La impronta de Jaén en la literatura

Autores como Cervantes, Quevedo, Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, Benito Pérez Galdós y Camilo José Cela, entre otros, estuvieron y escribieron sobre Jaén

 La impronta de Jaén en la literatura

El convento de las Carmelitas Descalzas está ligado a Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.

Hay ciudades que están irremediablemente ligadas a la obra de grandes autores de la Literatura como es el caso del París de Cortázar, Hemingway o Víctor Hugo; el Dublín de Joyce; el Londres de Conan Doyle; la Praga de Kafka; el Nueva York de Paul Auster o García Lorca; la Barcelona de Eduardo Mendoza; o el San Petersburgo de Dostoievski.

Otras, imaginarias, son parte del patrimonio cultural y geográfico de sus países, como es el caso de Comala de Juan Rulfo; la Vestusta de Leopoldo Alas Clarín; o el Macondo de García Márquez.



Jaén también es una musa literaria, una tierra de escritores que la han vestido como un personaje más de sus novelas, que han querido, o no han sabido resistirse, a su decadente o glorioso encanto costumbrista; a hacer de Jaén el escenario de su obra, y muchas veces, convertirla en la razón de sus desvelos o la añoranza de su lejanos días felices.

Se puede conocer la historia de Jaén a través de la Literatura a lo largo de los siglos, pero mucho mejor, se puede sentir, soñar, llorar, reír, amar con el Jaén oculto en las páginas de cientos de novelas y de poemas de decenas de autores. Jaén late con inusitado esplendor en las obras de Antonio Muñoz Molina, de Juan Eslava Galán, de Salvador Compán, de Manuel Ruiz Amezcua, de Juan Manuel Molina Damiani, de Juan Carlos Abril, de Tomás Afán, de Antonio Reyes, de Emilio Lara, de Luis Miguel Sánchez Tostado, de Jesús Tíscar, de Joaquín Fabrellas, de Andrés Ortiz Tafur, de Alfonso Fernández Malo, de Manuel Andújar, de Patrocinio de Biedma o de Belén M. Rueda, entre otros muchos autores contemporáneos de Jaén.

Ese vínculo indeleble entre Literatura y Jaén trasciende lo local para sumergirse en las letras universales de todos los tiempos. Por eso Jaén es una tierra literaria, un Comala fantasmal que palpita oculto en las páginas de cientos de obras, y por eso Jaén tiene una ruta por los escenarios literarios de quienes son y quienes fueron gracias al impulso de la Diputación Provincial de Jaén y del Instituto de Estudios Giennenses.

Cervantes o Quevedo; Miguel Hernández o Federico García Lorca; Jorge Manrique, Teresa de Ávila o San Juan de la Cruz; Benito Pérez Galdós, Camilo José Cela o Antonio Machado. Todo este acervo está recogido en el Atlas Literario de la Provincia de Jaén, editado por el Instituto de Estudios Giennenses, y ofrece una completa y detallada información de esa vinculación histórica de Jaén y la Literatura.

La página ‘rutasliterarias.es’ recoge algunos de los autores vinculados a Jaén y todos los caminos que recorrieron en su vida y su obra:


Jorge Manrique

Como hay que comenzar por algún lugar y con algún autor, no es mal ejemplo el de Jorge Manrique, que ocupa un lugar prominente en la historia de la literatura española, especialmente por “Coplas a la muerte de su padre”, uno de los primeros poemas difundidos por la imprenta española (Zaragoza, 1480). Con el poeta guerrero se pude visitar la imponente y bella Segura de la Sierra, donde se cree que nació y pasó su infancia.

De aquí a Chiclana de Segura donde disfrutaremos de las mejores vistas panorámicas de toda la provincia. Aquí vivió gran parte de su vida, siendo comendador de Montizón. Además, podrás visitar el único Centro de Interpretación dedicado exclusivamente al poeta.


