Tristemente, como cada mes de noviembre, las asociaciones, ayuntamientos, diputaciones, delegaciones de organismos públicos, universidades y demás centros educativos y resto de instituciones de las diferentes administraciones y entes públicos señalan actos, lo más cercano posible al día 25, Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres. Todo son conferencias, minutos de silencio, paneles, concentraciones, de color morado por todas partes.
Y digo tristemente, por dos razones primordiales: una, obvia, porque ojalá no existiera la violencia contra las mujeres por el sólo hecho de ser mujeres y no creciera esa cifra de la vergüenza de asesinatos y todas las manifestaciones de la violencia machista; y el otro motivo de mi pesar es porque percibo un cierto acostumbramiento con bastantes dosis de insensibilidad, disfrazado o no de lo contrario. Pasado noviembre ya no hay tanto interés, a lo sumo vuelve en marzo, como una forma de desigualdad de las mujeres, eso sí haciendo siempre hincapié por las organizaciones que marzo ya no es el mes que toca hablar de la violencia contra las mujeres, que ya toca sólo hablar de igualdad: A cada mes lo suyo… Pues bien, dicho queda esto.
De los actos programados con este fin en la provincia de Jaén, hay uno que recomiendo. Es una presentación de un libro, con lo cual, no sólo recomiendo la asistencia al acto, sino también su posterior lectura, porque no se trata de un libro cualquiera. El libro lleva por título Hijas del miedo y la presentación en nuestra provincia será en Linares el próximo día 28 de noviembre.
Hijas del miedo es un libro muy especial, narrado por juezas, magistradas y fiscalas, en el que se recoge una serie de relatos que tienen como denominador común sucesos reales o inspirados en casos de violencia machista, por supuesto desde el anonimato de sus protagonistas, aunque a algunas no les haya importado que sea desvelado. Y por qué, no porque les sea grato recordar su horrible experiencia, sino porque es necesario mostrar, lo absurdo de un miedo a una falsa denuncia falsa y que éste es un tipo de violencia que puede tocar a cualquiera.