El Expositor: El papel del sordo que jodió el concierto
Crónica política de la semana de Manuel Expósito Moreno
Margarita Robles en su visita al futuro Cetedex (i) y Carolina España en Linares (d).
La estrategia económica en casa del pobre, donde la mera formulación hipotética constituye en sí un logro extraordinario, asigna a cada cual su papel, a partir de un críptico entramado de intereses y equilibrios que suelen escapar a las cortas entendederas del profano provinciano. Los dos principales municipios de la provincia, Jaén y Linares, así, ambicionarían, hoy por hoy, asirse al tren del progreso mediante su relanzamiento industrial (¡¡??): el uno, a través del Cetedex, un híbrido de ciencia y conocimiento al servicio de la defensa nacional, y el dos, mediante la reconstrucción, revisada en escala actualizada, del complejo de Santana Motor. De ilusión también se vive. Y se sobrevive. De esa suerte de esperanzas plausibles, fundibles, fundadas en el clavo ardiendo, se alimentaba nuestro porvenir, la mañana del pasado viernes, justo antes de que España pasara a semifinales en la Eurocopa a costa de Alemania, gracias a la visita de la ministra Margarita Robles al polígono Nuevo Jaén y a la presentación del proyecto chino para la fabricación de sistemas de visualización e interacción inteligentes para automóviles que la multinacional Desay SV llevó a cabo en la Estación de Madrid.
Dice la nota oficial de Moncloa que 19 meses de después de que lo anunciara el presidente, Pedro Sánchez, “se ha avanzado significativamente en su desarrollo y en la convicción de que va a ser una realidad más pronto que tarde”. 2029, si nada se tuerce. Un continente arquitectónico, por lo demás, adaptado a las exigencias del ejército moderno: ligero, mimético, sostenible, eficiente, nada aparatoso, casi ‘de quita y pon’, basado en construcciones modulares, transportables, de madera con cubierta de arcilla, en tanto lo trascendente del proyecto reside en su contenido: investigación e implementación de sistemas de defensa antidrón, vehículos no tripulados e inteligencia artificial. Precisamente, en estos días, el Ministerio de Defensa ultima la licitación de la primera gran compra, 30,2 millones de euros, de hasta 14 sistemas antidrón (7 fijos y 7 móviles) para su despliegue en zonas de operaciones “ampliando las capacidades de que disponen las Fuerzas Armadas para la neutralización de drones basadas hasta ahora en sistemas de inhibición de señales”. Los antidrón Crown de Indra, y Enforcer Air de Target Tecnología, así como los desarrollos sobre vehículos tecnológicamente más sofisticados, como el Cervus diseñado por TRC, participado por Escribano merced a su torre Guardián 2.0, ya están plenamente a disposición de las Fuerzas Armadas de España. Indra, Escribano y TRC acaban de suscribir una alianza para desarrollar este tipo de sistemas antidrón adaptados a los requisitos de la acción real en zonas de operaciones. En ello abundó la ministra Robles en Jaén: "En un contexto geoestratégico como el que tenemos, con la guerra de Ucrania y 56 conflictos declarados, sabemos perfectamente que hay que invertir en defensa, y eso es lo que estamos haciendo". Indra, Escribano y TRC, pues, están llamadas a liderar la llegada, “más pronto que tarde”, de la industria especializada al Cetedex de Jaén. La industria auxiliar autóctona, de la mano de la CEJ, ya se postula a jugar su papel, abierta y decididamente, como subrayara, este miércoles, con su visita a la sede del INTA. Aprovechando la estancia de la titular de Defensa en la capital, la Asociación de Constructores y Promotores de Obras de Jaén, en Ifeja, le hacía entrega de su máxima distinción, el Palustre de Oro, cuyo precedente político más cercano, enero de 2023, tuvo asimismo como acreedor al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla. Es decir, el galardón, más que un reconocimiento a la ejecutoria del homenajeado, constituye un acicate lisonjero para que no se duerma en los laureles y cumpla lo prometido. La casa por el tejado.
