La cisterna romana de la Calderona, en Porcuna, lista para las visitas

Será inaugurada el 11 de julio tras su restauración

 La cisterna romana de la Calderona, en Porcuna, lista para las visitas

Foto: ARQVIPO

Interior de la cisterna romana de la Calderona.

La cisterna romana de La Calderona, en Porcuna (Jaén), será inaugurada el próximo 11 de julio, tras los trabajos de restauración, consolidación y puesta en valor de este espacio, datado en el siglo I a.C. y al que se han destinado cerca de 1,7 millones de euros.

Así lo ha señalado a Europa Press el alcalde, Miguel Moreno, quien ha explicado que será en un acto en el que está prevista la asistencia de la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, entre otras autoridades. El día siguiente habrá una visita con representantes de colectivos locales y en los posteriores, jornadas de puertas abiertas para los vecinos, "ya que no pueden entrar grupos de más de 20 personas".

Su recuperación ha sido posible en el marco del programa del 1,5 por ciento Cultural, en la convocatoria publicada por el entonces Ministerio de Fomento en junio de 2018. A través de esta iniciativa, el Gobierno central ha aportado el 70 por ciento del presupuesto total, de casi 1,7 millones de euros; mientras que el Consistorio ha asumido el 18 por ciento y la Diputación, el doce por ciento restante.

"Es una satisfacción poder ver por fin este proyecto hecho realidad", ha afirmado Moreno, no sin destacar el carácter "único y singular" de la cisterna. Fue uno de los principales depósitos de almacenamiento de agua urbano de la ciudad romana de Obulco, que se ha conservado hasta el presente bajo casas de la calle Padilla de la actual Porcuna.

Precisamente esta circunstancia --su ubicación en niveles subterráneos bajo construcciones actualmente en uso-- así como la "envergadura" de este monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC) han condicionado la intervención, especialmente compleja.

Algo que constatan tanto el director del proyecto arquitectónico, el arquitecto Pablo Millán, como el del proyecto arqueológico, Pablo Casado, director del Museo Arqueológico Municipal de Obvlco y miembro del Grupo de Arqueólogos e Investigadores de la Historia de Porcuna (Arqvipo).

MÁS DE 200 PERSONAS IMPLICADAS
"Culminamos un proceso de trabajo de tres años, con el esfuerzo de más de dos centenares de personas coordinadas por los arqueólogos de Porcuna", ha destacado este último, para el que la apertura al público de la Calderona "es un resultado tangible y espectacular de un proyecto de arqueología científica que comenzó hace 50 años", con la aparición del conjunto escultórico íbero de Cerrillo Blanco.

La cisterna se ubica en el borde del núcleo urbano actual de Porcuna y se emplazaba en uno de los barrios occidentales de la extensa Obulco, una de las grandes urbes de la Bética romana, antigua Ibolca, capital de los Túrdulos.

Según ha detallado, se intervino en ella por primera vez en la Guerra Civil española para su uso como refugio antiaéreo y se volvió a estudiar y abrir a principios de la actual democracia. Sin embargo, "no se ha podido excavar y restaurar completamente hasta esta intervención, por las grandes necesidades materiales" de un bien de "tan descomunal envergadura".

Se ha trabajado sobre dos áreas dentro del yacimiento arqueológico. Por un lado, en la zona externa se ha descubierto un sector de casas romanas junto a espacios artesanales y comerciales "con un magnífico estado de conservación y elevada calidad material".

"Ha aportado una enorme información histórica sobre la evolución de la ciudad durante más de 700 años desde la época romana clásica hasta la antigüedad tardía, en un ejemplo extraordinario dentro las ciudades romanas de Hispania", ha resaltado Casado.

De otro lado, en la terraza inmediatamente superior, accediendo a través del túnel que realizaron los zapadores del ejército, se llega al conjunto hidráulico subterráneo de la cisterna. Su función original de abastecimiento público de agua a este sector del Municipium Pontificiense de Obulco "se ve superada por su soberbia monumentalidad constructiva a base de bloques y losas megalíticas" de piedra autóctona y "el estado intacto" en que ha llegado a la actualidad.

"Esto la hace unos de los mejores monumentos arqueológicos romanos conservados de Hispania y del Mediterráneo Occidental", ha asegurado el experto, para el que esta inauguración abre "nuevos horizontes y escalas en la investigación y uso público del gigantesco y singular yacimiento urbano de Porcuna y su territorio".

NUEVO EDIFICIO
Por su parte, el director del proyecto arquitectónico ha subrayado que "es el más complicado" al que se ha enfrentado hasta ahora, "porque, realmente, han sido cinco proyectos".

En primer lugar, se ha construido un edificio que permite bajar hasta la cota de la cisterna para poder entrar en ella, a lo que ha sumado otros para ejecutar un puente que atraviesa la calle de San Marcos y un túnel que pasa por debajo de las casas. Además, había que hacer un cuarto proyecto para la restauración y puesta en valor de la cisterna en sí y un quinto para hacer lo mismo con los restos arqueológicos hallados en el marco de las obras.

Todo ello ha supuesto numerosos retos, entre los que Millán ha señalado levantar "un edificio que sea contemporáneo, que no entre en conflicto con los restos" y que, "a la vez, tenga los mínimos pilotes para que afecte lo mínimo posible la ruina".

Por eso, se ha creado una rampa tipo helicoide con "más de 100 metros de desarrollo suspendidos, es decir, colgados para que en ningún momento toquen los restos arqueológicos". "La gravedad existe y no se puede luchar contra ella, de modo que había que buscar una serie de mecanismos de ingeniería, hacer una estructura de 18 metros sin ningún apoyo intermedio", ha detallado, para añadir que se ha recurrido a "un forjado postensado".

Igualmente, ha destacado la ejecución de un puente y un túnel en un proyecto en el que ha intervenido un amplio equipo con profesionales "de nivel". Como ejemplo, ha aludido a la presencia de un equipo de sensorización de la Fundación Santa María la Real para controlar que "en ningún momento la cisterna sufriera", "sensorizando cualquier elemento estructural por si había cualquier tipo de movimiento".

"Ha sido una obra de la que hemos aprendido muchísimo, de la que hemos investigado y seguimos investigando muchísimo", ha valorado el arquitecto, quien se ha mostrado convencido de que el resultado va a sorprender a los visitantes.

HÍDRICA
Al respecto, ha explicado que al descender van "a encontrar una pequeña ventanita de Obulco excavada", con los citados restos arqueológicos, hasta "llegar a las entrañas de la cisterna": un espacio "brutal" donde podrán conocer "cómo funcionaba la hídrica" en esta ciudad.

En este punto, ha llamado la atención sobre el hecho de ausencia en ella de acueducto, pese a la magnitud que alcanzó este enclave romano. Algo que explica las características del suelo de Porcuna, que hacen que, "prácticamente, se pinche donde pinche, haya agua".

"Está formado por bancos de piedra blandos y duros. Los duros son impermeables y los blandos son como si fuera una esponja por la que transita el agua", ha comentado. Así, hay un nivel inferior que sirve de banco impermeable y uno superior lleno de agua que forman pozos, por lo que no era necesario ejecutar una gran infraestructura para traerla desde otro sitio.

Los antiguos romanos se percataron de ello y lo aprovecharon para construir esta gran cisterna de la Calderona, que más de 2.000 años después "sigue llenándose de agua de forma natural" y "funcionando para lo que fue concebida".