Paisajes de Piedra en Sorihuela del Guadalimar

La piedra caliza, la más abundante en el municipio, es la base de construcciones tradicionales de piedra seca, como eras, chozos o albarradas

Las construcciones en piedra seca se distribuyen por todo el mundo y tienen un antiquísimo origen, al menos del Neolítico, y se han seguido construyendo hasta nuestros días. Estas construcciones tienen en el entorno del mar Mediterráneo una singularidad especial.

En Sorihuela del Guadalimar, las construcciones en piedra seca son consecuencia de su economía agroganadera tradicional, con una clara funcionalidad, que utiliza como material rocas carbonatadas, consistentes y ricas en bases, con calizas, dolomías y margas en su mayor parte. Extraídas del entorno.



Son materiales de origen sedimentario, las rocas más antiguas datan del Triásico, y la mayoría son del Jurásico y Cretácico. Estos materiales se depositaron en medios marinos a diferentes profundidades. La piedra caliza, la más abundante en Sorihuela del Guadalimar, es la base de construcciones tradicionales de piedra seca, como eras, chozos, albarradas, majanos, vallas, y demás construcciones de gran valor etnológico e histórico.

Este tipo de construcciones están en peligro de desaparición por haber perdido la funcionalidad que tuvieron en el pasado, por lo que muchas están derruidas o bien se van arruinando y derrumbando al estar abandonadas pese a ello conscientes de la potencialidad de este valioso legado, el Ayuntamiento sorihueleño ha encargado esta exhaustiva investigación a tres componentes del Colectivo de Investigación de Sierra Mágina (Cisma).

El equipo interdisciplinar está formado por Jorge González Cano, Juan Antonio López Cordero y Francisco Jiménez Rabasco. Un equipo con gran experiencia y amplios conocimientos de historia y etnografía, que permitirá que las estructuras de piedra seca sean investigadas desde un enfoque holístico.  

El etnólogo Francisco Jiménez Rabasco, recuerda que la UNESCO inscribió en el año 2018 los “Conocimientos y técnicas del arte de construir muros en piedra seca” en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Indicó también que se trata de “una actividad compleja que conlleva un conocimiento experto, tanto del entorno como de las características del mismo, en el que se aprovechan los recursos existentes más cercanos”.

Este investigador continúa explicando que en Sorihuela de Guadalimar “la labor de informantes clave como puede ser Luis Toro García que conocen  esta técnica de construir muros en piedra seca así como los modos de vida  en  los que se ha incorporado la misma, nos está permitiendo reconocer e inventariar abundantes elementos de esta arquitectura (eras, majanos, chozos, caminos, corrales, etc.). Esta arquitectura tradicional constituye una importante expresión cultural del Condado, producto de la actividad de sus gentes, especialmente agro-ganadera, y de las condiciones climáticas y geográficas de la misma”.

El primer objetivo de este trabajo de investigación tan ilusionante para Sorihuela del Guadalimar es identificar diferentes elementos etnográficos pertenecientes a las tipologías de eras, chozos, chozas, cercas, caminos, corrales, etc. realizados en piedra seca en la localidad. El segundo objetivo sería diagnosticar el estado de conservación de todos y cada uno de los elementos etnográficos que han sido identificados. 

Finalmente, el tercer objetivo sería realizar recomendaciones que favorezcan el uso y disfrute de estos bienes como recurso educativo, turístico, etc. salvaguardando siempre los abundantes valores de estos bienes. 

La iniciativa es posible gracias a la colaboración de ASODECO, la Asociación de Desarrollo Rural de El Condado. Jorge González Cano, presidente de CISMA recuerda que la tarea de documentación tendrá que estar terminada para el próximo 30 de junio. Entre esa fecha y finales de noviembre se hará un estudio similar, pero en este caso en término en el término de Navas de San Juan.

Juan Antonio López Cordero indicó que se ha empezado por inventariar las eras, pero se seguirá con otros elementos patrimoniales, entre los que se encuentran chozos, muros, albarradas, ribazos, caminos y refugios para las reses. Informó también que en el trabajo de campo además de la metodología etnológica se está incorporando moderna tecnología incluido un dron lo que permite georreferenciar la localización de los inmuebles y favorecer una lectura paisajística de los inmuebles.

Estos investigadores recordaron también que los muros de piedra seca desempeñan un papel esencial en la prevención de corrimientos de tierras, inundaciones y avalanchas, en la lucha contra la erosión y desertificación de terrenos, en la mejora de la biodiversidad y en la creación de condiciones microclimáticas propicias para la agricultura.

“Los paisajes culturales en piedra seca está profundamente arraigados entre los vecinos y vecinas de Sorihuela de Guadalimar, constituyen un magnífico ejemplo de la capacidad de adaptación y propician procesos de identificación colectiva. Es muy importante que desde las Administraciones Públicas se conozcan, protejan, conservan y difundan los mismos”, afirmó el etnólogo Francisco Jiménez Rabasco. Por estos motivos, es de una gran importancia la labor que se está iniciando en Sorihuela del Guadalimar.