Blanca Portillo recibe el "Peal Tierra Íbera" a su trayectoria profesional

Así desmadejada y agotada  se presentó ante el público para recibir el galardón “Peal Tierra Íbera” dentro de la programación “Otoño Teatral” del municipio pealeño. A penas seis minutos para recomponerse mínimamente tras una exigente interpretación del soliloquio de una hora y cuarenta minutos.

Sus cambios de voz y de personajes, desde el serio orador académico a los protagonistas del teatro clásico o de Lorca. Todo es un alarde interpretativo que no deja a nadie indiferente. Blanca Portillo atrapa desde el minuto cero al espectador en esa oratoria teatralizada que tiene al “silencio” en sí mismo como protagonista e hilo conductor en sus múltiples formas y aspectos en el teatro. 

Con un teatro Rafael Alberti hasta la bandera, la actriz Blanca Portillo recibió una larga ovación del público tras su extraordinaria puesta en escena de la obra "Silencio" del dramaturgo y premio Princesa de Asturias de las letras, Juan Mayorga.

Tras un vídeo en el que compañeros de la profesión la felicitaron por este premio a la vez que mostraban el cariño que sienten por ella. Algo que Portillo vio desde el patio de butacas junto al público como una espectadora más. Después y en un mar de lagrimas de emoción subió de nuevo al escenario para recibir de manos de la concejala de cultura, Charo Cano el galardón que representa la admiración y el cariño del público hacia la incontestable trayectoria de esta actriz, que lleva en la profesión cuatro décadas.

Tras relatar los sobrados motivos por los que se realizaba este reconocimiento Charo Cano contagiada por la emoción de la actriz le hizo entrega con unas sencillas palabras “para este pueblo y este humilde teatro es un honor hacerte entrega de este premio –Peal Tierra Íbera- “.

Con la voz entrecortada por la emoción dijo sentirse “tremendamente honrada por cada cosa hermosa que me pasa en esta profesión que es subirse al escenario y compartir”. Agradeciendo el vídeo que tanto la había emocionado al escuchar a sus compañeros a los que quiere y admira. Para después recordar que era su primera vez en esta localidad y sincerarse con el público sobre los duros momentos que a veces atraviesan los actores “se te cae el alma al suelo, pasas miedo y angustia, y quieres dejarlo”. Pero “de repente ocurren cosas así y con un premio como este las ganas se renuevan y todo vuelve a tener sentido”.
Abrazada a la estatuilla que representa la puerta de entrada de la tumba principesca de la Cámara de Toya expresó la fuerza que le traslada el cariño de la gente “de alguna manera saben que lo que hago es un trabajo muy honesto, con el corazón en la mano, yo no me guardo nada en los bolsillos”.

Ya refiriéndose a la obra de Mayorga comenta que para ella ha sido un trabajo muy bonito de hacer “un discurso que queríamos convertir en teatro y para ello tenía que haber un conflicto y personajes para lo que inventamos al hombre que entra en la RAE y a la actriz que a veces no está de acuerdo con lo que dice el autor “. Poco a poco el teatro va invadiendo la sala de conferencias para convertirse en un escenario.

Para Blanca Portillo esta experiencia teatral es como si hubiese nacido en el siglo XVII y fuese amiga de Lope de Vega “tengo esa suerte de ser coetánea de Juan Mayorga la que considero el mejor autor teatral que tenemos en este momento y encima es amigo con el que además fui al colegio”.

La actriz el viernes representó esta obra en el FIT Cazorla donde también el teatro de la Merced registró un lleno absoluto.