El Linares Deportivo sigue sin reaccionar
Tercera derrota consecutiva del conjunto azulillo, con la zona de play-off cada vez más difícil (2-1)

Foto: Juventud Torremolinos
Imagen del encuentro entre el Torremolinos y el Linares
El Linares Deportivo ha vuelto a las andadas. Después de haber superado un bache importante al inicio de curso de la mano de Pedro Díaz, el equipo azulillo se ha metido de lleno en otro mal momento, encajando su tercera derrota consecutiva liguera, esta vez ante el Juventud Torremolinos (2-1). Un resultado que le aleja cada vez más del objetivo del play-off de ascenso a Primera RFEF.
Este sábado, el rival era de entidad, pues el Juventud Torremolinos pelea codo con codo con La Unión Atlético por el liderato del grupo. Evidentemente la empresa era complicada, más en casa de los malagueños, pero la primera parte de los linarenses dejó mucho que desear.
El Juventud Torremolinos se puso por delante con dos mazazos. El primero de Fran Gallego, y cinco minutos después con el tanto de Servetti. 2-0 en apenas 25 minutos que ponían el partido muy cuesta arriba a un Linares muy errático con balón y excesivamente blando en defensa. De hecho, los locales tuvieron un penalti para prácticamente sentenciar, pero Fran Gallego mandó el balón a las nubes.
No era difícil, pero el Linares Deportivo mejoró sus prestaciones en la segunda mitad. Agitó el árbol Pedro Díaz metiendo a Talaverón, Fran y Rubén del Valle. El equipo entró con más intensidad y con intención, esta vez sí, de hacer daño a la zaga local. Recortó distancias pronto Juanjo para el 2-1, pero la reacción azulilla se quedó ahí.
Y es que pese a que lo intentaron, con más corazón que fútbol, lo cierto es que el Juventud Torremolinos apenas sufrió, estando muy cómodos en el juego constante de centros laterales que propuso el Linares. Finalmente, derrota por la mínima ante el segundo de la tabla, que deja al Linares Deportivo a cinco puntos de la zona de play-off, una distancia considerable a estas alturas de la temporada. La semana que viene, duelo en casa ante un Cádiz Mirandilla que se juega la vida para evitar el descenso.