Un restaurante reinterpreta la Santa Cena para "una experiencia única"

Solo 72 comensales repartidos en dos jornadas podrán acceder a esta experiencia impulsada por Joaquín Machuca, la persona que está al frente del Bomborombillos

 Un restaurante reinterpreta la Santa Cena para "una experiencia única"

Foto: EXTRA JAÉN

El equipo del Bomborombillos trabajando para el diseño del menú

El Restaurante Bomborombillos, en Jaén capital, ha hecho una reinterpretación de la Santa Cena para ofrecer "una experiencia gastronómica única" de la que solo se podrá disfrutar las noches del Jueves y Viernes Santo.



Solo 72 comensales repartidos en dos jornadas podrán acceder a esta experiencia impulsada por Joaquín Machuca, la persona que está al frente del Bomborombillos. "Intenté buscar un argumento gastronómico que fuese atractivo e intentar llenar el Bomborombillos de 36 clientes con ganas de sentarse sin ser molestados y de vivir una experiencia gastronómica única", ha señalado Machuca a Europa Press.

La idea pasa por reinterpretar la última cena de Jesús con sus apóstoles. Con el contexto histórico del momento y recurriendo a los pasajes bíblicos, se ha diseñado un menú donde el pan, el vino, y el aceite de oliva son la base de una experiencia mimada al milímetro para no cometer ningún anacronismo histórico.

Todo está medido para que "desde el momento en que entras al establecimiento, te atrapen los sentidos, desde lo que veas, desde lo que huelas, desde lo que te hagamos tocar, desde lo que escuches, para luego transitar por el gusto".

Serán doce platos y tres postres, todo inspirado en la trilogía mediterránea de cereales, vid y olivos. El vino saldrá de los viñedos de Pedro Olivares, de la Sierra de Segura (Jaén) y los alimentos serán los que había en Palestina en aquella época. El aceite de oliva viene de Porcuna (Jaén) y trae la certificación Kosher. De Martos (Jaén) llegará el pan ácimo, de uno de los pocos obradores que quedan de leña, y la sal también llegará procedentes de salinas de interior jiennenses.

El menú está planteado como una transición por diversos estados como son la pureza, la amargura, la esperanza y la dulzura. Se trata, según Machuca, de "transitar también por un estado anímico que creo yo que pudo tener esa persona en aquella cena, que sabía que iba a ser traicionado por uno de los suyos, que iba a ser negado un poco más tarde por otro de los suyos, y que iba a ser crucificado", pero que acaba con el momento dulce de la resurrección.

Para esta recreación, el restaurante habilitará en la noche del Jueves y Viernes Santos tres mesas de doce comensales cada una. "Van a tener que compartir conversaciones porque a lo mejor ni se conocen, van a tener que compartir comida, van a tener que compartir el vino", ha explicado Machuca, además de subrayar que en casa mesa tendrán que elegir a la persona que se encargue de repartir el pan y el vino.

El menú lo abrirá el tránsito a la pureza con un agua de bienvenida, además de aceite de oliva virgen extra, con sal, especias y pan para mojar. Seguirá el tránsito a la amargura con platos como la rúcula con unas sardinas marinadas y ahumadas, encurtidos, berenjenas ahumadas con miel de granada, endivias con salsa de flores, huevos aminados, y una hechura de almendras con uvillas, que es una crema hecha con aceite de oliva, pan, huevo, vinagre y almendras.

El tránsito a la esperanza comenzará con sopada de lechuga y unas habas con garum judaico, para terminar con el hamin de cordero. Los postres ofrecen el tránsito hacia la dulzura miel con dátiles y frutos secos. En la antigüedad se le echaba un poquito de tierra en representación del barro que se utilizaba y que amasaban en los tiempos de la esclavitud. "También tenemos barro de Israel y lo vamos a rallar", ha indicado el responsable de la iniciativa. El postre se completa con melón y unos higos verdes en confitura.

"Es todo un reto y esperemos que todo esté a la altura", ha indicado Machuca. Por lo pronto, para la noche del Jueves Santo ya está prácticamente todo reservado y en la del Viernes Santo queda poco para completar esta experiencia que quiere tener su continuidad en próximas semanas santas.