vuelo y tan solo representa el 5% de la demanda energética de un vuelo.
La transición hacia el modo de vuelo horizontal, la aeronave acelera hacia adelante y aumenta en proporción su eficiencia al ir creando más sustentación en las alas fijas. Para ello, los flaps en los que se integran los motores se van recogiendo poco a poco —unos 20 segundos en total— hasta que conforman un ángulo de cero grados con la parte fija del ala.
En cuanto a las fases de ascenso, crucero y descenso, Lilium indica que la eficiencia es 10 veces mayor que durante el vuelo estacionario que se emplea para despegar y aterrizar. Según comentan, la física de vuelo del Jet se asemeja a la de un avión comercial como puede ser un Boeing 777 o un Airbus A350.
En total, cuenta con 36 motores totalmente carenados e integrados en unas superestructuras dispuestas en los flaps que se han diseñado para generar sustentación. Se acompañan de una tobera variable, una tecnología que está presente en algunos aviones cazas, que va cambiando el diámetro de la salida del aire del motor para ajustarlo a las necesidades. Menos diámetro de salida de la tobera se traduce en aire más rápido y más potencia. Y viceversa.
La velocidad de crucero es de 280 kilómetros por hora con una autonomía que le permite recorrer unos 250 kilómetros. Más que suficiente para cubrir los saltos entre Ceuta, Málaga y Algeciras. Todo ello a una altitud de crucero que llega a los 3.000 metros y con una huella sonora aproximadamente 7 veces menor que la generada por un helicóptero.