Simultáneamente, el viernes de autos, sin contraprogramaciones que valgan a efectos prácticos, mientras el alcalde Agustín González Romo asomaba discretamente la cabeza en el primer plano de la omnipresente ministra de Defensa, su homóloga y correligionaria de Linares, Auxi del Olmo, tal para cual, respaldada por la consejera de Economía y Hacienda, Carolina España, agasajaba a la delegación de la compañía china encabezada por su presidente y CEO, Gao Dapeng, que parece decidida a montar una planta de producción de displays para coches en el antiguo parque de Santana. “Prevé abrir la factoría en 2026 y tener allí en 2028 más del 15% de su capacidad de producción mundial para el mercado europeo, con la creación de 300 puestos de trabajo”. Por lo pronto, sin lanzar las campanas al vuelo, el documento suscrito es un ‘memorándum de entendimiento’, o declaración de intenciones, con la Junta y el Ayuntamiento, lo cierto es que la concreción del emplazamiento en Linares ha sido fruto de un arduo proceso selectivo por parte de Desay SV en su política de expansión en Europa, donde ya tiene presencia en Suecia, Chequia, Francia y Alemania, descartando otras opciones como Cataluña, al socaire del paquete de incentivos Andalucía Trade, que podría subvencionar hasta un tercio de la inversión total, y que la consejera Carolina España, aprovechando el viaje, presentaba en Jaén en sociedad, en el Museo Íbero. Según la Junta, en el último lustro, o lo que es lo mismo, desde que gobierna el PP, han concretado en la región 15 proyectos empresariales chinos. Los 14 primeros, antes del que se ha perfilado en Linares, contemplaban inversiones de unos 650 millones de euros y la creación de unos mil puestos de trabajo. Zhenshi, fabricante de fibra de vidrio, proveedor del sector de la energía eólica, con 400 empleos en expectativa en Puerto Real, Cádiz, antiguas naves de Airbus, ha sido el anuncio de mayor impacto mediático (puesta en escena, a finales de mayo, espectacular). No deja de ser casual e inoportuna que esta apertura del Gobierno andaluz a la inversión china empiece a madurar precisamente cuando la Unión Europea activa fuertes aranceles a los vehículos eléctricos del gigante asiático.
Aunque el pasado se vuelva presente en cuanto lo tocas, como sostiene Sergio del Molino en la sinopsis de su última novela, la nueva Santana en ciernes, ensoñación todavía, no tiene por qué asemejarse a aquellas intentonas desesperadas, antes de su cierre, de ‘sostenella y no enmendalla’, cuando la vieja Santana fue gestionada por la Junta del PSOE, abandonada a su suerte, y tanto japoneses de Suzuki como italianos de Iveco salieron, inelegantemente, a la francesa. De aquellos polvos, los lodos de unos EREs concebidos primigeniamente para salvarla del atolladero sociolaboral, el café para todos que luego reclamara José Antonio Viera a Gaspar Zarrías, a golpes de agravio comparativo, para otras comarcas industrialmente deprimidas, véase la minería de la franja/faja pirítica del norte de la provincia de Sevilla y el Andévalo onubense, y, en última instancia, el aprovechamiento ilícito que unos cuantos sinvergüenzas se agenciaron, ‘colando’ intrusos a diestro y siniestro. El ansia sorda de alternancia política en la Junta hizo casus belli en tribunales, con condenas y encarcelamientos que ahora deshace parcialmente el Tribunal Constitucional anulando la malversación… (Tarde del miércoles, 3 de julio, el ex consejero jiennense de Innovación, Francisco Vallejo, exonerado, envejecido, aunque digno y solemne, abandona la prisión ‘Sevilla I’). Por eso, por mucho capital del cielo de Huizhou que caiga en el Frankenstein 2.0 de la nueva Santana, por favor, no le pidan a la Junta de Juanma que repita el error de jugar a empresario, gestionando los activos de un muerto resurrecto y que, de buenas a primeras, se joda el concierto al que todos (sindicatos, patronal, beneficiarios políticos de distinto signo…) asistían supuestamente complacidos. Cuenta el laureado Sergio del Molino, en ‘Los alemanes’, una aleccionadora fábula con moraleja. “Un violinista pasea por la selva y se encuentra de frente con un león. Cuando este va a abalanzarse sobre su presa, el músico ataca su instrumento y entona una melodía bellísima que amansa a la fiera. Esta se recuesta sobre la hierba a escuchar el concierto. La melodía llama la atención de una pantera, un tigre, varios cocodrilos, unos gorilas y un montón de animales más que forman un público embelesado por el virtuosismo del violinista. Hasta que aparece un león por detrás que se lanza sobre el intérprete y se lo zampa en dos mordiscos. Los animales se levantan indignados y protestan: llegó el sordo y se jodió el concierto”.