UPA estima la “fidelidad” del consumidor al aceite de oliva
Cristóbal Cano valora la fortaleza de la comercialización y destaca que el “factor precio” no ha hecho que se resientan las ventas
Foto: RAMÓN GUIRADO
Aceite de oliva en almazara.
El consumidor es más fiel que nunca al aceite de oliva. Esa realidad queda bien reflejada en los datos hechos públicos por la AICA (Agencia de Información y Control Alimentarios), con otra campaña de comercialización exitosa en la que se han vendido, en los doce meses, 1.155.000 toneladas, setenta mil toneladas más que las vendidas en 2023, cuando fueron 1.085.000 toneladas. La magnífica respuesta de los consumidores a la grasa vegetal más sana y saludable del mundo ha seguido fuerte en el mes de septiembre, cuando se han comercializado 100.000 toneladas, incluyendo importaciones, lo que ha mantenido la media de salidas mensuales durante todo el año. Esto hace que lleguemos al final de la campaña con el enlace más corto de los últimos años, ya que tan solo hay disponibles en las cooperativas y almazaras españolas 186.303 toneladas para hacer frente al inicio de la próxima recolección.
El responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de Oliva de UPA y secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, destaca la fortaleza de la comercialización. “Ya dijimos que estaríamos por debajo de las 200.000 toneladas de enlace entre cosechas, lo que ha quedado refrendado en septiembre, quedándose tan solo 186.303 toneladas. Además, sabíamos, tal y como marchaba la comercialización, que superaríamos la venta de aceite de oliva de toda la campaña pasada, y así ha sido. Esto refleja dos realidades: por un lado, la fidelidad del consumidor y por otra que el “factor precio” no han hecho que se resientan las ventas”, afirma Cristóbal Cano.
El mes de septiembre ha cerrado con unas existencias de 77.488,98 toneladas en poder de las cooperativas y almazaras; 107.781 toneladas en manos de los envasadores y 973 toneladas en el Patrimonio Comunal Olivarero. "Ahora tenemos la mirada puesta en el cielo, porque necesitamos varios episodios de lluvias importantes para asegurar el fruto que hay en el árbol. De lo contrario, las previsiones de cosecha irán a la baja. Con estos datos y las expectativas que tenemos por delante, no hay razón alguna que justifique una bajada de los precios en origen por lo que necesitamos estabilidad para que los dos eslabones de la cadena que más sufren los vaivenes del precio, los productores y los consumidores, tengamos tranquilidad y unos precios justos para los olivareros y razonables para los consumidores”, concluye el responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de UPA.