Dos años de pandemia desde el primer caso en Andalucía
Seis olas, 1,3 millones de contagios y 12.800 muertos en Andalucía
Foto: EFE/Pedrosa
Primeras semanas de la pandemia en Jaén capital.
Dos años después de que el 26 de febrero de 2020 la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud y Familias confirmara el primer caso de coronavirus, Andalucía ha registrado 1,3 millones de contagios, 12.840 muertos y enfila el final de la sexta ola.
El número total de contagiados a 24 de febrero de 2022 asciende a 1.337.670, de los que 361.609 corresponden a lo que va de año, 714.875 se contagiaron en 2021, y 261.186 desde febrero a diciembre del 2020, según los datos recabados por Efe del Instituto de Estadísticas y Cartografía de Andalucía (IECA).
Los fallecidos durante el 2022 son 1.273 a fecha de 24 de febrero, mientras que en 2021 fueron 6.409 y en 2020 el número de muertos fue de 5.158.
EL COMIENZO DE LA PANDEMIA
La pandemia cogió por sorpresa a toda España, y por ende a las comunidades autónomas, que tuvieron que vivir el confinamiento de los ciudadanos para evitar contagios y el colapso hospitalario.
Desde que el 13 de marzo se produjeron las primeras dos muertes por coronavirus en la provincia de Málaga, las víctimas mortales fueron en aumento hasta sumar 308 el primer mes de pandemia, con un incremento incesante en abril hasta las 930 víctimas, todo ello en pleno Estado de Alarma.
En mayo empezó a bajar el número de fallecidos, lo que conllevó la flexibilización de las medidas restrictivas aprobadas en el estado de alarma decretado el 14 de marzo, y el descenso fue aún más acusado en junio, cuando hubo 20 víctimas por covid-19, y bajó aún más en julio, con nueve fallecidos, el mes con muertes por esta enfermedad.
Era el final del confinamiento para "disfrutar" de las vacaciones de verano pero el virus permanecía vigente, como repetían sin cesar todos los expertos, hasta el punto de que la cifra volvió a subir en agosto, con 60 fallecidos, septiembre -334- y octubre -717-, dando paso a la "anunciada" segunda ola del coronavirus.
Y es que la "resaca" del verano supuso un ascenso continuo de contagios, de ingresos hospitalarios y de muertes. La Junta tuvo que poner en marcha nuevas restricciones el 28 de octubre, que tuvieron su culmen el 10 de noviembre cuando la tasa de incidencia por cada 100.000 habitantes estaba en casi 600 casos.
Andalucía limitó los movimientos solo a cada municipio, impuso el toque de queda a las 22.00 horas y el cierre de bares y de tiendas a las 18.00 horas, una medida muy criticada por el sector pero que se tradujo en una bajada importante especialmente en los ingresos hospitalarios.
ESPERANDO LAS VACUNAS EN PLENA SEGUNDA OLA
El final del 2020 fue especialmente duro para los ciudadanos que comprobaron que las restricciones afectaban a las tradicionales fiestas navideñas. Rara era la semana en la que no se producía un brote, especialmente en las residencias de mayores, el colectivo más vulnerable y con el que se cebaba el virus.
La última semana de diciembre se declararon en Andalucía 57 brotes, que sumaban 375 casos, que se unían a otros 98 brotes que permanecían activos
A la espera de la vacuna, los mayores no eran los únicos con los que se cebó de manera especial el virus. Los 120.000 profesionales de la Sanidad andaluza sufrieron sus efectos y causó unos 8.000 muertes en este colectivo.
De hecho, la primera ola cogió por sorpresa a la sanidad y a los profesionales sin apenas mascarillas y sin equipos de protección suficientes, una situación que obligó a los centros de atención primaria y a los hospitales a redoblar sus esfuerzos para atender a los enfermos, e incluso se tuvieron que habilitar algunos hoteles para atender, principalmente, a los ancianos.
La falta de medios provocó el enfrentamiento entre la Junta de Andalucía y el Ministerio de Sanidad por la incautación de 150.000 mascarillas de un proveedor habitual de la sanidad andaluza de Alcalá la Real (Jaén), lo que ocurrió el 16 de marzo, dos días después de que el Gobierno español decretase el estado de alarma.
La virulencia de la segunda ola llevó al récord de hospitalizados el 9 de noviembre, cuando se llegó a las 3.478 ingresados -en un sistema con 12.287 camas convencionales-, que se tradujo en que una semana después se alcanzaron los 528 pacientes en la UCI -en un sistema con 1.169 camas de cuidados intensivos-.
La pandemia se tuvo que traducir inevitablemente en una inyección presupuestaria de 2.300 millones de euros de gasto extraordinario en el sistema sanitario, de forma que en 2021 Andalucía dispuso de 11.772 millones de euros, un 6,4 por ciento más.
LA ESPERANZA DE LA VACUNACIÓN
El domingo 27 de diciembre de 2020 se comenzaron a suministrar las primeras vacunas. 1.900 dosis fue la simbólica cantidad y la previsión, entonces, era la llegada semanal de 70.000 dosis. Desde esa fecha, los nombres de Astrazeneca, Pfizer y Moderna se hicieron comunes en las conversaciones del ciudadano.
Los mayores en residencias, el personal que les atiende y los profesionales sanitarios fueron la prioridad la vacunación. A partir de ahí, el resto de los ciudadanos de mayor a menor edad, y mientras tanto, volverían nuevas olas y con ellas la suspensión, por segundo año consecutivo, de las fiestas primaverales, entre ellas la Semana Santa.
