Documentos firmados por Cervantes llegan al Archivo Histórico
Se difunde uno firmado el 14 de marzo de 1592 en el que Cervantes delega como comisario de galeras la compra de trigo y cebada en las tierras de Jaén...
Foto: EXTRA JAÉN
La muestra recuerda la historia de la visita del autor a la provincia para comprar alimentos para la Armada.
El Archivo Histórico Provincial de Jaén, dependiente de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, impulsa con motivo del Día del Libro la exposición de algunos de los cuatro documentos de su fondo que fueron firmados por Miguel de Cervantes Saavedra en la ciudad de Jaén en marzo de 1592.
En concreto, se difunde uno firmado el 14 de marzo del citado año en el que Cervantes delega como comisario de galeras la compra de trigo y cebada en las “tierras de Jaén” a Pedro Núñez de Ayala y Diego López Delgadillo.
El delegado territorial, Jesús Estrella, ha visitado la muestra que permite a los jiennenses acercarse al Archivo para poder ver documentos únicos que forman parte del patrimonio cultural y desvelan claves de la historia de la provincia y de España.
Jaén es provincia cervantina, tanto porque la visitó tan insigne escritor, como porque la citó en alguna de sus obras.
El 1 de octubre de 1591, el Proveedor General de las Galeras de España, estando en el Puerto de Santa María, dio comisión a Diego de Ruy Sáenz y a Miguel de Cervantes Saavedra -como dos personas de confianza, habilidad y competencia- para que en el Obispado de Jaén y en otras partes de Córdoba, Granada, Málaga y Cádiz comprasen trigo, cebada, habas y garbanzos, productos con los que en el Puerto de Santa María, Málaga y Antequera se fabricaba bizcocho para la provisión de las galeras reales.
Hasta sesenta mil fanegas de estos alimentos debían adquirir en conjunto y para ello visitó Pegalajar, La Guardia, Andújar, Úbeda, Baeza, Marmolejo, Cambil, Huelma, Albanchez, Bedmar, Torres, Jódar, Mengíbar, Jabalquinto, Linares, Vilches, Ibros, Santisteban del Puerto, Solera, Cabra, Bailén, Cazalilla, Villanueva de Andújar, Lahiguera, Arjona, Porcuna, Arjonilla, Lopera, Torredonjimeno, Torredelcampo, Jamilena, Martos, Villardompardo, Begíjar, Campillo, El Mármol, Rus, Canena, Iznatoraf, Villanueva del Arzobispo, Villacarrillo y La Manchuela.
Para pagarlo, el rey Felipe II había mandado proveer doscientos mil ducados, que no habían llegado aún, por lo que el abono se había de comenzar con certificaciones de la cantidad que a cada uno se tomaba y del precio que se le había de pagar, lo que no debió ser del agrado de quienes se veían obligados a contribuir forzosamente con la armada.