El Hospital incorpora una nueva técnica para pacientes reumáticos
Consiste en la infiltración de una sustancia radioactiva que produce una radiación selectiva de la membrana sinovial, la capa que recubre la articulación
Foto: EXTRA JAÉN
Incorporación de una nueva técnica para pacientes reumáticos
El Hospital Universitario ha incorporado la radiosinovectomía para pacientes reumáticos, una técnica que desarrolla desde ahora el servicio de Reumatología, destinada a mejorar la calidad de vida del paciente reumatológico, y que podrá beneficiar a unos 100 pacientes al año.
La Delegación de Salud y Consumo ha informado de que la nueva técnica se realiza en el servicio de Medicina Nuclear. Consiste en la infiltración intraarticular de una sustancia radioactiva que produce una radiación selectiva de la membrana sinovial, la capa que recubre la articulación y que se inflama en estas enfermedades. El objetivo es reducir o eliminar la inflamación, el derrame y en la medida de lo posible, el dolor articular.
El radiofármaco que se emplea depende del tamaño y la localización de la articulación a tratar. Los más utilizados son el Itrio-90 (para la rodilla), el Renio-186 (para las articulaciones de mediano tamaño como el carpo y tarso) y el Erbio-169 (para manos), que tienen diferentes propiedades físicas y dosis de radiación.
Estos radiofármacos se administran en forma de partículas coloidales que se quedan retenidas dentro de la articulación, sin pasar al torrente sanguíneo ni a otros órganos.
El especialista de la Unidad de Reumatología, Luis Sarabia, ha explicaod que el objetivo terapéutico es conseguir la destrucción selectiva de la membrana sinovial y, para ello, se utilizan radiosótopos emisores beta de corto alcance que permiten irradiar la sinovial, respetando el cartílago y el hueso.
La sinoviortesis radioisotópica es una técnica que tiene una tasa de éxito de más del 50 por ciento en la mayoría de las articulaciones y enfermedades. Los efectos secundarios son mínimos y transitorios, y no se han descrito complicaciones graves.
Además, es una técnica que puede repetirse tras unos meses si hay recidiva de la inflamación, y que es compatible con otros tratamientos sistémicos o locales.
Está indicada para los pacientes con inflamación articular crónica que no responden a los tratamientos o que tienen contraindicaciones para los mismos. Se trata de una técnica que mejora la calidad de vida de los pacientes, permitiéndoles recuperar su movilidad y funcionalidad articular.