También es recomendable visitar Baeza, Patrimonio Mundial por la UNESCO y donde casó a su hija Luisa con Manuel, uno de los hijos de Benavides, propietarios del Palacio de Jabalquinto y donde fue derrotado y apresado en una contienda contra Diego Fernández de Córdoba por el mal gobierno

Santa Teresa de Jesús

Santa Teresa de Jesús está considerada una de los tres escritores místicos con mayor calidad, junto con Fray Luis de León y San Juan de La Cruz, en la literatura española del siglo de oro. Su vinculación con la provincia de Jaén viene por su labor reformadora de la Orden del Carmelo, donde el Convento de las Carmelitas Descalzas de San José del Salvador en Beas de Segura, tierra “muy deleitosa y de buen temple”, se convierte en su décima fundación y primera en Andalucía.


San Juan de la Cruz

San Juan de la Cruz, considerado por muchos como la cima de la poesía mística es otro de los autores vinculados a Jaén. San Juan llega a Jaén en 1578 auspiciado por Santa Teresa y la reforma de la Orden del Carmelo. Es nombrado Prior del Convento El Calvario de Beas de Segura, donde llega muy enfermo y desmejorado por las penurias de su cautiverio, por lo que permanece unos meses en el Monasterio de Carmelitas Descalzas. Tiempo que aprovecha confesando y dirigiendo espiritualmente a las monjas, a la vez que encuentra un ambiente idóneo para escribir y trazar los grandes esquemas de su pensamiento.


Antonio Machado

De la mística, a Antonio Machado, uno de los poetas más emblemáticos de la Generación del 98. Machado llega a Jaén, concretamente a Baeza, desde Soria, a ocupar la Cátedra de Francés en el Instituto General Técnico, con la intención de paliar el insondable vacío de la muerte de su mujer, acaecida meses antes. Dentro de la producción poética del autor, son muchas las composiciones alusivas a la provincia de Jaén, siendo la etapa baezana la más importante, fructífera y completa en su evolución personal y de su producción literaria, siendo uno de los periodos más fecundos de su producción literaria y donde se gestan publicaciones de libros tan importantes para la consolidación del poeta como Poesías escogidas (1917), Poesías completas (1899-1917) y las segunda edición de Soledades, galerías y otros poemas (1919).


Federico García Lorca

De la Generación del 98, a la del 27 y, nada más y nada menos, que con Federico García Lorca, poeta universal. Jaén se ha demostrado trascendental para la producción literaria del autor, tanto por el rumbo que toma potenciando su vocación como escritor, como por la propia obra que desarrolla hacia una estética cerrada y furiosa. La Andalucía severa de Jaén es importante para Lorca, como demuestra sus frecuentes referencias al paisaje del alto Guadalquivir, los olivos o el hecho mismo de que su Romancero Gitano se denominara en un principio “Romance de la pena negra en Jaén”.


El vínculo de Federico García Lorca con la provincia de Jaén se inicia con un viaje de estudios a Baeza, donde conoce a Antonio Machado. Este hecho será crucial para despertar su vocación como escritor, puesto que en su adolescencia el joven Lorca siente más afinidad por la música que por la escritura.

Estos traslados estudiantiles no serán los únicos que realiza Federico García Lorca a la provincia, sino que en el año 1925 visita varias veces la ciudad de Jaén en compañía de algunos amigos.

Miguel Hernández

Aún en la generación del 27, hay que destacar a Miguel Hernández, que a pesar de su efímera presencia en esta provincia de apenas 72 días – llegó a Jaén el 2 de marzo de 1937 y la abandonó el 12 de mayo-, ha dejado una trascendental impronta, no solo en el territorio jiennense, sino en la propia literatura universal, puesto que esta breve estancia es una de las más prolíficas de su trayectoria literaria.

Destinado a Jaén en plena Guerra Civil Española como comisario en el organismo de propaganda “Altavoz del Frente Sur”, su fecunda y significativa obra en tierras giennenses se inicia el mismo día de su llegada, puesto que ya el dos de marzo fecha “Aceituneros”, que ha llegado a ser himno provincial en Jaén.


