Las lluvias de marzo y abril dan un respiro al campo

Desde Asaja-Jaén esperan que continúen las precipitaciones, aunque sean en forma de tormentas

 Las lluvias de marzo y abril dan un respiro al campo

Foto: EXTRA JAÉN

Embalse del Quiebrajano.

Según el informe pluviométrico mensual de la CHG, este mes de abril ha sido húmedo, donde las precipitaciones más abundantes se han registrado en la zona oriental, concretamente en la cabecera del río Guadalquivir y en la Sierra Sur en la provincia de Jaén. En concreto, en El Tranco de Beas se registraron 124,8 mm en el mes de abril, que se suman a los 109,7 de marzo (desde el 1 de octubre el acumulado asciende a 472,1); en el Aguascebas se recogieron 118,2 en abril y 128,3 en marzo (582,8 en lo que va de año hidrológico); en La Bolera 113,9 en abril y 107,7 en marzo (383,2 desde octubre) o el Quiebrajano 123,8 en abril y 155,9 en marzo (573,8 el acumulado anual).

Unos datos muy buenos tras dos meses, los de enero y febrero, en los que apenas se registraron precipitaciones. De hecho, según estos datos, las máximas registradas en la provincia de Jaén fueron en el Tranco de Beas tan solo se recogieron 39,7 litros; 48,1 en el Aguascebas o 38,6 en La Bolera.

“Menos mal que estos dos últimos meses se están comportando pluviométricamente bien, porque veníamos de una situación prácticamente catastrófica de sequía. Los meses de enero y febrero fueron prácticamente nulos en cuando a pluviometría, y ese déficit, a pesar de que la primavera esté viniendo muy favorable, está siendo un lastre para el año hidrológico, ya que faltan esos 150-200 litros que tenían que haber caído en esos meses para llegar a la media de los últimos 25 años”, ha explicado el gerente y portavoz de ASAJA-Jaén, Luis Carlos Valero.

Las precipitaciones acumuladas más abundantes desde el inicio del año hidrológico (por encima de 550 mm) se han registrado en el embalse de Aguascebas con 582,8 y en el Quiebrajano con 573,8. Por el contrario, entre los valores más bajos de pluviometría acumulada (inferiores a 275 mm) se encuentran el del Giribaile con 236,6.

“Esperemos que este mes de mayo siga lloviendo, aunque sea a base de tormentas, y podamos seguir augurando las posibilidades de que el año que viene también el olivo también tenga suficiente agua en el suelo como para aguantar una floración abundante y, por supuesto, un cuajado para tener buena cosecha”, ha destacado Valero.