Un estudio "predice la mortalidad" en pacientes con embolia pulmonar
El trabajo ha estado dirigido por Manuel Ruiz Bailén, médico especialista en Medicina Intensiva en el Hospital Universitario de Jaén

Foto: E. P.
Manuel Ruiz Bailén, médico especialista en Medicina Intensiva en el Hospital de Jaén
Un estudio dirigido por Manuel Ruiz Bailén, médico especialista en Medicina Intensiva en el Hospital Universitario de Jaén, "predice la mortalidad y desarrollo de la insuficiencia cardíaca en pacientes con embolia pulmonar".
El también jefe de sección en el citado centro sanitario que desarrolla su labor en patología cardiovascular, investigador y clínico, ha publicado este trabajo en "una de las revistas más prestigiosas a nivel mundial, 'Journal respiratory and critical care medicine', de la Sociedad Americada del Tórax, según ha informado este viernes la Junta.
En concreto, en el estudio --en el que también ha participado el hospital Torrecárdenas, de Almería-- se define la importancia de parámetros ecocardiográficos como la integral velocidad tiempo de ambos tractos ventriculares o la deformidad ventricular y auricular en el pronóstico del tromboembolismo pulmonar.
"Se aborda el tromboembolismo pulmonar, descubriendo variables ecocardiográficas que predicen la mortalidad y el desarrollo de insuficiencia cardíaca. Tiene una repercusión muy importante sobre los pacientes a la hora de estratificar adecuadamente el riesgo que tienen y facilitar unas terapias adecuadas y oportunas que puedan disminuir su mortalidad y mejorar su calidad de vida", ha explicado Ruiz Bailén.
El tromboembolismo pulmonar (TEP) es la oclusión o taponamiento de una parte del territorio arterial pulmonar (vasos sanguíneos que llevan sangre pobre en oxígeno desde el corazón hasta los pulmones para oxigenarla) a causa de un trombo que procede de otra parte del cuerpo. En la mayor parte de los casos (aproximadamente un 95 por ciento de ellos) el trombo o coágulo se forma en las venas de los miembros inferiores y migra hasta la arteria pulmonar. Esta oclusión afecta principalmente a los pulmones y al corazón.
Una zona de los pulmones no recibe sangre venosa y, por tanto, no podrá oxigenarla, repercutiendo negativamente en el oxígeno que posteriormente llegará al resto de órganos y tejidos del paciente. El corazón seguirá bombeando sangre hacia los pulmones pero como consecuencia de dicha oclusión, encontrará un obstáculo y la presión aumentará dentro de la arteria pulmonar, debilitando el ventrículo derecho del corazón, que es la cavidad cardiaca que envía sangre sin oxígeno a los pulmones.
Las manifestaciones clínicas o síntomas más frecuentes son la disnea (sensación de falta de aire), el dolor torácico y el mareo o desvanecimiento, aunque también puede aparecer fiebre y tos con sangre cuando se acompaña de un infarto pulmona. Cuando el trombo es muy grande y obstruye la arteria pulmonar principal puede provocar incluso la muerte.