LA PRIMAVERA DE 2021
Como dato previo de la primavera, la tercera ola, que coincidió con los primeros meses de 2021, registró picos de hospitalizados el 2 de febrero (4.980), y en la UCI el 7 de ese mismo mes (735).
La mayoría de los hospitales andaluces estaban a principios de año sin presión que les obligase a suspender intervenciones ni dar altas precipitadas o suprimir descansos a los profesionales, pero sí tomaban medidas ante el previsible incremento de ingresos por los nuevos casos de coronavirus de la tercera ola.
El 12 de mayo, Andalucía tenía ya puestas 3,5 millones de vacunas, y en las residencias se había vacunado al cien por cien . En el sistema público de salud descendieron un 86 por ciento las bajas como consecuencia del COVID-19 una vez vacunados esos trabajadores.
Aunque en el verano se mantuvieron restricciones, el turismo siguió llegando a las costas e interior de Andalucía, y desde la Junta se puso en marcha un refuerzo de 25.738 trabajadores sanitarios, un aumento del 86 % sobre los contratos de 2020.
Pese a la pandemia y la ausencia del turismo británico, Andalucía cerró el año con 20 millones de turistas, un 55 % más que el año anterior, pero todavía muy por debajo del 2019, el anterior a la crisis sanitaria, con 32,5 millones de turistas, un 6,1 % más que en el ejercicio precedente.
NUEVAS VARIANTES CONVIVEN CON ACELERÓN DE VACUNAS
Los últimos meses, los ciudadanos empezamos a convivir con nuevos nombres de variantes del virus, todas ellas letras griegas (alfa, beta, gamma) hasta la última ómicron, procedente de Sudáfrica, menos letal pero más contagiosa como lo prueba que en sus dos primeros meses de vida contagió a casi 450.000 andaluces.
A principios de diciembre, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) comenzó a administrar las primeras dosis de la vacuna contra el coronavirus a los menores de 12 años, en unas fechas en las que aún existían aproximadamente 133.000 andaluces que se consideraban negacionistas y rechazaban la vacuna.
Según los datos ofrecidos por la Consejería de Salud, casi 7,5 millones de andaluces tienen la pauta completa, el 93,7 por ciento y los no vacunados suponen el 4,7 por ciento, de los que el 70 por ciento son los que terminan ocupando las camas de UCI.
En Andalucía se han administrado ya casi 18 millones de vacunas y en el pasado mes de diciembre hubo 107.475 personas que se vacunaron voluntariamente una vez que se puso en marcha la obligatoriedad del certificado covid para acceder a la hostelería, una medida que desde el pasado 15 de febrero ya no es necesaria.
POLÉMICA CON LOS SANITARIOS NO RENOVADOS
La llegada de ómicron se topó con otra ola, la que secundaron los partidos de la oposición y los sindicatos a raíz de la no renovación de 8.000 de los 20.000 contratos de profesionales de la Sanidad, unos empleos vinculados a unas ayudas estatales que ya no se producían y que provocó multitud de manifestaciones.
Oposición y sindicatos denunciaron que más de 8.000 profesionales de la sanidad pública andaluza contratados para afrontar la pandemia, fueron despedidos el 31 de octubre, y que esta medida era una más dentro de la renuncia de la Junta a apostar por la sanidad pública.
El consejero de Salud, Jesús Aguirre, contraatacó diciendo que entre 2010 y 2018 -con el PSOE en el Gobierno- hubo 7.772 sanitarios menos y con el actual -PP y Cs- entre 2019 y 2021 hubo un incremento de más de 21.000 trabajadores de media, de forma que a 31 de diciembre el número de trabajadores era de 125.000 cuando en enero de 2019 había 95.000.
La pandemia llevó también a la Junta acelerar proyectos de infraestructuras sanitarias demandadas por el sector, y en los tres años de legislatura del gobierno PP-Cs se invirtieron más de mil millones de euros, un periodo en el que se han construido seis hospitales nuevos, según el presidente, Juanma Moreno.
El esfuerzo presupuestario -el 7,4 por ciento del PIB- se ha traducido en que en tres años Andalucía cuenta con 30.000 profesionales sanitarios más que en la anterior legislatura; cinco centros de salud más; 2,644 médicos más y 7.590 enfermeros más.
Una infraestructura emblemática recuperada para el sistema de salud ha sido el Hospital Vigil de Quiñones de Sevilla, conocido como Hospital Militar, que acogió durante la pandemia a casi 4.000 pacientes covid.
LA SEXTA OLA ¿LA ÚLTIMA?
Muchos expertos hablan de la sexta ola como la última, porque bajan los contagios, la incidencia, las hospitalizaciones y los ingresados en la UCI, y la Junta de Andalucía empieza a valorar la vuelta a la normalidad en algunos aspectos, sobre todo los relativos a las mascarillas en las aulas.
Después de la retirada de la obligatoriedad de las mascarillas en los recreos y la educación física en el exterior, el consejero de Salud ha recordado que el informe de la Sociedad Española de Pediatría apunta a la retirada de las mascarillas también en el interior de las aulas aunque deberá ser una decisión "cohesionada".
Dos años después del primer caso de coronavirus en Andalucía casi el 95 por ciento de la población andaluza mayor de 12 años tiene la pauta completa de vacunas -más de siete millones de personas-.
Los ciudadanos se preguntan si esta sexta ola será el final de la pandemia pero la Junta comenzó el pasado 23 de febrero a poner la cuarta dosis a los inmunodeprimidos.