Aprueban la declaración del Puente de Ariza de Úbeda como BIC

El expediente se inició en julio de 2023 para otorgar la protección patrimonial de este bien, obra de Vandelvira

 Aprueban la declaración del Puente de Ariza de Úbeda como BIC

Foto: EXTRA JAÉN

El Puente Ariza.

El Consejo de Ministros ha aprobado en este martes, a propuesta del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, sendos Reales Decretos por los que se concede la máxima protección patrimonial al Puente de Ariza en Úbeda, y al viaducto conocido como Puente del Hacho, en Granada, en ambos casos como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento.

La catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC) tiene por objeto la protección patrimonial de sus valores históricos, artísticos y técnicos, así como aumentar su conocimiento y tomar las medidas adecuadas para su correcta conservación.

En el caso del Puente de Ariza, en el término municipal de Úbeda, el expediente para su declaración fue incoado por el ministerio en julio del pasado año 2023. Se trata es una obra de ingeniería renacentista construida en la segunda mitad del siglo XVI por uno de los grandes arquitectos de la época, Andrés de Vandelvira, autor también de la Catedral de Jaén.



Atesorando casi cinco siglos de historia, su ubicación sobre el río Guadalimar permitía canalizar la riqueza cerealística y ganadera de la ciudad hacia la meseta.

De piedra arenisca, mide 134 metros de longitud, cuenta con cinco ojos de medio punto y conserva el sello de Úbeda en su versión medieval, con una imagen de San Miguel. El puente quedó sin uso en 1998 con la entrada en funcionamiento del embalse de Giribaile, en un entorno que depende de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico).

Su ubicación determina que su estructura solo aflore en periodos prolongados de sequía, a pesar de lo cual puede garantizarse su conservación sin necesidad de trasladarlo.

La última intervención sobre el puente de Ariza fue a mediados del siglo XIX, y tuvo como objeto suavizar su grado de pendiente para acomodarlo al proyecto de un camino provincial que iba a poner en comunicación las ciudades de Úbeda y Baeza con la carretera general de Andalucía en la aldea de las Correderas. El autor del proyecto fue Manuel María de Chavarri.