Un Real Jaén espeso vence por la mínima al Málaga City

Con un sufrimiento innecesario, el Real Jaén superó por la mínima y de penalti al colista ya descendido, el Málaga City (1-0). El conjunto jiennense sigue sin transmitir seguridad en su fútbol, y solo Adri Paz desde los once metros mostró algo de luz para afrontar las últimas dos jornadas, porque por lo visto en el césped se antoja muy complicado el reto de arrebatar el liderato al Atlético Malagueño.

Más que una final, el partido ante el colista serviría para dilucidar si el Real Jaén podía seguir creyendo en el sueño del ascenso directo en las últimas dos jornadas de liga. El encuentro se preveía peligroso, pues el conjunto malagueño, ya descendido, juega ya sin ninguna presión, y sus últimos duelos muestran que es un equipo con un fútbol interesante principalmente en su faceta ofensiva.

Con las bajas aún de Mario Martos y Agus Alonso, Manolo Herrero volvía a confiar en su once de gala. Como decíamos, lo de colista era engañoso, y se vio en el césped. El partido tuvo mucha igualdad. Si bien es cierto que el Real Jaén monopolizó el balón, los pupilos de Manolo Herrero no terminaban de pisar área rival con peligro.

En la primera mitad, apenas dos llegadas con peligro. Una en las botas de Juan Cámara, que remató al muñeco. Y otra aún más clara de Carlos Fernández, que remató con un cabezazo en primera instancia a las manos del portero, y en el rechace tampoco pudo anotar. El Málaga City no llegaba al área de Javi Sánchez, pero no estaban demasiado incómodos sobre el césped de La Victoria.

Penalti salvador

Viendo que el plan de partido no estaba funcionando, Manolo Herrero metió tras el descanso a Awusi en detrimento del capitán Espín, movimiento que reubicó a Mauro a la posición de central. Mejoró el Real Jaén en los primeros minutos de la segunda mitad, con mayor energía en fase ofensiva. Prueba de ello fue el penalti provocado por el de siempre, Óscar Lozano. Infracción muy clara que transformó Adri Paz engañando a Alberto González para adelantar a los jiennenses.

Llegó el tan ansiado gol y con él la relajación. El conjunto local bajó una marcha y dio alas a que el Málaga City se desmelenara en ataque. Balta y Fermín probaron fortuna y Moyano desvió 'in extremis' un remate que podía significar el empate de los visitantes. Entró Somavilla de refresco, quien provocó otro penalti segundos después de pisar el césped. En esta ocasión, Óscar Lozano no remató como suele hacer y el portero malagueño atrapó la pena máxima. Lo que podía significar el gol de la tranquilidad acabó con unos quince minutos finales de sufrimiento.

Un sufrimiento innecesario porque el equipo contó con grandes ocasiones, pero nunca llegó a estar cómodo. El Málaga City empujó y, para fortuna del equipo jiennense, no acabó teniendo éxito. A la contra tuvo el Real Jaén varias oportunidades, pero tampoco era el día de ganar por fin un partido con tranquilidad. Final del partido y lo mejor, los tres puntos. Las sensaciones siguen sin ser las mejores en lo futbolístico, pero la afición del Real Jaén seguro que se agarra a un clavo ardiendo para seguir soñando con el liderato.