No podemos olvidar que su esposa, Josefina Manresa, nació en la localidad giennense de Quesada, donde se rinde homenaje al poeta y a su esposa con el Museo Miguel Hernández-Josefina Manresa, que recoge gran parte del legado de Miguel Hernández en varias salas expositivas. También podrás disfrutar de los rincones hernandianos, una serie de cerámicas que exhiben distintos versos, dibujos de Miguel Hernández o recuerdos de las memorias de su esposa y la propia casa donde nació Josefina Manresa. La visita a Quesada por tanto, es indispensable y, sin duda, una excelente manera de conocer uno de los pueblos más bellos e históricos del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.

Juan Eslava Galán

Hablar de Juan Eslava Galán es hablar de Jaén con mayúsculas. Uno de los grandes embajadores de la provincia, cuyo compromiso con su tierra le llevó a ceder en 2012 más de 8.000 documentos de su archivo personal al Instituto de Estudios Giennenses, del que es miembro, constituyendo una extraordinaria herramienta para el acercamiento al patrimonio cultural e histórico de la provincia de Jaén.

El conocimiento histórico adquirido junto con la extensa investigación académica llevada a cabo convierte a Eslava Galán en un riguroso y excelente divulgador de la Historia y que cultiva las más diversas facetas literarias entre las que destaca como novelista (en alguna de ellas utiliza el pseudónimo de Nicholas Wilcox), ensayista, historiador y articulista.


Un autor extraordinariamente prolífico, como demuestra su fecunda obra – casi un centenar de artículos de revista, en torno a una decena de colaboraciones en obras colectivas y casi doscientos libros-.

En su dilatada obra, Juan Eslava Galán hace referencia a la historia, lugares, edificios, paisajes, mitos y leyendas de gran parte de la provincia de Jaén y podrán ser descubiertos en este itinerario.

En Jaén seguirás el recorrido de su Premio Planeta (1987), En busca del unicornio, junto con su obra Los Templarios y la Mesa de Salomón: Puente Tablas, la Catedral o el barrio de la Magdalena, con los baños árabes y la popular leyenda giennense del “lagarto de la Malena” a la cabeza.

Antonio Muñoz Molina

Para finalizar las rutas literarias por la provincia de Jaén, qué mejor que hacerlo con otro Premio Planeta, el ubetense Antonio Muñoz Molina. Pero la vinculación del Príncipe de Asturias de las Letras con Jaén no es solo por el hecho de ser natural de Úbeda, sino porque la utiliza como recurso literario para encuadrar alguna de sus obras a modo de “maqueta de ciudad” a la que denomina “Mágina” y, aunque no se puede identificar exactamente con ella, mucho de los espacios, situaciones, experiencias y personajes coinciden con su Úbeda natal.

A Úbeda, ciudad monumental y junto con Baeza declarada como Patrimonio Mundial por la UNESCO, le sobran razones para ser visitada Pero sin duda, descubrirla a través de los diferentes espacios que recrea Antonio Muñoz Molina en sus novelas es una forma diferente, peculiar y enriquecida de conocer esta ciudad.


Aunque evoca a Mágina con mayor o menor énfasis en otras novelas y artículos (Beltenebros, El dueño del secreto, Ardor Guerrero, Sefarad o Los misterios de Madrid), es en tres novelas donde Mágina está presente de forma abrumadora y es espacio literario fundamental donde se recrea la trama de las mismas: su primera novela Beatus Ille, El Jinete polaco y Plenilunio.

Es en ellas donde podremos identificar algunos de los lugares de Úbeda que Antonio Muñoz Molina ha trasladado a Mágina: la plaza del Reloj, la estatua del general Orduña, la Casa de las Torres (donde novela la leyenda de “la emparedada”) o la Sacra Capilla del Salvador, donde tendrás que localizar a los “juancaballos”.