Veintiocho lumbres conmemoran siglos de tradición de San Antón

La ancestral tradición del fuego purificador marida con las rosetas, la calabaza asada, la morcilla, el chorizo y el vino de la tierra

Video: Carolina Cañada

Lumbres de San Antón.

La ciudad de Jaén ha vuelto a rememorar una tradición de siglos, las hogueras de San Antón, donde la ancestral costumbre del fuego purificador ha maridado con los melenchones, las rosetas, la calabaza asada, la morcilla, el chorizo y el vino de la tierra en otra noche de San Antón, que augura el solsticio de invierno, alumbrando la noche más larga del año.


A partir de las 18,00 horas se podían quemar las 28 hogueras que este año estaban repartidas por distintos puntos de la ciudad, impulsadas por grupo parroquiales, hermandades, asociaciones vecinales, cinco colectivos culturales, gastronómicos y deportivos y un instituto de Secundaria. Sin embargo no fue hasta pasadas las 20 horas, coincidiendo con la Carrera Popular, cuando la mayoría de ellas comenzaron a calentar a miles de vecinos que no quisieron perderse la fiesta.



Siete de las lumbres se inscribieron, además, en el primer concurso de peleles de San Antón, dotado con un único premio de 500 euros. Se trata de una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento que tiene como fin fomentar y conservar esta tradición, especialmente, entre los más jóvenes.

Ya el 16 de enero está previsto el encendido de la lumbre oficial en la plaza de San Juan, donde se ubica la parroquia del mismo nombre y que acoge la imagen de San Antón. Se prenderá a las 19,00 horas y después se bendecirán animales, se bailarán melenchones y se quemará el pelele que ha realizado la Escuela de Arte José Nogué.

Como viene ocurriendo desde 2016, carrera y lumbres se unifican en el sábado más cercano a San Antón con el objetivo de lograr una mayor repercusión. Hasta entonces las lumbres tenían lugar en la noche anterior a la festividad, que se celebra cada 17 de enero. En esa víspera solo se quema ya la oficial, en la plaza de San Juan.

Una tradición centenaria
Las celebraciones en honor a san Antonio Abad se llevan a cabo en la ciudad de Jaén desde el siglo XIII, si bien la tradición de las hogueras es pagana y anterior. En el siglo XV, el alcaide de la ciudad Miguel Lucas de Iranzo, condestable de Castilla y valido del rey Enrique IV de Castilla, impulsó la fiesta religiosa.

Esta fiesta se consolidó en la ciudad en el siglo XIX gracias a los agricultores y ganaderos que tomaron la costumbre de quemar durante las mismas los restos de las podas invernales. Alrededor de las hogueras los vecinos cantan melenchones y comen rosetas, calabaza asada, morcilla, chorizo y vino de la tierra.