A veces al leer lo escrito tendemos a leer en un castellano lo más normativo posible. Yo hoy, intentaré hacerlo en andaluz, o en jiennense, si es que existen.
Si uno escucha a un andaluz sabe que lo es pero yo diría que no habla andaluz, sino español meridional, que se habla en Andalucía, pero también en Murcia, en Badajoz, en zonas limítrofes de la Mancha, en Canarias. Este español meridional es el más diferenciado de los acentos del castellano que se habla en España.
En esta maraña de acentos que identificamos como andaluz, también hay uno de Jaén, ¿no? Pues no tanto si atendemos a lo que aparece en el Atlas lingüístico y etnográfico de Andalucía, publicado en 1973 por Manuel Alvar, con los resultados de encuestas realizadas en los años 50 en 230 localidades. En Jaén se dan o daban prácticamente todos los rasgos que aparecen como propios del andaluz.
La apertura vocálica en los plurales se da en toda la Andalucía Oriental y en partes importantes de Córdoba y Málaga. El seseo también existe en Jaén en localidades como Baeza, Torredelcampo, Arjona o Bailén. Se cecea también, o se ceceaba en Alcalá la real o Castillo de Locubín. En el resto de la provincia distinguimos entre S y Z. El yeísmo es prácticamente general en casi toda Andalucía y en buena parte de España, y en Hispanoamérica. En cuanto a la pronunciación de la jota, en Jaén no la aspiramos, pero tampoco en otras zonas de Andalucía Oriental. La hache procedente de efe inicial latina se pronuncia aspirada en zonas rurales de buena parte de Andalucía, aunque poco en Jaén. Sin embargo aquí, también hay ejemplos esporádicos en Lopera, Andújar o Marmolejo.
En 2013 y 2014 se realizaron muchas más encuestas para conocer cómo hablamos los andaluces de ahora. El resultado de ese extenso estudio saldrá a la luz a final de 2026 o principios de 2027 en el Atlas lingüístico interactivo de los acentos andaluces. ¿Seguiremos hablando igual más de 50 años después?
