Salomé, la monja misionera que quiere estudiar una carrera
Le gustaría finalizar el Grado de Educación Infantil en la UNED porque su misión religiosa trabaja con niños "y es necesario darles una formación integral"

Foto: UNED
Salomé Leonard.
Salomé Leonard llegó a Jaén hace un año después de haber pasado por Jerez de la Frontera o San Sebastián. Procedente de Tanzania, lleva en España trece años, y en septiembre de este mismo año decidió realizar los estudios para el acceso a la universidad a través de la UNED. Ya ha obtenido el certificado y ahora podrá accede a estudios universitarios.
Quiere ser maestra y su sueño es finalizar el Grado de Educación Infantil, ya que afirma que en su misión religiosa se trabaja con niños y jóvenes "que necesitan una formación integral que abarque lo académico, lo humano y lo espiritual".
A sus 35 años, Salomé ya ha estado en varios países como misionera. Recuerda que en Mozambique ayudaba a niñas que no tenían familia ni recursos en una casa hogar. "Después de que asistieran a clase les ayudaba a realizar las tareas y fue una de las cosas que despertó mi vocación por la educación", relata Salomé quien afirma que está al servicio quien la necesite y ese fue uno de los motivos que la trajo a España "una llamada de mi tía que también es monja y que sabía de mi vocación".
En cuanto a por qué decidió comenzar sus estudio en la UNED, cuenta que eligió la universidad a distancia porque "era más compatible" con el servicio a la comunidad que realiza a través de la congregación de las Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento.
"Lo de estudiar me lo recomendó una hermana de mi congregación quien me habló de su experiencia positiva y descubrí que la UNED es una universidad muy valorada en España y con un alto nivel de exigencia académica. Me pareció una opción seria para formarme y me atrajo su modalidad a distancia porque me permite compaginar mis estudios con mi vocación religiosa. Ha sido muy flexible y eso ha sido clave para superarlo y obtener el certificado”, explica Salomé.
Sobre su vocación religiosa cuenta que sintió “que el Señor me llamaba a la vida activa, a realizar el apostolado por medio de las misiones y a poder servir al pueblo estando fuera”. Actualmente su labor se centra en el acompañamiento a sacerdotes mayores en la residencia o para acudir al médico, además de llevar a cabo tareas de organización en el comedor del Seminario de Jaén, o dar clases de catequesis.
Ahora, dice, "estoy al servicio de Dios y de quien me necesite, sin importar el lugar pero me gustaría realizar mi sueño de estudiar y ser profesora".